Fuerzas pro-Gobierno controlan ex bastión de Gaddafi en Libia
Bani Walid, Reuters
Fuerzas leales al Gobierno de Libia tomaron el miércoles el control de Bani Walid, antiguo bastión de Gaddafi, dijeron comandantes, aunque se reportaban algunos focos de resistencia en las inmediaciones.
Miles de personas han huido este mes del baño de sangre causado por el enfrentamiento entre milicias en el aislado pueblo ubicado en lo alto de una colina, que fue uno de los últimos en rendirse ante los rebeldes que derrocaron a Muammar Gaddafi el año pasado.
La violencia en Bani Walid ha resaltado el persistente desorden en el país árabe productor de petróleo del norte de África.
Los combatientes pro-Gobierno gritaban el miércoles "¡Bani Walid es libre!", mientras decenas de camionetas cargadas de armas colmaban las calles del centro del pueblo, a unos 170 kilómetros al sur de la capital costera, Trípoli.
Con la intención de dejar su marca en un pueblo que dicen que aún alberga a muchos seguidores de Gaddafi, las fuerzas en favor del Gobierno lanzaron granadas y armas antiaéreas en edificios vacíos. El intenso ruido de disparos y explosiones no se detenía y el humo rodeaba gran parte del pueblo.
Los combatientes gritaban "Allahu Akbar" (Dios es Grande) y "Hoy Bani Walid está acabado", tocando las bocinas de sus autos y dejando oír música patriótica que provenía de sus camionetas.
"Hoy, 24 de octubre, Bani Walid es libre. No hay más milicias de Gaddafi dentro", dijo a Reuters Fathi Shahoud, comandante de un grupo de milicias alineadas con el Ministerio de Defensa. "Ahora controlamos la ciudad y nos quedaremos para garantizar la seguridad", añadió.
Tarek Nouri Abu-Shabi, un miembro de 21 años de la milicia Libia Libre, dijo: "Hay aún pequeños focos de lucha en las afueras. Hallamos armas dentro del pueblo".
Las fuerzas pro-Gobierno avanzaron sobre Bani Walid este mes luego de que Omran Shaban, ex combatiente rebelde que halló a Gaddafi escondido en Sirte dos meses después de que los insurgentes tomaran Trípoli, muriera tras permanecer detenido allí por dos meses.
Fuerzas que responden a los ministerios de Defensa y del Interior se dispusieron a hallar a los sospechosos de capturar y torturar a Shaban antes de ser finalmente liberado, y el congreso nacional dio a Bani Walid un plazo para entregarlos.
No obstante, la redada en Bani Walid muestra la incapacidad del Gobierno de Trípoli de reconciliar a grupos con largos resquemores, además de su fracaso para colocar bajo su control a muchas de las milicias que depusieron a Gaddafi.
Según la agencia estatal de noticias de Libia, los enfrentamientos en Bani Walid han causado la muerte de al menos 22 personas y lesionado a centenares. Miles de familias del lugar huyeron debido a la violencia.
El sábado, el líder del Congreso libio, Mohammed Magarief, dijo que no todas las zonas del país habían sido completamente "liberadas", un año después de la captura y muerte de Gaddafi.
Libia fue declarada liberada unos días después de la muerte del líder, el 20 de octubre del 2011, y si bien los nuevos gobernantes han llevado a la nación a elecciones, han tenido problemas para imponer su autoridad en un país lleno de armas militares en manos privadas.
Fuerzas leales al Gobierno de Libia tomaron el miércoles el control de Bani Walid, antiguo bastión de Gaddafi, dijeron comandantes, aunque se reportaban algunos focos de resistencia en las inmediaciones.
Miles de personas han huido este mes del baño de sangre causado por el enfrentamiento entre milicias en el aislado pueblo ubicado en lo alto de una colina, que fue uno de los últimos en rendirse ante los rebeldes que derrocaron a Muammar Gaddafi el año pasado.
La violencia en Bani Walid ha resaltado el persistente desorden en el país árabe productor de petróleo del norte de África.
Los combatientes pro-Gobierno gritaban el miércoles "¡Bani Walid es libre!", mientras decenas de camionetas cargadas de armas colmaban las calles del centro del pueblo, a unos 170 kilómetros al sur de la capital costera, Trípoli.
Con la intención de dejar su marca en un pueblo que dicen que aún alberga a muchos seguidores de Gaddafi, las fuerzas en favor del Gobierno lanzaron granadas y armas antiaéreas en edificios vacíos. El intenso ruido de disparos y explosiones no se detenía y el humo rodeaba gran parte del pueblo.
Los combatientes gritaban "Allahu Akbar" (Dios es Grande) y "Hoy Bani Walid está acabado", tocando las bocinas de sus autos y dejando oír música patriótica que provenía de sus camionetas.
"Hoy, 24 de octubre, Bani Walid es libre. No hay más milicias de Gaddafi dentro", dijo a Reuters Fathi Shahoud, comandante de un grupo de milicias alineadas con el Ministerio de Defensa. "Ahora controlamos la ciudad y nos quedaremos para garantizar la seguridad", añadió.
Tarek Nouri Abu-Shabi, un miembro de 21 años de la milicia Libia Libre, dijo: "Hay aún pequeños focos de lucha en las afueras. Hallamos armas dentro del pueblo".
Las fuerzas pro-Gobierno avanzaron sobre Bani Walid este mes luego de que Omran Shaban, ex combatiente rebelde que halló a Gaddafi escondido en Sirte dos meses después de que los insurgentes tomaran Trípoli, muriera tras permanecer detenido allí por dos meses.
Fuerzas que responden a los ministerios de Defensa y del Interior se dispusieron a hallar a los sospechosos de capturar y torturar a Shaban antes de ser finalmente liberado, y el congreso nacional dio a Bani Walid un plazo para entregarlos.
No obstante, la redada en Bani Walid muestra la incapacidad del Gobierno de Trípoli de reconciliar a grupos con largos resquemores, además de su fracaso para colocar bajo su control a muchas de las milicias que depusieron a Gaddafi.
Según la agencia estatal de noticias de Libia, los enfrentamientos en Bani Walid han causado la muerte de al menos 22 personas y lesionado a centenares. Miles de familias del lugar huyeron debido a la violencia.
El sábado, el líder del Congreso libio, Mohammed Magarief, dijo que no todas las zonas del país habían sido completamente "liberadas", un año después de la captura y muerte de Gaddafi.
Libia fue declarada liberada unos días después de la muerte del líder, el 20 de octubre del 2011, y si bien los nuevos gobernantes han llevado a la nación a elecciones, han tenido problemas para imponer su autoridad en un país lleno de armas militares en manos privadas.