El acccidente de un Ferrari desata un nuevo escándalo en la dirigencia china
Pekin, AFP
La dirección central del Partido Comunista chino se ha visto implicada en un nuevo escándalo tras conocerse que el joven rico que se estrelló en marzo con un Ferrari era el hijo de un alto dirigente.
Después de meses de especulación en internet, que la censura intentó atajar, la situación se esclareció el fin de semana pasado, cuando se anunció el traslado sorpresivo de Ling Jihua, allegado del presidente chino, Hu Jintao.
Ling era jefe de la Dirección General del Comité Central del Partido Comunista. Ahora fue nombrado para ocupar la función menos estratégica de jefe del Departamento del Frente Unido del Trabajo, un servicio encargado de las relaciones con las minorías étnicas.
La agencia estatal China Nueva refirió sucintamente la noticia, sin dar el motivo del cambio de responsabilidad.
Pero el South China Morning Post, un diario de Hong Kong, afirmó el lunes citando a fuentes anónimas que Ling Jihua debía su cambio de cargo al hecho de que era el padre del joven desconocido que murió en un accidente con su Ferrari.
El 18 de marzo al amanecer, la cuarta ronda de circunvalación de Pekín fue escenario del accidente de un Ferrari negro, que se estampó a gran velocidad contra un muro de hormigón.
Del bólido, que quedó destrozado por el impacto, sacaron el cuerpo sin vida de un joven de unos 20 años, y a dos chicas gravemente heridas. Una de ellas estaba desnuda y la otra medio vestida. El muchacho también estaba medio desnudo.
Aunque las autoridades comunistas nunca admitieron que el joven era Ling Gu, hijo de Ling Jihua, el caso se volvió tan sensible que suscitó una fuerte censura, al punto que en los motores de búsqueda se bloqueó la expresión 'Ferrari negro'.
El caso se produce en un momento incómodo, a pocas semanas del XVIII Congreso del Partido Comunista, que en octubre renovará a la élite dirigente del país y quiere mientras tanto transmitir un mensaje de servicio del interés general.
El presidente de China, Hu Jintao, durante un encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel (fuera de la imagen) en el Gran Palacio del Pueblo, en Pekín el 30 de agosto.
La dirección central del Partido Comunista chino se ha visto implicada en un nuevo escándalo tras conocerse que el joven rico que se estrelló en marzo con un Ferrari era el hijo de un alto dirigente.
Después de meses de especulación en internet, que la censura intentó atajar, la situación se esclareció el fin de semana pasado, cuando se anunció el traslado sorpresivo de Ling Jihua, allegado del presidente chino, Hu Jintao.
Ling era jefe de la Dirección General del Comité Central del Partido Comunista. Ahora fue nombrado para ocupar la función menos estratégica de jefe del Departamento del Frente Unido del Trabajo, un servicio encargado de las relaciones con las minorías étnicas.
La agencia estatal China Nueva refirió sucintamente la noticia, sin dar el motivo del cambio de responsabilidad.
Pero el South China Morning Post, un diario de Hong Kong, afirmó el lunes citando a fuentes anónimas que Ling Jihua debía su cambio de cargo al hecho de que era el padre del joven desconocido que murió en un accidente con su Ferrari.
El 18 de marzo al amanecer, la cuarta ronda de circunvalación de Pekín fue escenario del accidente de un Ferrari negro, que se estampó a gran velocidad contra un muro de hormigón.
Del bólido, que quedó destrozado por el impacto, sacaron el cuerpo sin vida de un joven de unos 20 años, y a dos chicas gravemente heridas. Una de ellas estaba desnuda y la otra medio vestida. El muchacho también estaba medio desnudo.
Aunque las autoridades comunistas nunca admitieron que el joven era Ling Gu, hijo de Ling Jihua, el caso se volvió tan sensible que suscitó una fuerte censura, al punto que en los motores de búsqueda se bloqueó la expresión 'Ferrari negro'.
El caso se produce en un momento incómodo, a pocas semanas del XVIII Congreso del Partido Comunista, que en octubre renovará a la élite dirigente del país y quiere mientras tanto transmitir un mensaje de servicio del interés general.
El presidente de China, Hu Jintao, durante un encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel (fuera de la imagen) en el Gran Palacio del Pueblo, en Pekín el 30 de agosto.