Afganistán se queda sin espacio en la carrera hacia la Casa Blanca
Kabul, AFP
Afganistán, la "guerra olvidada" de Estados Unidos, también ha quedado en un rincón en la contienda electoral entre el presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney.
Soldados estadounidenses continúan muriendo en Afganistán, 68.000 efectivos siguen destinados en el país asiático, civiles fallecen en el fuego cruzado y altos funcionarios militares aseguran que la estrategia está amenazada ante el auge de ataques contra efectivos de la OTAN.
Pero en la carrera hacia la Casa Blanca, dominada por la economía y los ataques personales, no hay espacio para una guerra que continúa llenando el cementerio de Arlington.
En las campañas de 2004 y 2008, Irak -y en menor medida Afganistán- fueron temas recurrentes, pero en la presente, de cara a las elecciones del 6 de noviembre, Israel, China e Irán copan los asuntos de política exterior. Nunca Afganistán.
Es más habitual que en las entrevistas que conceden los candidatos hablen de sus equipos deportivos preferidos o de sus gustos personales que de las estrategias que seguirán en relación con esta guerra.
"No ha habido mucha atención sobre Afganistán, apenas ha habido evocaciones superficiales" al conflicto, comentó Paul Rieckhoff, fundador de la Asociación de Veteranos estadounidenses de las guerras de Irak y Afganistán.
Romney no hizo alusión alguna a este conflicto, donde más de 2.000 soldados estadounidenses murieron y miles resultaron mutilados, durante su discurso de investidura ante la Convención Nacional Republicana, en agosto.
La guerra afgana seguramente quema la conciencia de Obama, encargado de firmar cartas de condolencias a los familiares de los soldados caídos y de conducir en última instancia la intervención de su país.
Sin embargo, el presidente sólo ha mencionado el conflicto y a sus veteranos de manera lateral.
"Hace cuatro años prometí terminar la guerra en Irak, y lo hice. Dije que reduciríamos la guerra en Afganistán, y lo estamos haciendo", recordó Obama en un mitin el viernes en Virginia (noreste).
¿Por qué esta guerra que ya dura diez años está tan ausente de los discursos de los candidatos? Porque referirse a ella no aportará rédito político a los candidatos.
"Pienso que es un error que no haya un debate público" por hacer esta guerra, comentó Stephen Biddle, profesor de ciencia política y asuntos internacionales en la universidad George Washington.
"Entiendo que la economía sea el tema dominante" del debate electoral, "pero matando, sufriendo bajas y gastando miles de millones de dólares" se debe comentar la situación, señaló.
Obama ha logrado, sin embargo, conectar con el sentimiento de la mayoría de los estadounidenses, cansados de la guerra y deseosos de un pronto retorno a casa de los soldados.
Eso ha dejado a Romney sin demasiado espacio político para esbozar una alternativa y ha debido manifestar su acuerdo con la propuesta del presidente de una retirada gradual de las tropas de Afganistán, hasta una salida definitiva en 2014.
Las encuestas revelan a su vez que la gran mayoría de la opinión pública considera que la de Afganistán es una guerra sin sentido.
Pero tampoco hay manifestaciones en favor de la paz que sirvan para ejercer una presión directa sobre los políticos.
Tres senadores republicanos, John McCain, Lindsey Graham y Joe Lieberman, pidieron el miércoles pasado a la Casa Blanca una "pausa estratégica" en la retirada de las tropas de Afganistán, pero el llamado fue rápidamente rechazado.
Si hay un consenso político sobre Afganistán, es que hay que salir de allí.
Afganistán, la "guerra olvidada" de Estados Unidos, también ha quedado en un rincón en la contienda electoral entre el presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney.
Afganistán, la "guerra olvidada" de Estados Unidos, también ha quedado en un rincón en la contienda electoral entre el presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney.
Soldados estadounidenses continúan muriendo en Afganistán, 68.000 efectivos siguen destinados en el país asiático, civiles fallecen en el fuego cruzado y altos funcionarios militares aseguran que la estrategia está amenazada ante el auge de ataques contra efectivos de la OTAN.
Obama ha logrado, sin embargo, conectar con el sentimiento de la mayoría de los estadounidenses, cansados de la guerra y deseosos de un pronto retorno a casa de los soldados.
Afganistán, la "guerra olvidada" de Estados Unidos, también ha quedado en un rincón en la contienda electoral entre el presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney.
Soldados estadounidenses continúan muriendo en Afganistán, 68.000 efectivos siguen destinados en el país asiático, civiles fallecen en el fuego cruzado y altos funcionarios militares aseguran que la estrategia está amenazada ante el auge de ataques contra efectivos de la OTAN.
Pero en la carrera hacia la Casa Blanca, dominada por la economía y los ataques personales, no hay espacio para una guerra que continúa llenando el cementerio de Arlington.
En las campañas de 2004 y 2008, Irak -y en menor medida Afganistán- fueron temas recurrentes, pero en la presente, de cara a las elecciones del 6 de noviembre, Israel, China e Irán copan los asuntos de política exterior. Nunca Afganistán.
Es más habitual que en las entrevistas que conceden los candidatos hablen de sus equipos deportivos preferidos o de sus gustos personales que de las estrategias que seguirán en relación con esta guerra.
"No ha habido mucha atención sobre Afganistán, apenas ha habido evocaciones superficiales" al conflicto, comentó Paul Rieckhoff, fundador de la Asociación de Veteranos estadounidenses de las guerras de Irak y Afganistán.
Romney no hizo alusión alguna a este conflicto, donde más de 2.000 soldados estadounidenses murieron y miles resultaron mutilados, durante su discurso de investidura ante la Convención Nacional Republicana, en agosto.
La guerra afgana seguramente quema la conciencia de Obama, encargado de firmar cartas de condolencias a los familiares de los soldados caídos y de conducir en última instancia la intervención de su país.
Sin embargo, el presidente sólo ha mencionado el conflicto y a sus veteranos de manera lateral.
"Hace cuatro años prometí terminar la guerra en Irak, y lo hice. Dije que reduciríamos la guerra en Afganistán, y lo estamos haciendo", recordó Obama en un mitin el viernes en Virginia (noreste).
¿Por qué esta guerra que ya dura diez años está tan ausente de los discursos de los candidatos? Porque referirse a ella no aportará rédito político a los candidatos.
"Pienso que es un error que no haya un debate público" por hacer esta guerra, comentó Stephen Biddle, profesor de ciencia política y asuntos internacionales en la universidad George Washington.
"Entiendo que la economía sea el tema dominante" del debate electoral, "pero matando, sufriendo bajas y gastando miles de millones de dólares" se debe comentar la situación, señaló.
Obama ha logrado, sin embargo, conectar con el sentimiento de la mayoría de los estadounidenses, cansados de la guerra y deseosos de un pronto retorno a casa de los soldados.
Eso ha dejado a Romney sin demasiado espacio político para esbozar una alternativa y ha debido manifestar su acuerdo con la propuesta del presidente de una retirada gradual de las tropas de Afganistán, hasta una salida definitiva en 2014.
Las encuestas revelan a su vez que la gran mayoría de la opinión pública considera que la de Afganistán es una guerra sin sentido.
Pero tampoco hay manifestaciones en favor de la paz que sirvan para ejercer una presión directa sobre los políticos.
Tres senadores republicanos, John McCain, Lindsey Graham y Joe Lieberman, pidieron el miércoles pasado a la Casa Blanca una "pausa estratégica" en la retirada de las tropas de Afganistán, pero el llamado fue rápidamente rechazado.
Si hay un consenso político sobre Afganistán, es que hay que salir de allí.
Afganistán, la "guerra olvidada" de Estados Unidos, también ha quedado en un rincón en la contienda electoral entre el presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney.
Afganistán, la "guerra olvidada" de Estados Unidos, también ha quedado en un rincón en la contienda electoral entre el presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney.
Soldados estadounidenses continúan muriendo en Afganistán, 68.000 efectivos siguen destinados en el país asiático, civiles fallecen en el fuego cruzado y altos funcionarios militares aseguran que la estrategia está amenazada ante el auge de ataques contra efectivos de la OTAN.
Obama ha logrado, sin embargo, conectar con el sentimiento de la mayoría de los estadounidenses, cansados de la guerra y deseosos de un pronto retorno a casa de los soldados.