Cierra el mítico estadio donde Brasil ganó su primer Mundial
Estocolmo, EFE
El estadio nacional de Råsunda en Estocolmo, escenario de la final del Mundial de 1958, donde Brasil ganó su primer título y Pelé se dio a conocer al mundo, cerró anoche sus puertas tras 75 años de historia. Y lo hizo con una derrota, igual que el día de su inauguración: si en 1937 fue Inglaterra la que goleó a Suecia (4-0) en un amistoso, anoche fue el Nápoles el que superó al AIK por 2 a 1 en partido de la Liga Europa.
La "decepcionante" derrota, que se consumó en los minutos de descuento, no empañó una noche emotiva en la que más de 28.000 espectadores dieron su adiós a Råsunda, "más que un estadio" y cuya desaparición hace del mundo del fútbol "un lugar un poco más oscuro", escribe hoy el diario sueco 'Aftonbladet'.
"Una última vez resonarán nuestros cantos en el agrietado cemento de Råsunda", se podía leer en una pancarta con que la hinchada recibió a los jugadores del AIK antes del inicio del partido, en medio de un ambiente festivo que no decayó los noventa minutos.
El gol de penalti de Cavani en el descuento, que certificó la derrota del AIK y su eliminación de la Liga Europa, no restó emoción a la despedida, con los jugadores locales sosteniendo sobre el césped otra pancarta dirigida al estadio -"Te extrañaremos el resto de nuestra vida"- y una ofrenda floral de la hinchada.
Se cerró así una historia de 205 partidos de la selección sueca y más de un millar del AIK, el club de Solna, el municipio del área metropolitana de Estocolmo donde se ubica y que acoge también, a unos pocos cientos de metros, el nuevo estadio nacional Friends Arena, donde Suecia derrotó hace unas semanas a Inglaterra (4-2).
A pesar de la accidentada inauguración hace 75 años por el entonces monarca Gustavo V, que dio en su discurso por abierto "un estadio de tenis", Råsunda ha llegado a formar parte de la historia del fútbol y es con el Rose Bowl de Pasadena (EEUU) el único que ha acogido una final de un Mundial masculino (1958) y femenino (1995).
Råsunda es recordado sobre todo por ser el escenario del último partido del Mundial de 1958, en el que Brasil superó a Suecia por 5-2 después de haber asombrado con su fútbol todo el torneo y haber presentado al mundo a Pelé, que entonces tenía 17 años.
El último partido jugado por la selección sueca en Råsunda en agosto pasado fue también contra Brasil, y finalizó igualmente con victoria "verde-amarela" (3-0).
La directiva del AIK abrirá el estadio unas horas este domingo para que los aficionados puedan llevarse recuerdos en forma de trozos de césped o butacas. Pero muchos hinchas prefirieron adelantarse anoche y arrancaron parte del mobiliario del mítico estadio. que será derribado para acoger una zona de viviendas.
El estadio nacional de Råsunda en Estocolmo, escenario de la final del Mundial de 1958, donde Brasil ganó su primer título y Pelé se dio a conocer al mundo, cerró anoche sus puertas tras 75 años de historia. Y lo hizo con una derrota, igual que el día de su inauguración: si en 1937 fue Inglaterra la que goleó a Suecia (4-0) en un amistoso, anoche fue el Nápoles el que superó al AIK por 2 a 1 en partido de la Liga Europa.
La "decepcionante" derrota, que se consumó en los minutos de descuento, no empañó una noche emotiva en la que más de 28.000 espectadores dieron su adiós a Råsunda, "más que un estadio" y cuya desaparición hace del mundo del fútbol "un lugar un poco más oscuro", escribe hoy el diario sueco 'Aftonbladet'.
"Una última vez resonarán nuestros cantos en el agrietado cemento de Råsunda", se podía leer en una pancarta con que la hinchada recibió a los jugadores del AIK antes del inicio del partido, en medio de un ambiente festivo que no decayó los noventa minutos.
El gol de penalti de Cavani en el descuento, que certificó la derrota del AIK y su eliminación de la Liga Europa, no restó emoción a la despedida, con los jugadores locales sosteniendo sobre el césped otra pancarta dirigida al estadio -"Te extrañaremos el resto de nuestra vida"- y una ofrenda floral de la hinchada.
Se cerró así una historia de 205 partidos de la selección sueca y más de un millar del AIK, el club de Solna, el municipio del área metropolitana de Estocolmo donde se ubica y que acoge también, a unos pocos cientos de metros, el nuevo estadio nacional Friends Arena, donde Suecia derrotó hace unas semanas a Inglaterra (4-2).
A pesar de la accidentada inauguración hace 75 años por el entonces monarca Gustavo V, que dio en su discurso por abierto "un estadio de tenis", Råsunda ha llegado a formar parte de la historia del fútbol y es con el Rose Bowl de Pasadena (EEUU) el único que ha acogido una final de un Mundial masculino (1958) y femenino (1995).
Råsunda es recordado sobre todo por ser el escenario del último partido del Mundial de 1958, en el que Brasil superó a Suecia por 5-2 después de haber asombrado con su fútbol todo el torneo y haber presentado al mundo a Pelé, que entonces tenía 17 años.
El último partido jugado por la selección sueca en Råsunda en agosto pasado fue también contra Brasil, y finalizó igualmente con victoria "verde-amarela" (3-0).
La directiva del AIK abrirá el estadio unas horas este domingo para que los aficionados puedan llevarse recuerdos en forma de trozos de césped o butacas. Pero muchos hinchas prefirieron adelantarse anoche y arrancaron parte del mobiliario del mítico estadio. que será derribado para acoger una zona de viviendas.