Las protestas contra el alza del precio de los alimentos se radicalizan en Cisjordania
Hebrón, EP
Un grupo de palestinos que protestaba este lunes por el alza de los precios de los alimentos ha lanzado piedras contra un edificio de la Autoridad Palestina y ha bloqueado calles con neumáticos ardiendo en algunas ciudades de Cisjordania tras varios días de protestas pacíficas.
El aumento de las manifestaciones no solo preocupa a la Autoridad Palestina, sino también al Gobierno israelí, en un momento en el que no existen negociaciones entre ambas partes.
Varios agentes de la Policía antidisturbios se han desplegado este lunes para contener el ataque de unos cien jóvenes palestinos contra un edificio gubernamental en Hebrón. En otras ciudades, los manifestantes han colocado neumáticos ardiendo bloqueando la entrada a la localidad.
Actualmente, la economía palestina pasa por una crisis por el fuerte control israelí sobre los territorios y la falta de exportaciones debido a la crisis mundial. En 2010, los territorios palestinos consiguieron un alza del 9 por ciento de su PIB.
Los trabajadores del sector de transportes han convocado además una huelga para reclamar una rebaja del precio de carburantes, lo que ha impedido que muchas personas acudieran a su lugar de trabajo.
Varios conductores de taxi han bloqueado las calles alrededor de la oficina del primer ministro, Salam Fayyad, al tiempo que un grupo de jóvenes pedía su dimisión. Las protestas en Cisjordania comenzaron la semana pasada tras una subida del 5 por ciento en los carburantes por el aumento de los impuestos en Israel.
Además, este lunes el ministro de economía palestino, Nabil Kassis, ha indicado que los funcionarios solo recibirían parte de su paga de agosto, de unos 2.000 shekels (unos 400 euros), ante la falta de liquidez. Este año ya se han producido varios retrasos a la hora de pagar los salarios.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, ha señalado que estas protestas pueden equipararse a los movimientos de otros países de Oriente Próximo y el norte de África y ha acusado a Israel de los problemas económicos. Sin embargo, las manifestaciones se han centrado contra las autoridades palestinas y no contra Israel.
Un grupo de palestinos que protestaba este lunes por el alza de los precios de los alimentos ha lanzado piedras contra un edificio de la Autoridad Palestina y ha bloqueado calles con neumáticos ardiendo en algunas ciudades de Cisjordania tras varios días de protestas pacíficas.
El aumento de las manifestaciones no solo preocupa a la Autoridad Palestina, sino también al Gobierno israelí, en un momento en el que no existen negociaciones entre ambas partes.
Varios agentes de la Policía antidisturbios se han desplegado este lunes para contener el ataque de unos cien jóvenes palestinos contra un edificio gubernamental en Hebrón. En otras ciudades, los manifestantes han colocado neumáticos ardiendo bloqueando la entrada a la localidad.
Actualmente, la economía palestina pasa por una crisis por el fuerte control israelí sobre los territorios y la falta de exportaciones debido a la crisis mundial. En 2010, los territorios palestinos consiguieron un alza del 9 por ciento de su PIB.
Los trabajadores del sector de transportes han convocado además una huelga para reclamar una rebaja del precio de carburantes, lo que ha impedido que muchas personas acudieran a su lugar de trabajo.
Varios conductores de taxi han bloqueado las calles alrededor de la oficina del primer ministro, Salam Fayyad, al tiempo que un grupo de jóvenes pedía su dimisión. Las protestas en Cisjordania comenzaron la semana pasada tras una subida del 5 por ciento en los carburantes por el aumento de los impuestos en Israel.
Además, este lunes el ministro de economía palestino, Nabil Kassis, ha indicado que los funcionarios solo recibirían parte de su paga de agosto, de unos 2.000 shekels (unos 400 euros), ante la falta de liquidez. Este año ya se han producido varios retrasos a la hora de pagar los salarios.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, ha señalado que estas protestas pueden equipararse a los movimientos de otros países de Oriente Próximo y el norte de África y ha acusado a Israel de los problemas económicos. Sin embargo, las manifestaciones se han centrado contra las autoridades palestinas y no contra Israel.