Obama busca sacar ventaja en los temas sociales
WASHINGTON, AFP
Aborto, contracepción y matrimonio homosexual: el presidente estadounidense, Barack Obama, ha elaborado cuidadosamente una plataforma social orientada a poner contra las cuerdas a su rival republicano, Mitt Romney.
Las promesas de Romney a los conservadores durante las primarias republicanas de este año pusieron de relieve sus posiciones sobre temas candentes, posturas que Obama espera que resulten demasiado crudas para los votantes centristas, los independientes y para millones de mujeres.
"Malo para las mujeres": el Partido Demócrata ha insistido en este mensaje anti-Romney durante la campaña, alegando que una victoria del candidato presidencial republicano supondría un paso atrás en el acceso a un sistema de salud reproductiva, al control de la natalidad y a un aborto seguro.
La Corte Suprema de Justicia confirmó en 1973 el derecho de la mujer al aborto, una decisión que varios líderes republicanos intentaron rectificar.
Romney, quien pasó del derecho a decidir a una posición prohibicionista durante su mandato de gobernador de Massachusetts entre 2003 y 2007, manifestó su esperanza de que el máximo tribunal de Estados Unidos vuelva a abordar el tema, y prometió designar jueces que reflejen sus opiniones contrarias al aborto.
Romney eligió a un compañero de fórmula ferozmente anti-aborto, el legislador Paul Ryan, quien ha dicho: "Estoy tan a favor de la vida como pueda estarlo una persona". Según la organización NARAL, favorable a la libre interrupción del embarazo, Ryan apoyó proyectos de ley que pretendían ilegalizar el aborto en casi todos los casos, incluidos los de violación o incesto.
Obama llamó públicamente a legisladores y grupos civiles a sumar esfuerzos para prevenir los embarazos no deseados, y pidió que no se permitiera que "un grupo de hombres en Washington" tomara las decisiones sobre temas que atañen a la salud de las mujeres.
La línea de argumentación de Obama es clara: el 58% de las votantes mujeres le apoya, contra un 38% a Romney, según un sondeo de Quinnipiac divulgado el martes. El electorado femenino en Estados Unidos representa el 53% del total, y el fuerte apoyo que le otorgó a Obama en 2008 le ayudó a llegar a la Casa Blanca.
A causa del déficit de apoyo entre las mujeres -por no mencionar su escaso seguimiento entre negros e hispanos-, Romney debería arrasar por un amplio margen entre el electorado blanco masculino para derrotar a su rival.
Los votantes estadounidenses se han enfrentado desde hace tiempo con el derecho al aborto como tema social controvertido, pero Obama puso en primer plano otro tema candente en mayo, cuando se convirtió en el primer presidente en apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
"Asumió un riesgo calculado", dijo a AFP Kareem Crayton, profesor de ciencia política en la universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, aunque haga que "su reelección sea un poco más difícil en algunos estados".
La postura de Obama sobre el matrimonio homosexual está ampliamente en sintonía con la opinión pública estadounidense. Los sondeos dan cuenta de un desplazamiento a partir de 2010 a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Romney, por el contrario, sostiene que el matrimonio es una unión exclusivamente "entre un hombre y una mujer".
Obama ha dejado al margen otros temas prioritarios para el ala izquierda de su partido, como el control de la venta de armas, el fin de la pena de muerte y la despenalización del consumo de marihuana.
Incluso tras las matanzas del último verano, como la del cine de Colorado durante la exhibición de una película de Batman, Obama siguió diciendo vaguedades sobre la necesidad de prevenir la violencia y reiterando su apoyo al derecho a portar armas, lo que encaja con la opinión de la mayoría de los norteamericanos.
Si alguna vez apoyó una moratoria de las ejecuciones, desde su elección como presidente admitió su apoyo a la pena capital únicamente en el caso de "crímenes odiosos" como el terrorismo.
A pesar de que el apoyo ha caído en los últimos 20 años, alrededor de 61% de los estadounidenses sigue defendiendo la pena de muerte, según un sondeo de Gallup.
Temas como éstos dominaron buena parte de los discursos durante las primarias republicanas, en las que Romney se batió contra conservadores duros como el exsenador Rick Santorum y el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich.
Pero esos tópicos fueron dejados de lado cuando el presidente y su rival se enfocaron centralmente en el estado de la economía.
Los temas sociales "siguen siendo, definitivamente, relevantes", especialmente cuando se trata de motivar a las bases de un partido, según Christina Greer, profesora y experta en temas electorales en la Universidad Fordham.
Pero el voto que los candidatos están "tratando de ganar justamente ahora es el voto de gente independiente o indecisa, y para esas personas, los sondeos indican que la economía es lo que cuenta" para tomar una decisión el 6 de noviembre, agrega Greer.
Aborto, contracepción y matrimonio homosexual: el presidente estadounidense, Barack Obama, ha elaborado cuidadosamente una plataforma social orientada a poner contra las cuerdas a su rival republicano, Mitt Romney.
Las promesas de Romney a los conservadores durante las primarias republicanas de este año pusieron de relieve sus posiciones sobre temas candentes, posturas que Obama espera que resulten demasiado crudas para los votantes centristas, los independientes y para millones de mujeres.
"Malo para las mujeres": el Partido Demócrata ha insistido en este mensaje anti-Romney durante la campaña, alegando que una victoria del candidato presidencial republicano supondría un paso atrás en el acceso a un sistema de salud reproductiva, al control de la natalidad y a un aborto seguro.
La Corte Suprema de Justicia confirmó en 1973 el derecho de la mujer al aborto, una decisión que varios líderes republicanos intentaron rectificar.
Romney, quien pasó del derecho a decidir a una posición prohibicionista durante su mandato de gobernador de Massachusetts entre 2003 y 2007, manifestó su esperanza de que el máximo tribunal de Estados Unidos vuelva a abordar el tema, y prometió designar jueces que reflejen sus opiniones contrarias al aborto.
Romney eligió a un compañero de fórmula ferozmente anti-aborto, el legislador Paul Ryan, quien ha dicho: "Estoy tan a favor de la vida como pueda estarlo una persona". Según la organización NARAL, favorable a la libre interrupción del embarazo, Ryan apoyó proyectos de ley que pretendían ilegalizar el aborto en casi todos los casos, incluidos los de violación o incesto.
Obama llamó públicamente a legisladores y grupos civiles a sumar esfuerzos para prevenir los embarazos no deseados, y pidió que no se permitiera que "un grupo de hombres en Washington" tomara las decisiones sobre temas que atañen a la salud de las mujeres.
La línea de argumentación de Obama es clara: el 58% de las votantes mujeres le apoya, contra un 38% a Romney, según un sondeo de Quinnipiac divulgado el martes. El electorado femenino en Estados Unidos representa el 53% del total, y el fuerte apoyo que le otorgó a Obama en 2008 le ayudó a llegar a la Casa Blanca.
A causa del déficit de apoyo entre las mujeres -por no mencionar su escaso seguimiento entre negros e hispanos-, Romney debería arrasar por un amplio margen entre el electorado blanco masculino para derrotar a su rival.
Los votantes estadounidenses se han enfrentado desde hace tiempo con el derecho al aborto como tema social controvertido, pero Obama puso en primer plano otro tema candente en mayo, cuando se convirtió en el primer presidente en apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
"Asumió un riesgo calculado", dijo a AFP Kareem Crayton, profesor de ciencia política en la universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, aunque haga que "su reelección sea un poco más difícil en algunos estados".
La postura de Obama sobre el matrimonio homosexual está ampliamente en sintonía con la opinión pública estadounidense. Los sondeos dan cuenta de un desplazamiento a partir de 2010 a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Romney, por el contrario, sostiene que el matrimonio es una unión exclusivamente "entre un hombre y una mujer".
Obama ha dejado al margen otros temas prioritarios para el ala izquierda de su partido, como el control de la venta de armas, el fin de la pena de muerte y la despenalización del consumo de marihuana.
Incluso tras las matanzas del último verano, como la del cine de Colorado durante la exhibición de una película de Batman, Obama siguió diciendo vaguedades sobre la necesidad de prevenir la violencia y reiterando su apoyo al derecho a portar armas, lo que encaja con la opinión de la mayoría de los norteamericanos.
Si alguna vez apoyó una moratoria de las ejecuciones, desde su elección como presidente admitió su apoyo a la pena capital únicamente en el caso de "crímenes odiosos" como el terrorismo.
A pesar de que el apoyo ha caído en los últimos 20 años, alrededor de 61% de los estadounidenses sigue defendiendo la pena de muerte, según un sondeo de Gallup.
Temas como éstos dominaron buena parte de los discursos durante las primarias republicanas, en las que Romney se batió contra conservadores duros como el exsenador Rick Santorum y el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich.
Pero esos tópicos fueron dejados de lado cuando el presidente y su rival se enfocaron centralmente en el estado de la economía.
Los temas sociales "siguen siendo, definitivamente, relevantes", especialmente cuando se trata de motivar a las bases de un partido, según Christina Greer, profesora y experta en temas electorales en la Universidad Fordham.
Pero el voto que los candidatos están "tratando de ganar justamente ahora es el voto de gente independiente o indecisa, y para esas personas, los sondeos indican que la economía es lo que cuenta" para tomar una decisión el 6 de noviembre, agrega Greer.