Cohetes caen cae cerca de Tel Aviv, aumentan muertos en Gaza
Gaza, Reuters
Dos cohetes fueron disparados el jueves desde la Franja de Gaza hacia Tel Aviv, en el primer ataque sobre la capital comercial israelí en 20 años, lo que incrementa las tensiones entre Israel y los palestinos en un enfrentamiento que está avanzando hacia una guerra abierta.
Más temprano el jueves, un proyectil disparado por el grupo palestino Hamás mató a tres israelíes al norte de la Franja de Gaza, causando las primeras víctimas israelíes mientras la cifra de palestinos muertos subía a 16, cinco de ellos niños.
Aviones de guerra israelíes bombardearon blancos dentro y alrededor de Gaza, sacudiendo los edificios altos. En un indicio de una posible escalada de los enfrentamientos, el portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes dijo que el Ejército ha recibido luz verde para llamar a 30.000 soldados de reserva.
Columnas de humo y polvo se elevaban en un cielo surcado por las estelas de los cohetes disparados desde Gaza, donde se enterraba a cuatro niños pequeños que murieron por los ataques del miércoles.
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, dijo que los militantes palestinos pagarán el precio por disparar esos misiles.
Casi en simultáneo, aviones israelíes realizaron más de 25 ataques nocturnos sobre objetivos clave. Los embates impactaron, por ejemplo, en un generador de electricidad que abastece la casa del primer ministro de Hamas, Ismail Haniyeh.
El conflicto, iniciado por Israel tras matar al jefe militar de Hamas, aviva un fuego ya encendido en Oriente Medio luego de dos años de revoluciones y una guerra civil en Siria.
El presidente egipcio, Mohamed Mursi, que Hamás considera un protector, lideró las críticas de aliados palestinos contra los ataques israelíes.
El primer ministro egipcio, Hisham Kandil, visitará Gaza el viernes con otros miembros del Gobierno en una muestra de apoyo al enclave, según un miembro del gabinete. Israel prometió que la delegación no sufriría daños.
Israel afirma que su ofensiva responde a la escalada de ataques con misiles disparados desde Gaza. El nivel de bombardeos israelíes no ha alcanzado el punto registrado antes de su última invasión en Gaza, en el 2008, pero las autoridades israelíes dicen que un ataque por tierra sigue siendo una opción.
La policía israelí dijo que tres personas murieron cuando un cohete impactó en un edificio de cuatro plantas en Kiryat Malachi, a unos 25 kilómetros al norte de Gaza, en las primeras bajas israelíes en esta última etapa del conflicto en la zona.
Las sirenas antiaéreas hicieron que los vecinos corrieran a buscar refugio en Tel Aviv, una ciudad mediterránea que no ha recibido el impacto de un cohete desde la Guerra del Golfo de 1991. Fuentes israelíes señalaron que uno de los cohetes cayó en el mar, y el otro en una zona deshabitada de los suburbios de la ciudad.
Más de tres millones de personas viven en la zona metropolitana, lo que supone más del 40 por ciento de la población del país. "Esta escalada tendrá un precio que el otro lado tendrá que pagar", dijo Barak en una aparición en televisión poco después del ataque.
En otra comparecencia simultánea en Gaza, el primer ministro de Hamás, Ismail Haniyeh, instó a Egipto a ayudar más a los palestinos. "Acudimos a los hermanos en Egipto para que tomen medidas que detengan a este enemigo", dijo.
Tras asistir impotente al desarrollo de la Primavera Árabe en su patio trasero, Israel se ha encontrado en el centro de un volátil nuevo mundo en el que Hamás espera que Mursi y sus ahora dominantes Hermanos Musulmanes de Egipto sean sus protectores.
"Los israelíes deben darse cuenta de que esta agresión es inaceptable y sólo llevaría a inestabilidad en la región y afectaría de forma importante y negativa a la seguridad de la región", dijo Mursi.
El nuevo conflicto es el mayor desafío hasta la fecha para el compromiso de Mursi con el tratado de paz firmado en 1979 por Egipto e Israel, que Occidente considera la base de la paz en Oriente Próximo.
Los Hermanos Musulmanes, que llevaron a Mursi al poder en unas elecciones tras la caída del líder autocrático Hosni Mubarak, han pedido un "Día de Furia" en las capitales árabes el viernes. Los Hermanos Musulmanes son considerados mentores espirituales de Hamas.
ASESINATO
La ofensiva comenzó el miércoles, cuando un ataque aéreo de precisión israelí acabó con el líder militar de Hamás Ahmed Al Jaabari. Israel inició entonces el bombardeo del enclave desde tierra, mar y aire.
En el funeral de Jaabari el jueves, sus seguidores dispararon al aire para celebrar la noticia de las muertes israelíes, entre cantos de "Has ganado" dirigidos a Jaabari.
Su cuerpo fue llevado a través de las calles envuelto en una sábana blanca manchada de sangre. Pero las figuras más importantes de Hamas no aparecieron, por temor a que Israel los tuviera en la mira.
El Ejército israelí dijo que se habían alcanzado 250 objetivos en Gaza, entre ellos más de 130 lanzacohetes.
Más de 270 cohetes han caído en Israel desde el inicio de las operaciones, señaló el Ejército, y el interceptor Cúpula de Hierro ha derribado más de 105 cohetes dirigidos contra zonas residenciales.
Esperando días de más combates y casi inevitables bajas civiles, aviones israelíes lanzaron panfletos en Gaza diciendo a los residentes que se mantengan alejados de Hamas y otros milicianos.
Estados Unidos condenó a Hamás, rechazado por Occidente como un obstáculo para la paz por su negativa a renunciar a la violencia y a reconocer a Israel.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sostuvo una reunión de emergencia tarde el miércoles para discutir la incursión israelí, aunque no tomó acciones.
El presidente francés, Francois Hollande, inició conversaciones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con otros líderes mundiales en un intento por frenar la escalada de violencia en la Franja de Gaza.
"LAS PUERTAS DEL INFIERNO"
Irán, declarado enemigo de Israel y que respalda y brinda armas a Hamas, condenó la ofensiva del Estado judío como "terrorismo organizado".
La milicia chiita del Líbano Hezbollah, que tiene sus propios cohetes apuntando a Israel, denunció los ataques en Gaza como una "agresión criminal", pero se abstuvo de disparar.
Una segunda guerra en Gaza ha asomado en el horizonte por meses debido a una intensificación del intercambio de disparos entre Israel y los palestinos.
Netanyahu, favorito en los sondeos para una elección general el 22 de enero, dijo que Hamas estaba cometiendo un doble crimen de guerra al disparar contra civiles israelíes y esconderse detrás de civiles palestinos, y enfatizó que la operación en Gaza se podría profundizar.
"Espero que Hamas y las otras organizaciones terroristas en Gaza entiendan el mensaje", señaló. "Si no, Israel está listo para tomar cualquier acción necesaria para defender a nuestra gente", agregó.
Por su parte, Hamas dijo que el asesinato de su jefe militar "abrirá las puertas del infierno" para Israel.
Luego de observar impotente las revueltas de la Primavera Arabe, Israel quedó en el centro de una volátil región con una estructura política adversa.
"Los israelíes deben darse cuenta de que su agresión es inaceptable y sólo generará inestabilidad en la región. Esto tendrá un impacto grave y negativo en la seguridad de la región", dijo el mandatario egipcio Mursi, aunque no había señales inmediatas de que El Cairo fuera a tomar acciones radicales.
Egipto, el vecino árabe más poderoso de Israel, retiró su embajador de Tel Aviv el miércoles.
Gaza tiene unos 35.000 combatientes palestinos, pero que no pueden compararse con el arsenal de Israel, que incluye bombarderos, helicópteros Apache, tanques Merkava y otras armas modernas, en manos de una fuerza de 450.000 soldados, entre conscriptos y reservistas.
Dos cohetes fueron disparados el jueves desde la Franja de Gaza hacia Tel Aviv, en el primer ataque sobre la capital comercial israelí en 20 años, lo que incrementa las tensiones entre Israel y los palestinos en un enfrentamiento que está avanzando hacia una guerra abierta.
Más temprano el jueves, un proyectil disparado por el grupo palestino Hamás mató a tres israelíes al norte de la Franja de Gaza, causando las primeras víctimas israelíes mientras la cifra de palestinos muertos subía a 16, cinco de ellos niños.
Aviones de guerra israelíes bombardearon blancos dentro y alrededor de Gaza, sacudiendo los edificios altos. En un indicio de una posible escalada de los enfrentamientos, el portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes dijo que el Ejército ha recibido luz verde para llamar a 30.000 soldados de reserva.
Columnas de humo y polvo se elevaban en un cielo surcado por las estelas de los cohetes disparados desde Gaza, donde se enterraba a cuatro niños pequeños que murieron por los ataques del miércoles.
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, dijo que los militantes palestinos pagarán el precio por disparar esos misiles.
Casi en simultáneo, aviones israelíes realizaron más de 25 ataques nocturnos sobre objetivos clave. Los embates impactaron, por ejemplo, en un generador de electricidad que abastece la casa del primer ministro de Hamas, Ismail Haniyeh.
El conflicto, iniciado por Israel tras matar al jefe militar de Hamas, aviva un fuego ya encendido en Oriente Medio luego de dos años de revoluciones y una guerra civil en Siria.
El presidente egipcio, Mohamed Mursi, que Hamás considera un protector, lideró las críticas de aliados palestinos contra los ataques israelíes.
El primer ministro egipcio, Hisham Kandil, visitará Gaza el viernes con otros miembros del Gobierno en una muestra de apoyo al enclave, según un miembro del gabinete. Israel prometió que la delegación no sufriría daños.
Israel afirma que su ofensiva responde a la escalada de ataques con misiles disparados desde Gaza. El nivel de bombardeos israelíes no ha alcanzado el punto registrado antes de su última invasión en Gaza, en el 2008, pero las autoridades israelíes dicen que un ataque por tierra sigue siendo una opción.
La policía israelí dijo que tres personas murieron cuando un cohete impactó en un edificio de cuatro plantas en Kiryat Malachi, a unos 25 kilómetros al norte de Gaza, en las primeras bajas israelíes en esta última etapa del conflicto en la zona.
Las sirenas antiaéreas hicieron que los vecinos corrieran a buscar refugio en Tel Aviv, una ciudad mediterránea que no ha recibido el impacto de un cohete desde la Guerra del Golfo de 1991. Fuentes israelíes señalaron que uno de los cohetes cayó en el mar, y el otro en una zona deshabitada de los suburbios de la ciudad.
Más de tres millones de personas viven en la zona metropolitana, lo que supone más del 40 por ciento de la población del país. "Esta escalada tendrá un precio que el otro lado tendrá que pagar", dijo Barak en una aparición en televisión poco después del ataque.
En otra comparecencia simultánea en Gaza, el primer ministro de Hamás, Ismail Haniyeh, instó a Egipto a ayudar más a los palestinos. "Acudimos a los hermanos en Egipto para que tomen medidas que detengan a este enemigo", dijo.
Tras asistir impotente al desarrollo de la Primavera Árabe en su patio trasero, Israel se ha encontrado en el centro de un volátil nuevo mundo en el que Hamás espera que Mursi y sus ahora dominantes Hermanos Musulmanes de Egipto sean sus protectores.
"Los israelíes deben darse cuenta de que esta agresión es inaceptable y sólo llevaría a inestabilidad en la región y afectaría de forma importante y negativa a la seguridad de la región", dijo Mursi.
El nuevo conflicto es el mayor desafío hasta la fecha para el compromiso de Mursi con el tratado de paz firmado en 1979 por Egipto e Israel, que Occidente considera la base de la paz en Oriente Próximo.
Los Hermanos Musulmanes, que llevaron a Mursi al poder en unas elecciones tras la caída del líder autocrático Hosni Mubarak, han pedido un "Día de Furia" en las capitales árabes el viernes. Los Hermanos Musulmanes son considerados mentores espirituales de Hamas.
ASESINATO
La ofensiva comenzó el miércoles, cuando un ataque aéreo de precisión israelí acabó con el líder militar de Hamás Ahmed Al Jaabari. Israel inició entonces el bombardeo del enclave desde tierra, mar y aire.
En el funeral de Jaabari el jueves, sus seguidores dispararon al aire para celebrar la noticia de las muertes israelíes, entre cantos de "Has ganado" dirigidos a Jaabari.
Su cuerpo fue llevado a través de las calles envuelto en una sábana blanca manchada de sangre. Pero las figuras más importantes de Hamas no aparecieron, por temor a que Israel los tuviera en la mira.
El Ejército israelí dijo que se habían alcanzado 250 objetivos en Gaza, entre ellos más de 130 lanzacohetes.
Más de 270 cohetes han caído en Israel desde el inicio de las operaciones, señaló el Ejército, y el interceptor Cúpula de Hierro ha derribado más de 105 cohetes dirigidos contra zonas residenciales.
Esperando días de más combates y casi inevitables bajas civiles, aviones israelíes lanzaron panfletos en Gaza diciendo a los residentes que se mantengan alejados de Hamas y otros milicianos.
Estados Unidos condenó a Hamás, rechazado por Occidente como un obstáculo para la paz por su negativa a renunciar a la violencia y a reconocer a Israel.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sostuvo una reunión de emergencia tarde el miércoles para discutir la incursión israelí, aunque no tomó acciones.
El presidente francés, Francois Hollande, inició conversaciones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con otros líderes mundiales en un intento por frenar la escalada de violencia en la Franja de Gaza.
"LAS PUERTAS DEL INFIERNO"
Irán, declarado enemigo de Israel y que respalda y brinda armas a Hamas, condenó la ofensiva del Estado judío como "terrorismo organizado".
La milicia chiita del Líbano Hezbollah, que tiene sus propios cohetes apuntando a Israel, denunció los ataques en Gaza como una "agresión criminal", pero se abstuvo de disparar.
Una segunda guerra en Gaza ha asomado en el horizonte por meses debido a una intensificación del intercambio de disparos entre Israel y los palestinos.
Netanyahu, favorito en los sondeos para una elección general el 22 de enero, dijo que Hamas estaba cometiendo un doble crimen de guerra al disparar contra civiles israelíes y esconderse detrás de civiles palestinos, y enfatizó que la operación en Gaza se podría profundizar.
"Espero que Hamas y las otras organizaciones terroristas en Gaza entiendan el mensaje", señaló. "Si no, Israel está listo para tomar cualquier acción necesaria para defender a nuestra gente", agregó.
Por su parte, Hamas dijo que el asesinato de su jefe militar "abrirá las puertas del infierno" para Israel.
Luego de observar impotente las revueltas de la Primavera Arabe, Israel quedó en el centro de una volátil región con una estructura política adversa.
"Los israelíes deben darse cuenta de que su agresión es inaceptable y sólo generará inestabilidad en la región. Esto tendrá un impacto grave y negativo en la seguridad de la región", dijo el mandatario egipcio Mursi, aunque no había señales inmediatas de que El Cairo fuera a tomar acciones radicales.
Egipto, el vecino árabe más poderoso de Israel, retiró su embajador de Tel Aviv el miércoles.
Gaza tiene unos 35.000 combatientes palestinos, pero que no pueden compararse con el arsenal de Israel, que incluye bombarderos, helicópteros Apache, tanques Merkava y otras armas modernas, en manos de una fuerza de 450.000 soldados, entre conscriptos y reservistas.