Un niño muerto y otros nueve heridos en el atentado contra una iglesia en Kenia
Un niño murió y otros nueve resultaron heridos en un atentado con granada contra una iglesia este domingo por la mañana en las afueras de la capital de Kenia, Nairobi, informaron la policía y el responsable de la comunidad religiosa.
"Ha muerto un niño y otros tres están heridos de gravedad", declaró el jefe de la policía de Nairobi, Moses Nyakawa. "Pensamos que se trataba de una granada", añadió, preguntado por la AFP.
El responsable de la comunidad religiosa, Livingstone Muiruri, luego precisó que en total nueve niños resultaron heridos y fueron hospitalizados. La granada fue lanzada contra un local de la iglesia en la que estaban oficiando una misa específica reservada a los niños, informó un periodista de la AFP en el lugar.
"Los niños que asisten a este servicio tienen entre seis y diez años. Su servicio religioso apenas se había iniciado cuando tuvo lugar la explosión. Estábamos en el edificio principal de la iglesia y hemos salido corriendo para ayudar a los niños", indicó el responsable religioso.
El ataque tuvo lugar en la iglesia anglicana de St Polycarp, situada en uno de los numerosos pueblos chabolistas de la periferia de la capital keniana, el de Kangemi, donde viven unas 100.000 personas. En estas últimas semanas varios atentados tuvieron como objetivo iglesias en Kenia. Estos ataques no fueron reivindicados, pero parece que fueron llevados a cabo en represalia a una intervención militar keniata en la vecina Somalia contra los insurgentes islamistas shebab.
Por otra parte, un periodista de la AFP en el lugar informó de que la policía keniana dispersó a los manifestantes que atacaron a personas de origen somalí, en represalia por el ataque contra la iglesia. Un centenar de personas lanzaron piedras contra habitantes de origen somalí del barrio de Pangani, así como contra sus viviendas, imputándoles la responsabilidad del atentado. En estas últimas semanas varios atentados tuvieron como objetivo iglesias en Kenia. Estos ataques no fueron reivindicados, pero parece que fueron llevados a cabo en represalia a una intervención militar keniana en la vecina Somalia contra los insurgentes islamistas shebab.
