¿Dónde estaba el fotógrafo que captó las imágenes de Kate Middleton?
BBC Mundo
Mientras el escándalo de la publicación de las fotos de la duquesa de Cambridge en topless se dilucida a nivel civil y criminal en Francia, el tema de la invasión de la privacidad de la pareja real se puede reducir a la interrogante: ¿desde dónde les tomaron las fotos?
Los duques han presentado una denuncia penal por la publicación de las fotos en una revista francesa, que ya aparecieron también en un periódico irlandés, una revista italiana y numerosos sitios extranjeros en internet.
Pero ahí está el detalle: el príncipe William y su esposa estaban de vacaciones en una propiedad privada.Aunque la ley francesa considera -y este es el caso- un delito la publicación de fotos sin permiso, los dueños de la revista Closer-que corre el riesgo de ser cerrada si la demanda civil prospera- sostienen que si una persona es fotografiada en un lugar público, las fotos son legítimamente publicables y no hubo invasión de su intimidad.
Las fotos fueron tomadas mientras Kate Middeton tomaba el sol al lado de su marido en el chateau de Lord Linley, en Provenza. Linley es sobrino de la reina Isabel II de Inglaterra; es decir, primo de William.
Espionaje a una princesa
Es evidente, al ver el mapa que ilustra el ángulo del cual fueron tomadas las fotos a los duques, que el fotógrafo hizo lo imposible por captar a la pareja desde una distancia muy grande.
No es una foto de un paparazzo que sorprendió a Kate Middleton en una playa, sino el producto de un esfuerzo extremo por lograr unas imágenes distantes que a simple vista hubiera sido imposible captar. No hay duda de que fue una acción forzada.
El corresponsal de la BBC en París, Christian Fraser, afirma que no se ha nombrado a nadie en particular en la denuncia penal, aunque agrega que, en su mayoría, los abogados parecen estar de acuerdo en que bajo la estricta legislación francesa, las fotos representan una indiscutible violación de privacidad, un caso sencillo y aparentemente fácil de ganar.
Si se otorga una orden judicial en favor de los duques, la revista sería inmediatamente retirada de circulación, pero el fallo del tribunal sólo afecta a la distribución de las imágenes en Francia.
Al espiar a Middleton tomando el sol sin la parte superior de su traje de baño, el criterio de Closer fue asumir el riesgo de exponerse a pagar una millonaria multa que sería compensada con las ventas y la publicidad que le daría el caso.
Pero si cierran la revista, no es el fin del caso. Closer pertenece a un conglomerado que incluye a la revista italiana Chi, que publicó las mismas fotos después de presentarse la demanda contra su par francesa, aunque la rapidez con la que los abogados de la pareja real han actuado podría desanimar a otros medios a hacer lo mismo.
El daño está hecho
No sólo habría que iniciar otro proceso contra Chi, sino que el daño ya está hecho: en internet las fotos circularon como la pólvora y el tabloide irlandés Daily Star se sumó al espectáculo.
Aunque Chi argumente que sólo está ejercitando su derecho a hacer una "crónica de la realidad" -con más de 20 páginas de fotos y el titular "¡La reina está desnuda!"-ya se causó suficiente bochorno no sólo a la pareja, sino a toda la familia real.
El mismo duque debe tener muy presente lo que sufrió su madre, la princesa Diana de Gales, a causa de la prensa sensacionalista, que aparentemente tuvo que ver con su muerte. William ciertamente no desea que su esposa tenga que pasar por lo mismo.
Sin embargo, el director de Chi, Alfonso Signorini, trató en un editorial de justificar la decisión de divulgar las fotos diciendo que las consideraba "normales y acordes con los tiempos".
Según Signorini, no hay razón por la cual la duquesa y futura reina de Inglaterra sea diferente a otras chicas de su edad. "Nunca una situación logró renovar a la monarquía inglesa, con sus obligaciones y rígido protocolo, más que ésta", dijo.
El director de la revista italiana sostiene que las imágenes "no son particularmente sensacionalistas ni dañinas a su dignidad" y que "ciertamente la hacen más simpática" y "menos distante de todos nosotros".
Aunque tanto Closer como Chi son parte del grupo Mondadori, del exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi, por el momento Signorini no enfrenta la amenaza en teoría de una pena de cárcel, como la directora de la revista francesa, Laurence Pieau, quien ya defendió la publicación de las fotos.
Según Pieau, las fotos no son para nada escandalosas y dio a entender que tiene otras más íntimas que aún no han sido publicadas.
En cuanto al Daily Star de Irlanda, sus dueños son el grupo británico Northern and Shell y el conglomerado irlandés Independent News and Media. Ambos condenaron la decisión de publicar las fotos pero negaron haber tenido conocimiento previo de eso.
Richard Desmond, presidente de Northern and Shell, afirmó que se desvinculará del periódico, aunque Independent News and Media describió los planes de cerrarlo como "desproporcionados".
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