Ocho muertos en inicio de ‘guerra’

DAMASCO, AFP
Los rebeldes sirios se apoderaron ayer de un poblado fronterizo con Turquía después de encarnizados combates contra las fuerzas del régimen en los que murieron 40 soldados, mientras que las tropas turcas respondieron nuevamente con salvas de artillería después de que cayeran obuses en su territorio.
Desde que comenzó la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad que se transformó en guerra civil, el ejército sirio ha perdido importantes sectores en el norte del país a lo largo de la frontera con Turquía, ahora bajo control de los insurgentes en el oeste o de los kurdos en el este.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), el sábado los rebeldes tomaron el control de Jirbet al Joz, en la provincia de Idleb (noroeste), a dos kilómetros de la frontera con Turquía, país que apoya a los insurgentes sirios.

Los combates entre rebeldes y soldados regulares dejaron 40 muertos entre las tropas del régimen y nueve entre los insurgentes en este poblado totalmente abandonado por sus habitantes, según el opositor OSDH.

Del otro lado de la frontera, el ejército turco respondió a nuevos disparos provenientes de Siria que impactaron en su territorio en la provincia de Hatay (sureste) sin causar víctimas ni daños, informó una fuente oficial.

Después del grave incidente ocurrido el miércoles y que costó la vida a cinco civiles turcos en otro poblado fronterizo, Turquía responde sistemáticamente mediante salvas de artillería a los disparos sirios que caen en su territorio, acentuando la tensión entre Damasco y Ankara y aumentando los temores de una extensión del conflicto sirio.

Signo de esta tensión, la agencia oficial siria SANA anunció el sábado que el ejército sirio había matado en Alepo (norte) a cuatro “terroristas” turcos combatiendo en las filas de los rebeldes.

En momentos en que las violencias hacen furor en todo el país, donde más de 31.000 personas, en su mayoría civiles, han muerto desde hace 19 meses según el OSDH, el presidente Bashar al Asad efectuó una poco común aparición en público el sábado en la mañana en Damasco, según los medios oficiales sirios.

La televisión lo mostró dando la mano a altos responsables militares y civiles y besando a unas niñas delante del monumento a los muertos en la guerra contra Israel en octubre de 1973.

Siempre en la capital, las fuerzas de seguridad estaban desplegadas masivamente en el bario de Muhajirin (norte) donde efectuaba allanamientos casa por casa, según el OSDH.

En otros lugares del país, el ejército bombardeó una vez más los bastiones rebeldes, en particular en Alepo y en la provincia de Homs (centro), según el OSDH.

En la misma ciudad de Homs, la tercera de Siria, el bombardeo del barrio rebelde de Jaldiyé prosiguió y se produjeron enfrentamientos cuando el ejército trató de ingresar a varias zonas en manos de los rebeldes.

El sábado, la violencia en el país dejó 88 muertos, de los cuales 38 soldados, 32 rebeldes y 18 civiles, según el OSDH.

En el terreno diplomático, el representante en Damasco del mediador de la ONU y la Liga Árabe Lajdar Brahimi, se reunió este sábado con miembros de la oposición armada en el marco de las negociaciones impulsadas con todas las partes del conflicto, indicó a la AFP un responsable de la ONU.

Mojtar Lamani viajó a la región de Lajat (a 50 km al sur de Damasco) y “se reunió con dirigentes de la oposición armada”, indicó el portavoz de la misión de la ONU Jaled al Masri.

Brahimi, que sucedió a Kofi Annan cuyo plan de paz nunca fue aplicado, viajó a Damasco a mediados de septiembre para reunirse con el presidente Asad, sin obtener concesiones de su parte.

En una declaración por televisión, el ministro de Defensa sirio, el general Fahd al Freij, aseguró el sábado que la victoria está “cerca”, y tendió la mano a los rebeldes: “La patria abre sus brazos a todos sus hijos, incluso a aquellos que cometieron errores”.

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