Tropas sirias atacan una zona de refugiados en Damasco
Beirut, Reuters
Las tropas sirias atacaron el sábado un distrito de refugiados palestinos en Damasco, según activistas de la oposición, después de cuatro días de ofensiva de artillería en el suburbio sureño donde se ocultan los rebeldes que luchan para derrocar al presidente Bashar al-Assad.
Las tropas de Assad han preferido utilizar ataques aéreos y artillería para golpear las zonas donde se han posicionado los rebeldes, y por lo general las incursiones de infantería se hacen cuando muchos han huido. Los activistas dijeron temer por los civiles en la última ofensiva.
El empleo de la fuerza militar para sofocar un alzamiento iniciado hace casi 18 meses como movimiento pacífico prodemocracia le ha costado a Assad muchos aliados en el mundo árabe y musulmán, causando un goteo de deserciones en el Gobierno sirio y las filas del Ejército.
Dos diplomáticos sirios en Malasia anunciaron el viernes por la noche que se habían unido a la oposición, según el canal árabe de televisión Al Arabiya.
Dos hombres que se identificaron como el primer secretario Imad Ahmar y el adjunto Mahmud Obedi, de la embajada siria en Kuala Lumpur, leyeron un comunicado en el canal declarando su "apoyo a la revolución del pueblo sirio contra el régimen tiránico".
Pero hasta ahora las deserciones han sido en su mayoría simbólicas, y Assad depende cada vez más de un pequeño círculo de parientes y miembros destacados de su minoría alauita, que domina la élite gobernante, para mantenerse en el poder.
ATAQUE A HOSPITAL DE CAMPAÑA
El activista sirio Abu Yaser al Shami dijo que sus amigos residentes en Yarmuk, un campamento de refugiados palestinos densamente poblado donde 10 personas murieron el viernes en bombardeos, habían huido de la zona el sábado por la mañana tras el ingreso de las tropas gubernamentales.
"Las fuerzas de Assad irrumpieron en el hospital de al Basel en el Campamento de Yarmuk y detuvieron a muchos de los civiles heridos", dijo a través de Skype.
Cuando los insurgentes entraron en áreas céntricas de la capital en julio, fueron rápidamente expulsados hacia distritos del sur, como Yarmuk, donde hay una presencia menor de la seguridad del Estado.
Los vecinos de la zona se quejan de que el Ejército emplea artillería y ataques aéreos de forma indiscriminada. Los palestinos se han visto divididos sobre si apoyar o no a Assad, aunque hay indicios de que cada vez más empiezan a respaldar el alzamiento.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un organismo activista con sede en Londres, reportó el sábado que habían caído proyectiles en el barrio de Hajar al Aswad, vecino de Yarmuk.
El organismo señaló que 170 personas murieron el viernes en enfrentamientos de todo el país, muchos de ellos en Damasco y la norteña Aleppo, donde los rebeldes dicen que controlan más de la mitad de la ciudad más poblada y capital económica del país.
El Observatorio asegura que más de 23.000 personas han perdido la vida en el alzamiento de casi un año y medio. Unos 200.000 sirios han huido a las vecinas Turquía, Jordania e Irak.
El conflicto se está extendiendo más allá de las fronteras sirias y ha provocado tensiones sectarias en la región, ya que la revuelta está liderada por la mayoría musulmana suní contra un presidente alauita, una rama del Islam chiita.
Estados Unidos ha acusado a Rusia y China de prolongar el derramamiento de sangre en Siria al bloquear los esfuerzos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por aprobar duras sanciones que pretendían frenar al Gobierno de Assad.
Washington irritó a Rusia al acudir fuera de Naciones Unidas para trabajar con sus aliados en favor de la oposición siria. Pero la secretaria de Estado, Hillary Clinton, indicó que es posible volver a la ONU si Moscú y Pekín están dispuestas a abandonar sus vetos y respaldar medidas más duras.
Las tropas sirias atacaron el sábado un distrito de refugiados palestinos en Damasco, según activistas de la oposición, después de cuatro días de ofensiva de artillería en el suburbio sureño donde se ocultan los rebeldes que luchan para derrocar al presidente Bashar al-Assad.
Las tropas de Assad han preferido utilizar ataques aéreos y artillería para golpear las zonas donde se han posicionado los rebeldes, y por lo general las incursiones de infantería se hacen cuando muchos han huido. Los activistas dijeron temer por los civiles en la última ofensiva.
El empleo de la fuerza militar para sofocar un alzamiento iniciado hace casi 18 meses como movimiento pacífico prodemocracia le ha costado a Assad muchos aliados en el mundo árabe y musulmán, causando un goteo de deserciones en el Gobierno sirio y las filas del Ejército.
Dos diplomáticos sirios en Malasia anunciaron el viernes por la noche que se habían unido a la oposición, según el canal árabe de televisión Al Arabiya.
Dos hombres que se identificaron como el primer secretario Imad Ahmar y el adjunto Mahmud Obedi, de la embajada siria en Kuala Lumpur, leyeron un comunicado en el canal declarando su "apoyo a la revolución del pueblo sirio contra el régimen tiránico".
Pero hasta ahora las deserciones han sido en su mayoría simbólicas, y Assad depende cada vez más de un pequeño círculo de parientes y miembros destacados de su minoría alauita, que domina la élite gobernante, para mantenerse en el poder.
ATAQUE A HOSPITAL DE CAMPAÑA
El activista sirio Abu Yaser al Shami dijo que sus amigos residentes en Yarmuk, un campamento de refugiados palestinos densamente poblado donde 10 personas murieron el viernes en bombardeos, habían huido de la zona el sábado por la mañana tras el ingreso de las tropas gubernamentales.
"Las fuerzas de Assad irrumpieron en el hospital de al Basel en el Campamento de Yarmuk y detuvieron a muchos de los civiles heridos", dijo a través de Skype.
Cuando los insurgentes entraron en áreas céntricas de la capital en julio, fueron rápidamente expulsados hacia distritos del sur, como Yarmuk, donde hay una presencia menor de la seguridad del Estado.
Los vecinos de la zona se quejan de que el Ejército emplea artillería y ataques aéreos de forma indiscriminada. Los palestinos se han visto divididos sobre si apoyar o no a Assad, aunque hay indicios de que cada vez más empiezan a respaldar el alzamiento.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un organismo activista con sede en Londres, reportó el sábado que habían caído proyectiles en el barrio de Hajar al Aswad, vecino de Yarmuk.
El organismo señaló que 170 personas murieron el viernes en enfrentamientos de todo el país, muchos de ellos en Damasco y la norteña Aleppo, donde los rebeldes dicen que controlan más de la mitad de la ciudad más poblada y capital económica del país.
El Observatorio asegura que más de 23.000 personas han perdido la vida en el alzamiento de casi un año y medio. Unos 200.000 sirios han huido a las vecinas Turquía, Jordania e Irak.
El conflicto se está extendiendo más allá de las fronteras sirias y ha provocado tensiones sectarias en la región, ya que la revuelta está liderada por la mayoría musulmana suní contra un presidente alauita, una rama del Islam chiita.
Estados Unidos ha acusado a Rusia y China de prolongar el derramamiento de sangre en Siria al bloquear los esfuerzos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por aprobar duras sanciones que pretendían frenar al Gobierno de Assad.
Washington irritó a Rusia al acudir fuera de Naciones Unidas para trabajar con sus aliados en favor de la oposición siria. Pero la secretaria de Estado, Hillary Clinton, indicó que es posible volver a la ONU si Moscú y Pekín están dispuestas a abandonar sus vetos y respaldar medidas más duras.