¿Por qué las campañas de Romney y Obama gastan millones de dólares en Ohio?
EE UU, AFP
Ohio, un estado del norte de Estados Unidos, pertenece a una docena de estados llamados ‘báscula’, que oscilan entre demócratas y republicanos en cada elección presidencial, y que influyen de manera directa y decisiva en el resultado de los comicios, a veces solo por unos pocos miles de votos.
De hecho, ningún candidato republicano ha sido elegido como presidente sin haber ganado en ese Estado. Otros datos apuntan a que el último demócrata que fue elegido sin la victoria allí fue John F. Kennedy, en 1960. En el 2004, la reelección de George W. Bush se logró por su victoria en ese estado.
Hasta la fecha, cerca de 125 millones de dólares fueron invertidos en comerciales de televisión y radio por ambas campañas en Ohio, casi igualando la cifra de Florida (con 129 millones de dólares), según datos compilados por SMG Delta y NBC News.
La clave es que en las elecciones estadounidenses, los Estados contribuyen con un bloque de grandes electores, que al final decidirá quién es el nuevo presidente de esa nación. Basta una mayoría simple para que la totalidad de los electores de ese bloque sean atribuidos a un candidato.
De ahí los millones de dólares gastados para capturar a los votantes de Ohio. Uno de ellos es Cathy Lankford, una jubilada de Ohio, que como casi todos los habitantes de ese estado se declara políticamente como de ‘centro’.
Sin opiniones fuertes
Lankford no tiene opiniones radicales sobre ninguno de los dos candidatos, por el contrario a lo que sucede en numerosos estados declarados abiertamente republicanos o demócratas.
Sin embargo, le da un punto negativo a Obama por el manejo que le ha dado a la crisis económica, que tiene a su esposo desempleado desde hace dos años. Pese a ello, tampoco tiene confianza en que Romney sacará al país de esa senda.
“No sé si lo que se propone Obama sobre el sistema de salud es una buena idea, pero tampoco me gusta la propuesta de asignaciones fijas de Romney”
El tema de la salud es también una prioridad para Lankford. Su marido no está suscrito en el sistema y deberá esperar a tener 65 años para recibir el seguro público de salud para ancianos, más barato que el privado al que ella está actualmente suscrita.
“No sé si lo que se propone Obama sobre el sistema de salud es una buena idea, pero tampoco me gusta la propuesta de asignaciones fijas de Romney”, dice Lankford.
Para Romney, la urgencia de ganar en Ohio es imperativa. Los sondeos son desde hace meses desfavorables para su campaña, y lo dejan 4,4 puntos por debajo de Obama, según el promedio de encuestas de opinión recientemente calculado por el sitio Realclearpolitics.com
De hecho, el republicano comenzó el martes una gira de dos días en este estado, siendo esta su cuarta visita a Ohio desde la Convención inaugural de su campaña a finales de agosto.
“Si Obama gana en Ohio, le sería casi imposible a Romney llegar a la Presidencia“, afirma Mack Mariani, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Xavier de Cincinnati.
Por su parte, Paul Beck, profesor de Política en la Universidad Pública de Ohio, indica que los habitantes de ese Estado “son personas a quienes no les gusta Obama, pero tampoco Romney, porque él representa al típico hombre de negocios que deslocaliza los empleos”.
Al final, la victoria de uno u otro dependerá de la capacidad de cada campaña para movilizar sus bases y convencer a los electores, que como Cathy, no están convencidos de lo que escuchan.
Por Mira Oberman
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Ohio, un estado del norte de Estados Unidos, pertenece a una docena de estados llamados ‘báscula’, que oscilan entre demócratas y republicanos en cada elección presidencial, y que influyen de manera directa y decisiva en el resultado de los comicios, a veces solo por unos pocos miles de votos.
De hecho, ningún candidato republicano ha sido elegido como presidente sin haber ganado en ese Estado. Otros datos apuntan a que el último demócrata que fue elegido sin la victoria allí fue John F. Kennedy, en 1960. En el 2004, la reelección de George W. Bush se logró por su victoria en ese estado.
Hasta la fecha, cerca de 125 millones de dólares fueron invertidos en comerciales de televisión y radio por ambas campañas en Ohio, casi igualando la cifra de Florida (con 129 millones de dólares), según datos compilados por SMG Delta y NBC News.
La clave es que en las elecciones estadounidenses, los Estados contribuyen con un bloque de grandes electores, que al final decidirá quién es el nuevo presidente de esa nación. Basta una mayoría simple para que la totalidad de los electores de ese bloque sean atribuidos a un candidato.
De ahí los millones de dólares gastados para capturar a los votantes de Ohio. Uno de ellos es Cathy Lankford, una jubilada de Ohio, que como casi todos los habitantes de ese estado se declara políticamente como de ‘centro’.
Sin opiniones fuertes
Lankford no tiene opiniones radicales sobre ninguno de los dos candidatos, por el contrario a lo que sucede en numerosos estados declarados abiertamente republicanos o demócratas.
Sin embargo, le da un punto negativo a Obama por el manejo que le ha dado a la crisis económica, que tiene a su esposo desempleado desde hace dos años. Pese a ello, tampoco tiene confianza en que Romney sacará al país de esa senda.
“No sé si lo que se propone Obama sobre el sistema de salud es una buena idea, pero tampoco me gusta la propuesta de asignaciones fijas de Romney”
El tema de la salud es también una prioridad para Lankford. Su marido no está suscrito en el sistema y deberá esperar a tener 65 años para recibir el seguro público de salud para ancianos, más barato que el privado al que ella está actualmente suscrita.
“No sé si lo que se propone Obama sobre el sistema de salud es una buena idea, pero tampoco me gusta la propuesta de asignaciones fijas de Romney”, dice Lankford.
Para Romney, la urgencia de ganar en Ohio es imperativa. Los sondeos son desde hace meses desfavorables para su campaña, y lo dejan 4,4 puntos por debajo de Obama, según el promedio de encuestas de opinión recientemente calculado por el sitio Realclearpolitics.com
De hecho, el republicano comenzó el martes una gira de dos días en este estado, siendo esta su cuarta visita a Ohio desde la Convención inaugural de su campaña a finales de agosto.
“Si Obama gana en Ohio, le sería casi imposible a Romney llegar a la Presidencia“, afirma Mack Mariani, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Xavier de Cincinnati.
Por su parte, Paul Beck, profesor de Política en la Universidad Pública de Ohio, indica que los habitantes de ese Estado “son personas a quienes no les gusta Obama, pero tampoco Romney, porque él representa al típico hombre de negocios que deslocaliza los empleos”.
Al final, la victoria de uno u otro dependerá de la capacidad de cada campaña para movilizar sus bases y convencer a los electores, que como Cathy, no están convencidos de lo que escuchan.
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