¿Quién es el votante indeciso en EEUU? puede ser "mamá Walmart"
Nueva York, EP
Hay que conocer al votante indeciso. A veces visto como el gran premio electoral en Estados Unidos, es probable que este ciudadano sea mujer, blanca, carente de educación universitaria y gane menos de 25.000 dólares anuales, según datos de Reuters/Ipsos investigados en el transcurso del 2012.
El sector "indeciso" constituye aproximadamente el 6 por ciento del electorado de Estados Unidos y tiene una concentración ligeramente mayor en algunos estados del norte, entre ellos Ohio y Wisconsin, que son clave para determinar el resultado de una elección cerrada.
Pese a que esos votantes son difíciles de ganar y tal vez existen pocas posibilidades de que acudan a las urnas, continúan captando la atención de los equipos de campaña y analistas políticos por su potencial para inclinar el resultado en una carrera electoral reñida.
Tras una larga campaña, los indecisos también se han ganado las burlas de algunos comediantes, incrédulos de que alguien puedan seguir en la incertidumbre a estas alturas de la carrera.
"Votante poco informado" es una de las frase más corteses con las que se conoce a este grupo.
OTRAS PREOCUPACIONES
Neil Newhouse, encuestador de la campaña de Romney, califica el grupo de indecisos como "Mamás Walmart". El 54 por ciento de los votantes indecisos son mujeres, según los datos de Reuters/Ipsos.
"Están preocupadas por sus presupuestos familiares, no por el presupuesto nacional", dice Newhouse. "Están inquietas por poner comida en la mesa o gasolina en el estanque. Ellos no han sintonizado con la campaña porque todavía están luchando con su vida cotidiana", agrega.
Entre los encuestados del sondeo de Reuters/Ipsos, el grupo de indecisos fue el que más eligió las opciones "ninguno", "no sé" o "no contesta" ante una amplia gama de preguntas sobre los candidatos presidenciales y los temas políticos nacionales.
La mayoría de ellos cree que el país va por el camino equivocado -el 75 por ciento- y es mucho más propensa a responder "ninguno" ante la pregunta de cuál candidato es más simpático o más elocuente.
"Simplemente no siento que alguno de ellos sea digno de confianza", dice Helen Krueger, una votante indecisa y madre de siete hijos de Grants Pass, Oregón.
"Normalmente sé por quién voy a votar. Esta vez tengo que investigar más", agrega esta mujer de 54 años, quien votó por el republicano John McCain en el 2008.
A juicio de Krueger, Obama ha hecho un "mal trabajo", pero al ser consultada sobre Romney dice que "no deberíamos cobrar impuestos a las clases medias y bajas y dejar que los ricos no paguen (impuestos), y eso es lo que siento que él quiere hacer".
Lynette Povsha, de 39 años, otra votante indecisa de Missoula, Montana, lleva tres años sin trabajo y hace caso omiso a sus cuentas médicas. Ella dice que ninguno de los candidatos le ofrece esperanzas.
"La economía sigue empeorando. Tengo la electricidad cortada desde hace meses", dice Povsha, quien también votó por McCain en el 2008. "No veo que alguno de estos aspirantes presidenciales pueda hacer algo por mí. Podría poner Mickey Mouse en el voto presidencial", agregó.
DeEntre Thompson, un chofer de autobús escolar de Columbus, Ohio, duda que Obama o Romney puedan ganarse su voto. Este hombre de 38 años confiesa que votó por el demócrata Bill Clinton en dos ocasiones, dos veces por el republicano George W. Bush y, "a regañadientes", por McCain en el 2008.
"Con los dos payasos que están compitiendo (...) yo digo estar indeciso, ya que no tengo una tercera opción", sostiene Thompson, lamentando la falta de un candidato fuerte de un tercer partido.
"Si uno de ellos se presentara en mi puerta y me pagara todas las cuentas, podría convencerme. Cualquier cosa menos eso, no", aseguró.
¿VALE LA PENA EL ESFUERZO?
Los expertos debaten si es más rentable cortejar a los votantes indecisos o gastar el tiempo y el dinero en conseguir partidarios leales en las urnas.
"Lo más importante en esta carrera es qué partido será más capaz de motivar a su base", explica Andrew Smith, director del centro de encuestas de la Universidad de New Hampshire.
Pese a esto, Smith asegura que sería útil para las campañas ir posteriormente a captar a los indecisos, ya que en varios estados es una carrera muy cerrada "que podría decidirse por uno o dos puntos porcentuales".
La campaña de Romney está haciendo un esfuerzo especial por atraer a los indecisos en estados clave con llamadas telefónicas, correo directo, correo electrónico y contactos personales, dice Newhouse.
En tanto, la campaña de Obama tiene una extensa organización en terreno que enfatiza el contacto personal con los votantes indecisos.
Este tipo de contacto es la forma más eficaz de movilizar a los indecisos, sostiene Diana Owen, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Georgetown, pero también es caro.
Sin embargo, Owen dice que esto se podría amortizar al ganar un electorado importante. "Como vimos en el 2000, se necesitan muy pocos votos para cambiar el resultado de una elección", concluye.
Hay que conocer al votante indeciso. A veces visto como el gran premio electoral en Estados Unidos, es probable que este ciudadano sea mujer, blanca, carente de educación universitaria y gane menos de 25.000 dólares anuales, según datos de Reuters/Ipsos investigados en el transcurso del 2012.
El sector "indeciso" constituye aproximadamente el 6 por ciento del electorado de Estados Unidos y tiene una concentración ligeramente mayor en algunos estados del norte, entre ellos Ohio y Wisconsin, que son clave para determinar el resultado de una elección cerrada.
Pese a que esos votantes son difíciles de ganar y tal vez existen pocas posibilidades de que acudan a las urnas, continúan captando la atención de los equipos de campaña y analistas políticos por su potencial para inclinar el resultado en una carrera electoral reñida.
Tras una larga campaña, los indecisos también se han ganado las burlas de algunos comediantes, incrédulos de que alguien puedan seguir en la incertidumbre a estas alturas de la carrera.
"Votante poco informado" es una de las frase más corteses con las que se conoce a este grupo.
OTRAS PREOCUPACIONES
Neil Newhouse, encuestador de la campaña de Romney, califica el grupo de indecisos como "Mamás Walmart". El 54 por ciento de los votantes indecisos son mujeres, según los datos de Reuters/Ipsos.
"Están preocupadas por sus presupuestos familiares, no por el presupuesto nacional", dice Newhouse. "Están inquietas por poner comida en la mesa o gasolina en el estanque. Ellos no han sintonizado con la campaña porque todavía están luchando con su vida cotidiana", agrega.
Entre los encuestados del sondeo de Reuters/Ipsos, el grupo de indecisos fue el que más eligió las opciones "ninguno", "no sé" o "no contesta" ante una amplia gama de preguntas sobre los candidatos presidenciales y los temas políticos nacionales.
La mayoría de ellos cree que el país va por el camino equivocado -el 75 por ciento- y es mucho más propensa a responder "ninguno" ante la pregunta de cuál candidato es más simpático o más elocuente.
"Simplemente no siento que alguno de ellos sea digno de confianza", dice Helen Krueger, una votante indecisa y madre de siete hijos de Grants Pass, Oregón.
"Normalmente sé por quién voy a votar. Esta vez tengo que investigar más", agrega esta mujer de 54 años, quien votó por el republicano John McCain en el 2008.
A juicio de Krueger, Obama ha hecho un "mal trabajo", pero al ser consultada sobre Romney dice que "no deberíamos cobrar impuestos a las clases medias y bajas y dejar que los ricos no paguen (impuestos), y eso es lo que siento que él quiere hacer".
Lynette Povsha, de 39 años, otra votante indecisa de Missoula, Montana, lleva tres años sin trabajo y hace caso omiso a sus cuentas médicas. Ella dice que ninguno de los candidatos le ofrece esperanzas.
"La economía sigue empeorando. Tengo la electricidad cortada desde hace meses", dice Povsha, quien también votó por McCain en el 2008. "No veo que alguno de estos aspirantes presidenciales pueda hacer algo por mí. Podría poner Mickey Mouse en el voto presidencial", agregó.
DeEntre Thompson, un chofer de autobús escolar de Columbus, Ohio, duda que Obama o Romney puedan ganarse su voto. Este hombre de 38 años confiesa que votó por el demócrata Bill Clinton en dos ocasiones, dos veces por el republicano George W. Bush y, "a regañadientes", por McCain en el 2008.
"Con los dos payasos que están compitiendo (...) yo digo estar indeciso, ya que no tengo una tercera opción", sostiene Thompson, lamentando la falta de un candidato fuerte de un tercer partido.
"Si uno de ellos se presentara en mi puerta y me pagara todas las cuentas, podría convencerme. Cualquier cosa menos eso, no", aseguró.
¿VALE LA PENA EL ESFUERZO?
Los expertos debaten si es más rentable cortejar a los votantes indecisos o gastar el tiempo y el dinero en conseguir partidarios leales en las urnas.
"Lo más importante en esta carrera es qué partido será más capaz de motivar a su base", explica Andrew Smith, director del centro de encuestas de la Universidad de New Hampshire.
Pese a esto, Smith asegura que sería útil para las campañas ir posteriormente a captar a los indecisos, ya que en varios estados es una carrera muy cerrada "que podría decidirse por uno o dos puntos porcentuales".
La campaña de Romney está haciendo un esfuerzo especial por atraer a los indecisos en estados clave con llamadas telefónicas, correo directo, correo electrónico y contactos personales, dice Newhouse.
En tanto, la campaña de Obama tiene una extensa organización en terreno que enfatiza el contacto personal con los votantes indecisos.
Este tipo de contacto es la forma más eficaz de movilizar a los indecisos, sostiene Diana Owen, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Georgetown, pero también es caro.
Sin embargo, Owen dice que esto se podría amortizar al ganar un electorado importante. "Como vimos en el 2000, se necesitan muy pocos votos para cambiar el resultado de una elección", concluye.