Arrancan en Costa de Marfil los juicios por la violencia desatada tras las presidenciales
Abiyán, EP
Un tribunal de la capital financiera de Costa de Marfil, Abiyán, ha comenzado este martes el que es el primer juicio contra supuestos instigadores de la violencia postelectoral de 2010 y 2011, por la cual ya ha empezado a responder ante la Justicia el antiguo director de la Guardia Republicana, general Bruno Dogbo Ble.
El militar de este cuerpo de élite está considerado como uno de los principales aliados del expresidente Laurent Gbagbo, que se negó a reconocer su derrota en los comicios de noviembre de 2010 y desató una guerra civil con más de 3.000 muertos.
Junto a Dogbo Ble se sientan en el banquillo otras cuatro personas que, al igual que él, están acusadas de secuestro, detención ilegal y asesinato por la muerte del coronel Adama Dosso en marzo de 2011, cuando la violencia estaba en su punto álgido.
Sin embargo, la primera vista ha quedado aplazada poco después de su apertura. La defensa ha alegado que la fiscalía militar violó el protocolo al asumir el caso y apartar a los investigadores civiles inicialmente responsables.
"No estamos diciendo que no deban ser procesados. Estamos diciendo que no se siguió el procedimiento", ha explicado uno de los abogados, Mathurin Dirabou, al referirse a una actuación de la fiscalía que ha tachado de "totalmente ilegal".
En la reanudación del juicio, el miércoles, el tribunal previsiblemente aceptará la petición de la defensa para que vuelvan a investigarse determinados apartados.
Al margen del proceso que acaba de arrancar, Dogbo Ble también fue imputado el lunes por la muerte en 2002 de Robert Guei, al frente de una junta militar desde diciembre de 1999 y octubre del año siguiente.
Desde el derrocamiento de Gbagbo, más de un centenar de sus aliados han sido detenidos. El expresidente será juzgado en La Haya ante el Tribunal Penal Inernacional (TPI) por presuntos crímenes contra la humanidad.
Algunos grupos pro Derechos Humanos han acusado al vencedor de las elecciones de 2010 y actual mandatario, Alassane Ouattara, de no investigar con el mismo interés a quienes, desde su bando, también cometieron crímenes durante la guerra civil.
Un tribunal de la capital financiera de Costa de Marfil, Abiyán, ha comenzado este martes el que es el primer juicio contra supuestos instigadores de la violencia postelectoral de 2010 y 2011, por la cual ya ha empezado a responder ante la Justicia el antiguo director de la Guardia Republicana, general Bruno Dogbo Ble.
El militar de este cuerpo de élite está considerado como uno de los principales aliados del expresidente Laurent Gbagbo, que se negó a reconocer su derrota en los comicios de noviembre de 2010 y desató una guerra civil con más de 3.000 muertos.
Junto a Dogbo Ble se sientan en el banquillo otras cuatro personas que, al igual que él, están acusadas de secuestro, detención ilegal y asesinato por la muerte del coronel Adama Dosso en marzo de 2011, cuando la violencia estaba en su punto álgido.
Sin embargo, la primera vista ha quedado aplazada poco después de su apertura. La defensa ha alegado que la fiscalía militar violó el protocolo al asumir el caso y apartar a los investigadores civiles inicialmente responsables.
"No estamos diciendo que no deban ser procesados. Estamos diciendo que no se siguió el procedimiento", ha explicado uno de los abogados, Mathurin Dirabou, al referirse a una actuación de la fiscalía que ha tachado de "totalmente ilegal".
En la reanudación del juicio, el miércoles, el tribunal previsiblemente aceptará la petición de la defensa para que vuelvan a investigarse determinados apartados.
Al margen del proceso que acaba de arrancar, Dogbo Ble también fue imputado el lunes por la muerte en 2002 de Robert Guei, al frente de una junta militar desde diciembre de 1999 y octubre del año siguiente.
Desde el derrocamiento de Gbagbo, más de un centenar de sus aliados han sido detenidos. El expresidente será juzgado en La Haya ante el Tribunal Penal Inernacional (TPI) por presuntos crímenes contra la humanidad.
Algunos grupos pro Derechos Humanos han acusado al vencedor de las elecciones de 2010 y actual mandatario, Alassane Ouattara, de no investigar con el mismo interés a quienes, desde su bando, también cometieron crímenes durante la guerra civil.