El Constitucional alemán aprueba el fondo de rescate con mínimas condiciones
-La aportación del primer contribuyente del fondo no podrá superar los 190.000 millones
-La decisión supone un importante alivio para superar la crisis del euro
-El TC considera que sería ilegal que el fondo de rescate pidiera dinero al BCE
Juan Gómez
Berlín, El País
El Tribunal Constitucional alemán dio el miércoles luz verde a la participación del país en el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Como condiciones, la decisión judicial estipula que Alemania solo contribuya al mecanismo con hasta 190.024 millones de euros. Es la cantidad pactada con los socios europeos. El tribunal dictaminó que el Parlamento federal (Bundestag) tendrá que aprobar en un pleno cualquier aportación que rebase este límite. Tanto la canciller como los portavoces del Ministerio de Hacienda se felicitaron por el fallo judicial. Berlín considera que la sentencia hará innecesario cambiar la ley que ya aprobaron ambas Cámaras parlamentarias en el mes de junio. El presidente federal Joachim Gauck decidió esperar a que el más alto tribunal alemán se pronunciara sobre la demanda de inconstitucionalidad interpuesta por diversas organizaciones contrarias al fondo. La decisión judicial del miércoles abre las puertas a la ratificación de la norma. Al mismo tiempo, el TC también dio su visto bueno al Pacto Fiscal europeo.
Además de limitar la contribución alemana a 190.024 millones de euros, el tribunal dispone que las comisiones de presupuestos de ambas Cámaras parlamentarias alemanas (Bundestag y Bundesrat) deben obtener información cumplida de sus requerimientos económicos. Las reglas del MEDE no deben entorpecer este derecho informativo del Parlamento. Además, el presidente del TC, Andreas Woßkuhle, hizo hincapié en que los tratados europeos que harán posible el Mecanismo no permiten que este obtenga créditos directos del Banco Central Europeo (BCE). El Gobierno alemán también se ha opuesto repetidamente a la posibilidad de que el MEDE obtenga licencia bancaria y pueda pedir dinero prestado al BCE, algo que en realidad ya está prohibido por el propio tratado del MEDE, pero que se ha manejado como una posibilidad para dotar de una capacidad casi ilimitada de compra de deuda al fondo de rescate europeo.
El tribunal ya reforzó los controles parlamentarios sobre los gastos europeos al avalar el fondo provisional de estabilidad (la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera, FEEF), activo desde 2010. Este instrumento dejará de operar a mediados de 2013. Dado que ya está comprometido en los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda, carece de capacidad para intervenir decisivamente en los mercados de deuda.
El buen funcionamiento del MEDE será importante para el pago del rescate bancario de 100.000 millones de euros concedido a España en verano, pero fundamental para una posible segunda petición de ayuda. El Banco Central Europeo (BCE) se ha declarado dispuesto a comprar deuda soberana de los países que recurran al nuevo mecanismo de estabilidad, lo cual estará sujeto a nuevas condiciones de ajuste negociadas con los socios del euro y plasmadas en un memorando de entendimiento.
Compra de bonos, no financiación de Estados
El MEDE tiene permitido comprar bonos directamente en las subastas de deuda, dar líneas de crédito a los países o prestarles directamente dinero, mientras que el BCE limita sus intervenciones a los mercados secundarios. El Tribunal de Karlsruhe señala que la sentencia del miércoles no juzga la legalidad o ilegalidad de esta posible intervención del BCE, pero recuerda que los tratados europeos prohíben la financiación directa de los Estados por parte del banco emisor. El Gobierno alemán y el propio BCE aducen, no obstante, que la compra de bonos no tiene la finalidad de financiar a los Estados, sino de transmitir correctamente su política monetaria.
La expectación sobre el fallo era enorme. En Alemania se vio precedida por una agria polémica, desatada cuando el presidente del BCE, Mario Draghi, anunció que está dispuesto a comprar bonos de manera ilimitada. Merkel y Schäuble dieron su visto bueno, pero el presidente del Banco Central (Bundesbank) alemán, Jens Weidmann, desplegó una ofensiva contra Draghi. Gran parte de los medios alemanes, sobre todo diarios conservadores como Bild o Die Welt, secundaron a Weidmann en furibundos editoriales muy críticos con el BCE. La sentencia leída el miércoles por el magistado Voßkuhle incluye numerosas referencias a la normativa que debe obedecer el BCE. Reconoce explícitamente que no afecta al banco emisor europeo.
Es de prever, por tanto, que la próxima polémica europea se centre en las condiciones que el MEDE dictará para intervenir en los mercados de deuda y permitir con ello que también actúe el BCE. Merkel y su Gobierno han insistido en que serán condiciones “estrictas”, de acuerdo con su lema de que “no habrá prestaciones sin contrapartidas”. Otros líderes europeos abogan por un rescate más suave.
Numerosos analistas esperan que España solicite pronto la intervención del MEDE. En Alemania se percibe que el Gobierno de Rajoy está demorando la solicitud para obtener mejores condiciones en la intervención. Merkel tampoco tiene mucha prisa, porque este hipotético segundo rescate español tendría que ser aprobado de nuevo por el Bundestag. Sería otra ocasión de oro para que sus críticos conservadores y la oposición de centro-izquierda cuestionen la política europea de su Gobierno.
Las reacciones al fallo
Las reacciones al fallo de Karlsruhe han trascendido las fronteras alemanas. Decenas de periodistas internacionales informaron en directo desde la sede provisional del TC. El primer ministro italiano, Mario Monti, habló de “excelente noticia”, que deja atrás el “último obstáculo” para que funcione el MEDE. El ministro de Economía, Luis de Guindos, por su parte, considera que es un reconocimiento de “los esfuerzos que se están haciendo para acabar la crisis de la zona euro”.
En los primeros meses de 2012 se decidió que el fondo empezaría a funcionar en julio. Tras su aprobación el 29 de junio por el Parlamento alemán, el presidente federal Gauck aplazó su ratificación hasta que el TC certificara que es acorde con la Ley Fundamental alemana. El partido parlamentario La Izquierda y varios miembros conservadores de los partidos democristianos y liberal que conforman la coalición de Merkel aducen que el compromiso de miles de millones de euros en fondos de estabilidad europeos socava el derecho del Parlamento a controlar los presupuestos públicos.
La decisión judicial abre la vía legal a la ratificación del MEDE, que se espera para las próximas semanas, aunque la presidencia federal aún no ha dado una fecha. Con ello, el tratado entrará en vigor y la primera reunión del fondo de rescate podrá celebrarse el 8 de octubre. Pero la sentencia no es la definitiva sobre la cuestión, sino que lo que permite es al presidente firmar la norma y ratificar el tratado. El Constitucional debe deliberar aún antes de dictar una sentencia que, si bien no se apartará de lo sentenciado, podría incluir advertencias legales al Banco Central Europeo sobre la compra de deuda.
-La decisión supone un importante alivio para superar la crisis del euro
-El TC considera que sería ilegal que el fondo de rescate pidiera dinero al BCE
Juan Gómez
Berlín, El País
El Tribunal Constitucional alemán dio el miércoles luz verde a la participación del país en el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Como condiciones, la decisión judicial estipula que Alemania solo contribuya al mecanismo con hasta 190.024 millones de euros. Es la cantidad pactada con los socios europeos. El tribunal dictaminó que el Parlamento federal (Bundestag) tendrá que aprobar en un pleno cualquier aportación que rebase este límite. Tanto la canciller como los portavoces del Ministerio de Hacienda se felicitaron por el fallo judicial. Berlín considera que la sentencia hará innecesario cambiar la ley que ya aprobaron ambas Cámaras parlamentarias en el mes de junio. El presidente federal Joachim Gauck decidió esperar a que el más alto tribunal alemán se pronunciara sobre la demanda de inconstitucionalidad interpuesta por diversas organizaciones contrarias al fondo. La decisión judicial del miércoles abre las puertas a la ratificación de la norma. Al mismo tiempo, el TC también dio su visto bueno al Pacto Fiscal europeo.
Además de limitar la contribución alemana a 190.024 millones de euros, el tribunal dispone que las comisiones de presupuestos de ambas Cámaras parlamentarias alemanas (Bundestag y Bundesrat) deben obtener información cumplida de sus requerimientos económicos. Las reglas del MEDE no deben entorpecer este derecho informativo del Parlamento. Además, el presidente del TC, Andreas Woßkuhle, hizo hincapié en que los tratados europeos que harán posible el Mecanismo no permiten que este obtenga créditos directos del Banco Central Europeo (BCE). El Gobierno alemán también se ha opuesto repetidamente a la posibilidad de que el MEDE obtenga licencia bancaria y pueda pedir dinero prestado al BCE, algo que en realidad ya está prohibido por el propio tratado del MEDE, pero que se ha manejado como una posibilidad para dotar de una capacidad casi ilimitada de compra de deuda al fondo de rescate europeo.
El tribunal ya reforzó los controles parlamentarios sobre los gastos europeos al avalar el fondo provisional de estabilidad (la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera, FEEF), activo desde 2010. Este instrumento dejará de operar a mediados de 2013. Dado que ya está comprometido en los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda, carece de capacidad para intervenir decisivamente en los mercados de deuda.
El buen funcionamiento del MEDE será importante para el pago del rescate bancario de 100.000 millones de euros concedido a España en verano, pero fundamental para una posible segunda petición de ayuda. El Banco Central Europeo (BCE) se ha declarado dispuesto a comprar deuda soberana de los países que recurran al nuevo mecanismo de estabilidad, lo cual estará sujeto a nuevas condiciones de ajuste negociadas con los socios del euro y plasmadas en un memorando de entendimiento.
Compra de bonos, no financiación de Estados
El MEDE tiene permitido comprar bonos directamente en las subastas de deuda, dar líneas de crédito a los países o prestarles directamente dinero, mientras que el BCE limita sus intervenciones a los mercados secundarios. El Tribunal de Karlsruhe señala que la sentencia del miércoles no juzga la legalidad o ilegalidad de esta posible intervención del BCE, pero recuerda que los tratados europeos prohíben la financiación directa de los Estados por parte del banco emisor. El Gobierno alemán y el propio BCE aducen, no obstante, que la compra de bonos no tiene la finalidad de financiar a los Estados, sino de transmitir correctamente su política monetaria.
La expectación sobre el fallo era enorme. En Alemania se vio precedida por una agria polémica, desatada cuando el presidente del BCE, Mario Draghi, anunció que está dispuesto a comprar bonos de manera ilimitada. Merkel y Schäuble dieron su visto bueno, pero el presidente del Banco Central (Bundesbank) alemán, Jens Weidmann, desplegó una ofensiva contra Draghi. Gran parte de los medios alemanes, sobre todo diarios conservadores como Bild o Die Welt, secundaron a Weidmann en furibundos editoriales muy críticos con el BCE. La sentencia leída el miércoles por el magistado Voßkuhle incluye numerosas referencias a la normativa que debe obedecer el BCE. Reconoce explícitamente que no afecta al banco emisor europeo.
Es de prever, por tanto, que la próxima polémica europea se centre en las condiciones que el MEDE dictará para intervenir en los mercados de deuda y permitir con ello que también actúe el BCE. Merkel y su Gobierno han insistido en que serán condiciones “estrictas”, de acuerdo con su lema de que “no habrá prestaciones sin contrapartidas”. Otros líderes europeos abogan por un rescate más suave.
Numerosos analistas esperan que España solicite pronto la intervención del MEDE. En Alemania se percibe que el Gobierno de Rajoy está demorando la solicitud para obtener mejores condiciones en la intervención. Merkel tampoco tiene mucha prisa, porque este hipotético segundo rescate español tendría que ser aprobado de nuevo por el Bundestag. Sería otra ocasión de oro para que sus críticos conservadores y la oposición de centro-izquierda cuestionen la política europea de su Gobierno.
Las reacciones al fallo
Las reacciones al fallo de Karlsruhe han trascendido las fronteras alemanas. Decenas de periodistas internacionales informaron en directo desde la sede provisional del TC. El primer ministro italiano, Mario Monti, habló de “excelente noticia”, que deja atrás el “último obstáculo” para que funcione el MEDE. El ministro de Economía, Luis de Guindos, por su parte, considera que es un reconocimiento de “los esfuerzos que se están haciendo para acabar la crisis de la zona euro”.
En los primeros meses de 2012 se decidió que el fondo empezaría a funcionar en julio. Tras su aprobación el 29 de junio por el Parlamento alemán, el presidente federal Gauck aplazó su ratificación hasta que el TC certificara que es acorde con la Ley Fundamental alemana. El partido parlamentario La Izquierda y varios miembros conservadores de los partidos democristianos y liberal que conforman la coalición de Merkel aducen que el compromiso de miles de millones de euros en fondos de estabilidad europeos socava el derecho del Parlamento a controlar los presupuestos públicos.
La decisión judicial abre la vía legal a la ratificación del MEDE, que se espera para las próximas semanas, aunque la presidencia federal aún no ha dado una fecha. Con ello, el tratado entrará en vigor y la primera reunión del fondo de rescate podrá celebrarse el 8 de octubre. Pero la sentencia no es la definitiva sobre la cuestión, sino que lo que permite es al presidente firmar la norma y ratificar el tratado. El Constitucional debe deliberar aún antes de dictar una sentencia que, si bien no se apartará de lo sentenciado, podría incluir advertencias legales al Banco Central Europeo sobre la compra de deuda.