Desmond Tutu pide que Bush y Blair sean juzgados ante el TPI
Londres, EP
El premio Nobel de la Paz y ex arzobispo sudafricano, Desmond Tutu, ha pedido que el ex presidente de EEUU, George W. Bush, y el ex primer ministro británico, Tony Blair, respondan ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) de las consecuencias de la invasión de Irak en 2003.
En una columna para el diario británico 'The Observer', Tutu condena la "inmoralidad" de la invasión, al estar basada en el "engaño" de que Irak poseía armas de destrucción masiva, y argumenta que el conflicto generó tal cifra de muertos que ambos ex dirigentes son merecedores de comparecer ante el tribunal de La Haya, tal y como han hecho por similares motivos antiguos jefes de Estado de países asiáticos y africanos.
"Los entonces líderes de Estados Unidos y Reino Unido se inventaron el escenario en el que se convirtieron en matones de colegio y por el que terminaron dividiéndonos. Nos han llevado al borde del precipicio en el que estamos, con el espectro de Irán y Siria ante nosotros", escribió Tutu.
El religioso recordó que el conflicto se ha cobrado la vida de más de 110.000 iraquíes y 4.500 soldados estadounidenses en el transcurso del cambio de régimen que entonces lideraba Sadam Husein. "El coste de la decisión de eliminar a su asesino y, por supuesto, déspota líder", explica Tutu en referencia a Sadam, "ha sido atroz, comenzando por el propio país".
Tutu entiende que así se eliminaría el polémico déficit que afecta a los procesos abiertos en el tribunal, de los que parecen excluidos líderes occidentales. "En un mundo consistente, los responsables de este sufrimiento y esta pérdida de vidas humanas deberían recorrer la misma senda de sus compañeros africanos y asiáticos a quienes se ha obligado a responder por sus acciones ante La Haya", aseveró Tutu.
"El liderazgo y la moralidad son indivisibles. Los buenos líderes son custodios de la moralidad. La cuestión no es si Sadam Husein era bueno o malo, o a cuánta gente mató. La cuestión es que el señor Bush y el señor Blair jamás deberían haberse puesto a la altura de su inmoralidad", sentencio Tutu.
BLAIR RECHAZA LAS ACUSACIONES
En un comunicado posterior, Blair lamentó las declaraciones de Tutu y aseguró que Irak es ahora "un país más próspero" y acusa al arzobispo de "repetir la vieja canción de que se mintió sobre los datos de inteligencia" empleados para invadir Irak cuando en realidad, a juicio del ex primer ministro británico "todos los análisis independientes" demuestran que tal aserción es un "error".
"Es raro que (Tutu) diga que el hecho de que Sadam masacrara a cientos de miles de sus ciudadanos es irrelevante respecto a la moralidad de la decisión de derrocarle", interpreta Blair en un comunicado de respuesta, recogido por 'The Guardian', que recuerda a las miles de personas muertas en 1988 en Halabja por armas químicas de Sadam, que se suman a las purgas políticas y étnicas ordenadas por el fallecido dictador.
"Es el mismo argumento que hemos escuchado muchas veces, sin nada más que añadir. Pero en una democracia saludable se puede estar de acuerdo en que no estamos de acuerdo", concluyó Blair, quien recordó que Irak goza ahora "de una economía tres veces más grande" de la que disponía al inicio de la invasión, y que su tasa de mortalidad infantil se ha reducido a una tercera parte de la que padecía en 2003.
El premio Nobel de la Paz y ex arzobispo sudafricano, Desmond Tutu, ha pedido que el ex presidente de EEUU, George W. Bush, y el ex primer ministro británico, Tony Blair, respondan ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) de las consecuencias de la invasión de Irak en 2003.
En una columna para el diario británico 'The Observer', Tutu condena la "inmoralidad" de la invasión, al estar basada en el "engaño" de que Irak poseía armas de destrucción masiva, y argumenta que el conflicto generó tal cifra de muertos que ambos ex dirigentes son merecedores de comparecer ante el tribunal de La Haya, tal y como han hecho por similares motivos antiguos jefes de Estado de países asiáticos y africanos.
"Los entonces líderes de Estados Unidos y Reino Unido se inventaron el escenario en el que se convirtieron en matones de colegio y por el que terminaron dividiéndonos. Nos han llevado al borde del precipicio en el que estamos, con el espectro de Irán y Siria ante nosotros", escribió Tutu.
El religioso recordó que el conflicto se ha cobrado la vida de más de 110.000 iraquíes y 4.500 soldados estadounidenses en el transcurso del cambio de régimen que entonces lideraba Sadam Husein. "El coste de la decisión de eliminar a su asesino y, por supuesto, déspota líder", explica Tutu en referencia a Sadam, "ha sido atroz, comenzando por el propio país".
Tutu entiende que así se eliminaría el polémico déficit que afecta a los procesos abiertos en el tribunal, de los que parecen excluidos líderes occidentales. "En un mundo consistente, los responsables de este sufrimiento y esta pérdida de vidas humanas deberían recorrer la misma senda de sus compañeros africanos y asiáticos a quienes se ha obligado a responder por sus acciones ante La Haya", aseveró Tutu.
"El liderazgo y la moralidad son indivisibles. Los buenos líderes son custodios de la moralidad. La cuestión no es si Sadam Husein era bueno o malo, o a cuánta gente mató. La cuestión es que el señor Bush y el señor Blair jamás deberían haberse puesto a la altura de su inmoralidad", sentencio Tutu.
BLAIR RECHAZA LAS ACUSACIONES
En un comunicado posterior, Blair lamentó las declaraciones de Tutu y aseguró que Irak es ahora "un país más próspero" y acusa al arzobispo de "repetir la vieja canción de que se mintió sobre los datos de inteligencia" empleados para invadir Irak cuando en realidad, a juicio del ex primer ministro británico "todos los análisis independientes" demuestran que tal aserción es un "error".
"Es raro que (Tutu) diga que el hecho de que Sadam masacrara a cientos de miles de sus ciudadanos es irrelevante respecto a la moralidad de la decisión de derrocarle", interpreta Blair en un comunicado de respuesta, recogido por 'The Guardian', que recuerda a las miles de personas muertas en 1988 en Halabja por armas químicas de Sadam, que se suman a las purgas políticas y étnicas ordenadas por el fallecido dictador.
"Es el mismo argumento que hemos escuchado muchas veces, sin nada más que añadir. Pero en una democracia saludable se puede estar de acuerdo en que no estamos de acuerdo", concluyó Blair, quien recordó que Irak goza ahora "de una economía tres veces más grande" de la que disponía al inicio de la invasión, y que su tasa de mortalidad infantil se ha reducido a una tercera parte de la que padecía en 2003.