Debilidad empleo EEUU resta brillo a campaña de Obama

Washington, EP
Un débil reporte sobre el empleo en Estados Unidos echó agua fría el viernes sobre las esperanzas del presidente Barack Obama de repuntar en popularidad luego de la convención de su partido, poniéndolo a la defensiva mientras ingresa en la recta final de la campaña para las elecciones del 6 de noviembre.

Apenas horas después de recibir un vasto apoyo y adulación de sus seguidores el jueves por la noche en la Convención Demócrata en Charlotte, Carolina del Norte, Obama recibió un recordatorio del desafío que encara al convencer a los votantes para que le den un segundo mandato pese al alto desempleo.

El Departamento del Trabajo dijo el viernes que la economía creó 96.000 empleos en agosto, muy por debajo de los 125.000 esperados por los economistas consultados por Reuters.

Si bien la tasa de desempleo bajó a un 8,1 por ciento desde el 8,3 por ciento registrado en julio, eso se debió mayormente a que más personas dejaron de buscar trabajo.

Es muy probable que el sombrío reporte aplaque la euforia de la que disfrutaría Obama tras la convención, después de que el presidente aceptara en un apasionado discurso la nominación de su partido y pidiera más tiempo a los estadounidenses para completar su agenda económica.

Aprovechando el dato de empleo para criticar el manejo de la economía por parte de Obama, su rival republicano, Mitt Romney, calificó las cifras como "descorazonadoras para el pueblo estadounidense" cuando llegó a Iowa para un evento de campaña.

"Si anoche hubo una fiesta, esta mañana es la resaca", declaró Romney en un comunicado.

"Está claro que el presidente Obama simplemente no ha cumplido con sus promesas y que sus políticas no han funcionado. No estamos mejor que hace cuatro años", expresó el ex gobernador de Massachusetts en un comunicado.

En tanto, Obama -en un viaje de campaña en el estado de Nueva Hampshire-, puso énfasis en lo positivo de los números, observando que el sector privado ha generado ahora empleo durante 30 meses consecutivos. Sin embargo, dijo a una multitud que lo vitoreaba: "(El dato) no es lo suficientemente bueno. Necesitamos crear más empleos más rápido".

Al mismo tiempo, apuntó a que los republicanos en el Congreso han bloqueado buena parte de sus planes de empleo y acusó a Romney de hacer promesas para revitalizar la economía, pero sin decir a los votantes cómo lo haría.

El discurso de aceptación de nominación para un segundo mandato por parte de Obama, emitido por televisión a nivel nacional, puso fin a dos semanas de convenciones, primero del Partido Republicano y luego del Partido Demócrata.

La alocución abrió la última fase de una batalla por la Casa Blanca que los sondeos muestran que está esencialmente empatada en medio de preocupaciones de los votantes sobre la economía, que según Obama se encuentra camino a la recuperación pese a que el crecimiento ha sido débil.

Obama destacó prioridades como la creación 1 millón de nuevos empleos en el sector de las manufacturas, pero proveyó pocos detalles sobre cómo lograr estos objetivos. Encantó a los asistentes al final de su discurso cuando hizo declamaciones al estilo de un predicador.

Sin embargo, los comentarios de los medios no fueron tan halagadores como con el discurso pronunciado el miércoles por el ex presidente Bill Clinton en la convención.

DE REGRESO A LA CAMPAÑA

Ambos candidatos retomaron la campaña el viernes tras la divulgación del reporte de agosto sobre el mercado laboral estadounidense, un indicador económico clave que ambos bandos han estado observando de cerca en una contienda dominada por el debate sobre la desocupación.

Los últimos datos sobre el empleo podrían impulsar a Romney, un ex jefe de una firma privada de acciones que hizo de su experiencia empresarial el centro de su campaña. El republicano argumenta que está totalmente calificado para generar empleos y dice que Obama no está a la altura de la tarea.

Obama, que llegó a la Casa Blanca durante los días más oscuros de la recesión del 2007 al 2009, logró recortar el desempleo desde los niveles máximos del 10 por ciento en su primer año en el poder, pero no ha podido bajar la cifra desde la barrera del 8 por ciento, un tema recalcado por Romney.

"Esto no está ni siquiera cerca de cómo debería lucir una recuperación", indicó Paul Ryan, compañero de fórmula de Romney, a la cadena CNBC.

Los datos sobre desempleo también han generado interrogantes sobre si Obama obtendrá la clase de beneficios de los que normalmente disfrutan los nominados tras sus convenciones.

Un sondeo en internet de Reuters/Ipsos, revelado el jueves antes del discurso del presidente, arrojó que Romney llevaba una ligera ventaja con un 45 por ciento en la intención de voto, frente al 44 por ciento de su rival demócrata.

GIRA Y DEBATES

Obama y el vicepresidente Joe Biden viajarán el viernes a los estados de Iowa y Nueva Hampshire para eventos de campaña conjuntos. Romney también visitará esos estados, que podrían ser cruciales para conseguir los 270 votos electorales necesarios para ganar la Casa Blanca.

Esos estados figuran entre los 10 que podrían decidir las elecciones presidenciales, en una lista que también contempla a Florida, Virginia, Carolina del Norte, Ohio, Colorado, Nevada y Wisconsin.

Tras el fin de las convenciones de nominación, el próximo gran evento político en el calendario será el primero de tres debates presidenciales el 3 de octubre en Denver.

Biden y el republicano Ryan también se verán las caras en un debate el 11 de octubre en Danville, Kentucky.

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