Seguridad plantas nucleares ha mejorado tras Fukushima: experto
Viena, Reuters
Muchos países han tomado pasos concretos para mejorar la seguridad en las plantas de energía nuclear a fin de reducir los riesgos de calamidades como la que afectó al complejo japonés de Fukushima el año pasado, dijo el viernes el presidente de un grupo de expertos.
En declaraciones luego de una conferencia de cuatro días en la sede en Viena de la agencia de vigilancia atómica de la ONU, Antonio Godoy, un experto argentino en sismos, dijo que el desastre del 2011 en Fukushima generó un cambio real en la industria.
"Fueron implementadas actualizaciones físicas en una serie de instalaciones nucleares en todo el mundo", dijo en una conferencia de prensa. "Muchos Estados miembros tomaron acciones de inmediato para remediar o mejorar la seguridad", declaró.
Sin embargo, el grupo ambientalista Greenpeace, que se opone a la energía nuclear por razones de seguridad, desestimó la evaluación de experto.
"El está describiendo una situación que no existe", indicó a Reuters por teléfono Jan Beranek, jefe de la campaña contra la energía nuclear de Greenpeace.
"Europa, Estados Unidos y Japón no han hecho virtualmente ningún cambio físico a sus plantas nucleares hasta el momento", aseveró.
Una reunión del 4 al 7 de septiembre con participantes de 35 naciones buscó explorar las lecciones aprendidas tras la crisis de fusión nuclear en Japón, la primera vez que una combinación de amenazas externas causó un accidente de esta envergadura.
Un resumen de los debates indicó que existía necesidad de garantizar que "la ubicación y el diseño de las plantas nucleares incluya una protección suficiente contra combinaciones complejas de eventos externos extremos".
La fusión en la planta de Fukushima tras el terremoto y el tsunami del 2011 envió restos de radiación sobre vastas zonas, lo que obligó a más de 160.000 personas a ser evacuadas. En los meses posteriores, todos los reactores nucleares de Japón fueron cerrados por chequeos de seguridad.
Dos reactores reanudaron sus operaciones en julio, en medio de una fuerte oposición pública en Japón.
El peor accidente nuclear desde la explosión de un reactor en Chernóbil en 1986, Fukushima también arrojó dudas sobre el futuro de la energía nuclear en otras partes del mundo. En Europa, Alemania, Suiza y Bélgica decidieron cerrar la producción de energía con reactores atómicos.
Sin embargo, la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) cree que el uso mundial de energía nuclear podría incrementarse en hasta un 100 por ciento para el 2030 por el crecimiento en Asia, incluyendo a China e India.
Muchos países han tomado pasos concretos para mejorar la seguridad en las plantas de energía nuclear a fin de reducir los riesgos de calamidades como la que afectó al complejo japonés de Fukushima el año pasado, dijo el viernes el presidente de un grupo de expertos.
En declaraciones luego de una conferencia de cuatro días en la sede en Viena de la agencia de vigilancia atómica de la ONU, Antonio Godoy, un experto argentino en sismos, dijo que el desastre del 2011 en Fukushima generó un cambio real en la industria.
"Fueron implementadas actualizaciones físicas en una serie de instalaciones nucleares en todo el mundo", dijo en una conferencia de prensa. "Muchos Estados miembros tomaron acciones de inmediato para remediar o mejorar la seguridad", declaró.
Sin embargo, el grupo ambientalista Greenpeace, que se opone a la energía nuclear por razones de seguridad, desestimó la evaluación de experto.
"El está describiendo una situación que no existe", indicó a Reuters por teléfono Jan Beranek, jefe de la campaña contra la energía nuclear de Greenpeace.
"Europa, Estados Unidos y Japón no han hecho virtualmente ningún cambio físico a sus plantas nucleares hasta el momento", aseveró.
Una reunión del 4 al 7 de septiembre con participantes de 35 naciones buscó explorar las lecciones aprendidas tras la crisis de fusión nuclear en Japón, la primera vez que una combinación de amenazas externas causó un accidente de esta envergadura.
Un resumen de los debates indicó que existía necesidad de garantizar que "la ubicación y el diseño de las plantas nucleares incluya una protección suficiente contra combinaciones complejas de eventos externos extremos".
La fusión en la planta de Fukushima tras el terremoto y el tsunami del 2011 envió restos de radiación sobre vastas zonas, lo que obligó a más de 160.000 personas a ser evacuadas. En los meses posteriores, todos los reactores nucleares de Japón fueron cerrados por chequeos de seguridad.
Dos reactores reanudaron sus operaciones en julio, en medio de una fuerte oposición pública en Japón.
El peor accidente nuclear desde la explosión de un reactor en Chernóbil en 1986, Fukushima también arrojó dudas sobre el futuro de la energía nuclear en otras partes del mundo. En Europa, Alemania, Suiza y Bélgica decidieron cerrar la producción de energía con reactores atómicos.
Sin embargo, la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) cree que el uso mundial de energía nuclear podría incrementarse en hasta un 100 por ciento para el 2030 por el crecimiento en Asia, incluyendo a China e India.