Atentados en Alepo dejan al menos 40 muertos
Siria, AFP
Al menos 40 personas murieron, en su mayoría militares, y decenas resultaron heridas en un triple atentado con coche bomba en Alepo, la gran ciudad del norte de Siria que se disputan desde hace más de dos meses rebeldes y fuerzas gubernamentales.
En Damasco, periodistas de la AFP observaron un despliegue de seguridad fuera de lo habitual en las entradas de la capital, donde también se han registrado violentos combates desde mediados de julio.
Al menos 40 personas murieron y 90 resultaron heridas en los tres atentados en Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que citó fuentes médicas.
"La mayoría de los muertos y heridos son miembros de las fuerzas gubernamentales. Las explosiones tomaron como blanco un club de oficiales militares y puestos de control del ejército regular", indicó la ONG con sede en Gran Bretaña.
Un responsable de la segunda ciudad de Siria informó anteriormente de la muerte de 27 personas y de 72 heridos.
Dos coches bomba explotaron primero en un intervalo de un minuto en dos calles cercanas a un club de oficiales militares que da a la famosa plaza Sadala al Jabiri, en el corazón de Alepo, afirmó una fuente militar a la AFP.
Un tercer coche bomba explotó a 150 metros de la plaza, a la entrada de la ciudad vieja, en la que se registraron duros combates durante el fin de semana.
El corresponsal de la AFP vio, cerca del club, una parte de la fachada de un hotel destruida y los dos pisos de un café derrumbados. Uno de los heridos de la zona tenía el rostro cubierto con sangre.
Dos edificios derrumbados
La televisión oficial al Ikhbariya, que se refirió a atentados "terroristas", emitió imágenes de enormes destrucciones en la plaza, con al menos dos edificios totalmente derrumbados y cadáveres entre los escombros.
Desde el inicio de la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad en marzo de 2011, que se transformó con los meses en guerra civil en respuesta a la represión, las autoridades califican a los rebeldes de "terroristas" apoyados por el extranjero.
En Damasco, los militares organizaron varios puestos de control en las entradas de la capital, según los periodistas de la AFP que apuntan al carácter poco habitual de este despliegue.
El diario oficial al Baas había anunciado el martes el fin cercano de las operaciones de seguridad en el conjunto de la provincia de Damasco, donde el ejército bombardeó varias locales, en particular Duma (noreste).
En 18 meses de conflicto en Siria, más de 31.000 personas murieron, en su mayoría civiles, según el OSDH.
No se vislumbra ninguna salida al conflicto debido en parte a las profundas divisiones en el seno de la comunidad internacional, entre Occidente que reclama un salida del presidente Bashar al Asad, y el eje Rusia-China-Irán, aliado de Damasco.
En este contexto, el mediador internacional Lakhdar Brahimi tiene previsto volver a la región esta semana para esforzarse en lograr un cese de los bombardeos por parte del régimen, y a cambio que los insurgentes disminuyan los ataques.
Reiterando las preocupaciones de varios responsables internacionales, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil el Arabi, advirtió el martes de que las consecuencias de la crisis siria "podrían ser catastróficas no solo para Siria, sino para todo el mundo árabe".
Las violencias en Siria desbordan regularmente a los países vecinos, en Jordania, Turquía, Irak o Líbano, donde se registran entre otros enfrentamientos en las fronteras.
Estos países conocen también un flujo ininterrumpido de refugiados.
El número de sirios refugiados en los países limítrofes se triplicó en estos tres últimos meses, para sobrepasar los umbrales de los 300.000, anunció el martes el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados.
Al menos 40 personas murieron, en su mayoría militares, y decenas resultaron heridas en un triple atentado con coche bomba en Alepo, la gran ciudad del norte de Siria que se disputan desde hace más de dos meses rebeldes y fuerzas gubernamentales.
En Damasco, periodistas de la AFP observaron un despliegue de seguridad fuera de lo habitual en las entradas de la capital, donde también se han registrado violentos combates desde mediados de julio.
Al menos 40 personas murieron y 90 resultaron heridas en los tres atentados en Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que citó fuentes médicas.
"La mayoría de los muertos y heridos son miembros de las fuerzas gubernamentales. Las explosiones tomaron como blanco un club de oficiales militares y puestos de control del ejército regular", indicó la ONG con sede en Gran Bretaña.
Un responsable de la segunda ciudad de Siria informó anteriormente de la muerte de 27 personas y de 72 heridos.
Dos coches bomba explotaron primero en un intervalo de un minuto en dos calles cercanas a un club de oficiales militares que da a la famosa plaza Sadala al Jabiri, en el corazón de Alepo, afirmó una fuente militar a la AFP.
Un tercer coche bomba explotó a 150 metros de la plaza, a la entrada de la ciudad vieja, en la que se registraron duros combates durante el fin de semana.
El corresponsal de la AFP vio, cerca del club, una parte de la fachada de un hotel destruida y los dos pisos de un café derrumbados. Uno de los heridos de la zona tenía el rostro cubierto con sangre.
Dos edificios derrumbados
La televisión oficial al Ikhbariya, que se refirió a atentados "terroristas", emitió imágenes de enormes destrucciones en la plaza, con al menos dos edificios totalmente derrumbados y cadáveres entre los escombros.
Desde el inicio de la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad en marzo de 2011, que se transformó con los meses en guerra civil en respuesta a la represión, las autoridades califican a los rebeldes de "terroristas" apoyados por el extranjero.
En Damasco, los militares organizaron varios puestos de control en las entradas de la capital, según los periodistas de la AFP que apuntan al carácter poco habitual de este despliegue.
El diario oficial al Baas había anunciado el martes el fin cercano de las operaciones de seguridad en el conjunto de la provincia de Damasco, donde el ejército bombardeó varias locales, en particular Duma (noreste).
En 18 meses de conflicto en Siria, más de 31.000 personas murieron, en su mayoría civiles, según el OSDH.
No se vislumbra ninguna salida al conflicto debido en parte a las profundas divisiones en el seno de la comunidad internacional, entre Occidente que reclama un salida del presidente Bashar al Asad, y el eje Rusia-China-Irán, aliado de Damasco.
En este contexto, el mediador internacional Lakhdar Brahimi tiene previsto volver a la región esta semana para esforzarse en lograr un cese de los bombardeos por parte del régimen, y a cambio que los insurgentes disminuyan los ataques.
Reiterando las preocupaciones de varios responsables internacionales, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil el Arabi, advirtió el martes de que las consecuencias de la crisis siria "podrían ser catastróficas no solo para Siria, sino para todo el mundo árabe".
Las violencias en Siria desbordan regularmente a los países vecinos, en Jordania, Turquía, Irak o Líbano, donde se registran entre otros enfrentamientos en las fronteras.
Estos países conocen también un flujo ininterrumpido de refugiados.
El número de sirios refugiados en los países limítrofes se triplicó en estos tres últimos meses, para sobrepasar los umbrales de los 300.000, anunció el martes el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados.