Restablecido el suministro eléctrico en la India tras los apagones masivos
Madrid, EP
El suministro eléctrico se ha restablecido plenamente tras los apagones que dejaron sin luz a más de 600 millones de personas en India el lunes y el martes de esta semana, según ha informado una compañía eléctrica pública.
Los apagones, que se produjeron porque tres redes de suministro se colapsaron, una de ellas por segundo día consecutivo, generaron una situación de caos en gran parte del país. Grandes ciudades quedaron paralizadas y servicios esenciales como el transporte se vieron afectados seriamente.
La interrupción en el suministro en el norte, el este y el noreste de India afectó a 20 de los 28 estados del país. Pero el director ejecutivo de la Corporación de Gestión del Sistema Eléctrico (POSOCO, por sus siglas en inglés), S. K. Soonee, ha afirmado, según la cadena británica BBC, que sus ingenieros consiguieron reactivar los tres sistemas durante la noche del martes al miércoles.
En Delhi, el metro se paró y los pasajeros fueron evacuados, y en las calles se produjeron grandes atascos porque los semáforos no funcionaban. Entre los estados afectados figuran Punjab, Haryana, Uttar Pradesh, Himachal Pradesh y Rajastán en el norte, y Bengala Occidental, Bihar, Orissa y Jharjand en el este.
En Bengala Occidental, unos 200 mineros quedaron atrapados bajo tierra por la paralización de los elevadores de las minas, pero posteriormente fueron rescatados.
EXPLICACIÓN DEL GOBIERNO
El ministro de Energía, Sushilkumar Shinde, ha atribuido el colapso del sistema al hecho de que algunos estados estaban usando más electricidad de la que les correspondía. En las horas punta, India sufre un déficit de electricidad de aproximadamente un 10 por ciento, lo cual supone un lastre para su economía.
"Es el segundo día que ocurre esto. He ordenado que se castigue a quienes utilizan una cantidad de electricidad mayor de la que les corresponde", declaró el martes por la tarde. Las autoridades de Uttar Pradesh y Haryana se han defendido de las críticas del ministro, las del primer estado negando su culpa y las del segundo indicando que son muchas las regiones que no cumplen las normas.
La saturacuón en la red de suministro eléctrico se ha agravado a causa de las escasas precipitaciones que ha generado el monzón este año en estados agrícolas como Punjab y Uttar Pradesh. Al haber menos lluvia que riegue los campos de cultivo, aumenta el número de campesinos que utilizan bombas eléctricas para recoger agua de los pozos.
Los apagones no afectan a las grandes industrias porque éstas disponen de centrales eléctricas propias o de grandes generadores que funcionan con diésel. Sin embargo, perjudican seriamente a las empresas pequeñas y a la inversión.
El elevado consumo de diésel, un producto que en India está subvencionado, por parte de campesinos y empresas ha contribuido a aumentar el déficit del Estado. El Gobierno se ha comprometido a solucionar este problema para restablecer la confianza en la economía, pero la escasez de lluvias durante la época del monzón hace suponer que una reducción de las subvenciones tendría un alto coste político.
El suministro eléctrico se ha restablecido plenamente tras los apagones que dejaron sin luz a más de 600 millones de personas en India el lunes y el martes de esta semana, según ha informado una compañía eléctrica pública.
Los apagones, que se produjeron porque tres redes de suministro se colapsaron, una de ellas por segundo día consecutivo, generaron una situación de caos en gran parte del país. Grandes ciudades quedaron paralizadas y servicios esenciales como el transporte se vieron afectados seriamente.
La interrupción en el suministro en el norte, el este y el noreste de India afectó a 20 de los 28 estados del país. Pero el director ejecutivo de la Corporación de Gestión del Sistema Eléctrico (POSOCO, por sus siglas en inglés), S. K. Soonee, ha afirmado, según la cadena británica BBC, que sus ingenieros consiguieron reactivar los tres sistemas durante la noche del martes al miércoles.
En Delhi, el metro se paró y los pasajeros fueron evacuados, y en las calles se produjeron grandes atascos porque los semáforos no funcionaban. Entre los estados afectados figuran Punjab, Haryana, Uttar Pradesh, Himachal Pradesh y Rajastán en el norte, y Bengala Occidental, Bihar, Orissa y Jharjand en el este.
En Bengala Occidental, unos 200 mineros quedaron atrapados bajo tierra por la paralización de los elevadores de las minas, pero posteriormente fueron rescatados.
EXPLICACIÓN DEL GOBIERNO
El ministro de Energía, Sushilkumar Shinde, ha atribuido el colapso del sistema al hecho de que algunos estados estaban usando más electricidad de la que les correspondía. En las horas punta, India sufre un déficit de electricidad de aproximadamente un 10 por ciento, lo cual supone un lastre para su economía.
"Es el segundo día que ocurre esto. He ordenado que se castigue a quienes utilizan una cantidad de electricidad mayor de la que les corresponde", declaró el martes por la tarde. Las autoridades de Uttar Pradesh y Haryana se han defendido de las críticas del ministro, las del primer estado negando su culpa y las del segundo indicando que son muchas las regiones que no cumplen las normas.
La saturacuón en la red de suministro eléctrico se ha agravado a causa de las escasas precipitaciones que ha generado el monzón este año en estados agrícolas como Punjab y Uttar Pradesh. Al haber menos lluvia que riegue los campos de cultivo, aumenta el número de campesinos que utilizan bombas eléctricas para recoger agua de los pozos.
Los apagones no afectan a las grandes industrias porque éstas disponen de centrales eléctricas propias o de grandes generadores que funcionan con diésel. Sin embargo, perjudican seriamente a las empresas pequeñas y a la inversión.
El elevado consumo de diésel, un producto que en India está subvencionado, por parte de campesinos y empresas ha contribuido a aumentar el déficit del Estado. El Gobierno se ha comprometido a solucionar este problema para restablecer la confianza en la economía, pero la escasez de lluvias durante la época del monzón hace suponer que una reducción de las subvenciones tendría un alto coste político.