EEUU admite que responder a los ataques internos es clave para el éxito en Afganistán
Bruselas, EP
El secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, ha reconocido que la operación en Afganistán está en "un momento crucial" y ha reconocido que garantizar "una respuesta eficaz a los ataques internos" es una de las tres claves que a su juicio hacen falta para garantizar "el éxito futuro" en Afganistán.
Panetta ha defendido que el éxito de la misión en Afganistán requiere en primer lugar "mantener un partenariado fuerte" para "ayudar a las fuerzas de seguridad afganas a hacer el relevo con éxito y a que asuman el liderazgo de la seguridad en todo Afganistán, tal y como está previsto, el año que viene".
Ello requiere "consolidar las capacidades del Ejército afgano y la Policía", motivo por el cual ha instado a los aliados a aportar los equipos de adiestramiento y asesoramiento que todavía faltan sobre el terreno. Ha confiado en que los aliados responderán a esta petición americana.
En segundo lugar, el éxito de la misión aliada en Afganistán pasa por garantizar en su opinión "una respuesta eficaz a los ataques internos" porque "el enemigo los explota para minar la confianza mutua y la cohesión". "He dejado muy claro que será un test para la coalición no tanto el problema de los ataques internos, sino más bien la eficacia con la que respondemos a estos ataques", ha explicado.
Después de que la OTAN suspendiera de forma temporal el pasado 18 de septiembre algunas operaciones conjuntas con las fuerzas afganas en respuesta a los ataques internos, Panetta ha asegurado que "la cooperación más estrecha" con "frustrará el deseo de los enemigos de capitalizar este problema".
El comandante de la misión en Afganistán, general estadounidense John Allen, y Panetta han informado a los aliados y al resto de socios de la misión de "los pasos" dados junto a las autoridades afganas "para reducir y derrotar esta amenaza".
"Esos pasos incluyen el entrenamiento reforzado, adaptar nuestra cooperación en base a información en tiempo real sobre amenazas, reforzar las comprobaciones (de reclutas) y las operaciones contrainteligencia y el uso de 'los ángeles guardianes' (las fuerzas internacionales y afganas que garantizan protección) para disuadir y parar a los atacantes", ha precisado.
DENTRO JUNTOS, FUERA JUNTOS
Panetta ha asegurado que la tercera clave del éxito en Afganistán pasa por garantizar "una ejecución cuidadosa del plan de la campaña" según avanza el repliegue de los aliados y ha insistido en la necesidad de mantener el principio de "dentro juntos, fuera juntos". "Hemos llegado demasiado lejos, ha habido demasiadas batallas como para no terminar el trabajo", ha avisado.
"De cara al hito de mediados de 2013 (cuando las fuerzas afganas deben asumir las operaciones de combate y la principal responsabilidad de la seguridad en todo el país) hasta el final de la transición en diciembre de 2014, anticipamos que operaremos desde menos bases y que el grueso del material saldrá de Afganistán", ha explicado.
Hasta el final de la transición, Estados Unidos seguirá prestando apoyo a las fuerzas afganas, pero Panetta ya ha dejado claro que "el alcance del apoyo cambiará mientras avanza la transición y reducimos conjuntamente nuestras fuerzas".
Panetta ha admitido que Estados Unidos está "abierto a cualquier oportunidad para avanzar en la reconciliación" con los talibán en un proceso "dirigido por los afganos", porque la solución final pasa por "un acuerdo político". El Gobierno afgano tendrá en todo caso que tener "la capacidad para asegurar la frontera" con Pakistán, algo que será "crítico".
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha dejado claro que "la estrategia y el calendario permanecen sin cambios" para completar el relevo a finales de 2014 y aunque ha apuntado que los aliados se toman "muy en serio" el "desafío real" que suponen los ataques internos, ha añadido que no tendrán un impacto en la estrategia pactada. "No dejaremos que el enemigo cambie la estrategia y socave la confianza que hemos construido", ha zanjado.
"Mientras se consolida la transición, veréis algunas de nuestras fuerzas redesplegarse o reducirse como parte de la estrategia que hemos acordado todos. Esto no es una salida acelerada sino el resultado lógico de la transición", ha zanjado.
Rasmussen ha explicado que esperan que los mandos militares sobre el terreno les trasladen sus recomendaciones sobre niveles de tropas necesarias "para finales de este año", para que se puedan tomar "las decisiones políticas" sobre próximas reducciones de tropas posibles. "Los repliegues seguirán un plan general y estarán bien coordinados", ha insistido el danés. "No dejaremos un vacío de seguridad", ha apostillado.
Los aliados confían en todo caso que las fuerzas afganas, que "pronto" llegarán al objetivo de contar con 352.000 efectivos, "estarán preparadas a finales de 2014" para asumir el control de todo el país, tras recordar que ya asumen la principal responsabilidad en zonas en las que viven el 75% de la población.
El secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, ha reconocido que la operación en Afganistán está en "un momento crucial" y ha reconocido que garantizar "una respuesta eficaz a los ataques internos" es una de las tres claves que a su juicio hacen falta para garantizar "el éxito futuro" en Afganistán.
Panetta ha defendido que el éxito de la misión en Afganistán requiere en primer lugar "mantener un partenariado fuerte" para "ayudar a las fuerzas de seguridad afganas a hacer el relevo con éxito y a que asuman el liderazgo de la seguridad en todo Afganistán, tal y como está previsto, el año que viene".
Ello requiere "consolidar las capacidades del Ejército afgano y la Policía", motivo por el cual ha instado a los aliados a aportar los equipos de adiestramiento y asesoramiento que todavía faltan sobre el terreno. Ha confiado en que los aliados responderán a esta petición americana.
En segundo lugar, el éxito de la misión aliada en Afganistán pasa por garantizar en su opinión "una respuesta eficaz a los ataques internos" porque "el enemigo los explota para minar la confianza mutua y la cohesión". "He dejado muy claro que será un test para la coalición no tanto el problema de los ataques internos, sino más bien la eficacia con la que respondemos a estos ataques", ha explicado.
Después de que la OTAN suspendiera de forma temporal el pasado 18 de septiembre algunas operaciones conjuntas con las fuerzas afganas en respuesta a los ataques internos, Panetta ha asegurado que "la cooperación más estrecha" con "frustrará el deseo de los enemigos de capitalizar este problema".
El comandante de la misión en Afganistán, general estadounidense John Allen, y Panetta han informado a los aliados y al resto de socios de la misión de "los pasos" dados junto a las autoridades afganas "para reducir y derrotar esta amenaza".
"Esos pasos incluyen el entrenamiento reforzado, adaptar nuestra cooperación en base a información en tiempo real sobre amenazas, reforzar las comprobaciones (de reclutas) y las operaciones contrainteligencia y el uso de 'los ángeles guardianes' (las fuerzas internacionales y afganas que garantizan protección) para disuadir y parar a los atacantes", ha precisado.
DENTRO JUNTOS, FUERA JUNTOS
Panetta ha asegurado que la tercera clave del éxito en Afganistán pasa por garantizar "una ejecución cuidadosa del plan de la campaña" según avanza el repliegue de los aliados y ha insistido en la necesidad de mantener el principio de "dentro juntos, fuera juntos". "Hemos llegado demasiado lejos, ha habido demasiadas batallas como para no terminar el trabajo", ha avisado.
"De cara al hito de mediados de 2013 (cuando las fuerzas afganas deben asumir las operaciones de combate y la principal responsabilidad de la seguridad en todo el país) hasta el final de la transición en diciembre de 2014, anticipamos que operaremos desde menos bases y que el grueso del material saldrá de Afganistán", ha explicado.
Hasta el final de la transición, Estados Unidos seguirá prestando apoyo a las fuerzas afganas, pero Panetta ya ha dejado claro que "el alcance del apoyo cambiará mientras avanza la transición y reducimos conjuntamente nuestras fuerzas".
Panetta ha admitido que Estados Unidos está "abierto a cualquier oportunidad para avanzar en la reconciliación" con los talibán en un proceso "dirigido por los afganos", porque la solución final pasa por "un acuerdo político". El Gobierno afgano tendrá en todo caso que tener "la capacidad para asegurar la frontera" con Pakistán, algo que será "crítico".
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha dejado claro que "la estrategia y el calendario permanecen sin cambios" para completar el relevo a finales de 2014 y aunque ha apuntado que los aliados se toman "muy en serio" el "desafío real" que suponen los ataques internos, ha añadido que no tendrán un impacto en la estrategia pactada. "No dejaremos que el enemigo cambie la estrategia y socave la confianza que hemos construido", ha zanjado.
"Mientras se consolida la transición, veréis algunas de nuestras fuerzas redesplegarse o reducirse como parte de la estrategia que hemos acordado todos. Esto no es una salida acelerada sino el resultado lógico de la transición", ha zanjado.
Rasmussen ha explicado que esperan que los mandos militares sobre el terreno les trasladen sus recomendaciones sobre niveles de tropas necesarias "para finales de este año", para que se puedan tomar "las decisiones políticas" sobre próximas reducciones de tropas posibles. "Los repliegues seguirán un plan general y estarán bien coordinados", ha insistido el danés. "No dejaremos un vacío de seguridad", ha apostillado.
Los aliados confían en todo caso que las fuerzas afganas, que "pronto" llegarán al objetivo de contar con 352.000 efectivos, "estarán preparadas a finales de 2014" para asumir el control de todo el país, tras recordar que ya asumen la principal responsabilidad en zonas en las que viven el 75% de la población.