Perú suspende plan minero por dudas sobre afectación de agua
Lima, AFP
El lunes, vecinos de Cajamarca se manifestaron en contra del proyecto, frente a la laguna Mamacocha.
“Hemos entrado en un escenario distinto, el proyecto ha entrado en una fase de suspensión que ya ha determinado la propia compañía y, por supuesto, a pedido del Gobierno”, expresó Jiménez.
El funcionario sostuvo que de esta forma el proyecto de Conga, perteneciente a la empresa Yanacocha, al cual se opone la población norandina de Cajamarca , es un asunto que queda fuera de la agenda inmediata del Gobierno.
“Es un tema que está absolutamente fuera de lugar”, afirmó.
El miércoles, el presidente Ollanta Humala dijo que la minera Yanacocha, controlada por la estadounidense Newmont, “tiene dos años de plazo para asegurar el agua a los cajamarquinos”.
“Hemos logrado de manera firme, sin ir a litigios internacionales, que la empresa se comprometa primero a defender el agua antes que los proyectos propiamente extractivos”, enfatizó Humala.
Desde Estados Unidos, en tanto, el presidente ejecutivo de Newmont, Richard O’Brien, declaró días atrás que se harían cambios significativos para crear un entorno que permita avanzar con el proyecto Conga, que tiene previsto una inversión de $4.800 millones.
“Tiene que haber un entorno consistente necesario para el buen desarrollo de la minería; en este momento no vemos ese ambiente en Conga. Tomará un tiempo significativo para que eso suceda”, declaró O’Brien a la agencia Dow Jones Newswires.
O’Brien estuvo la semana pasada en Lima donde mantuvo reuniones confidenciales con funcionarios del gobierno de Humala sobre el futuro de Conga.
Por su parte, el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, que lidera la oposición a Conga, manifestó en la víspera, al comentar las declaraciones de O’Brien, que la empresa “está reconociendo que no tiene la licencia social, lo que resulta un hecho grave, que devuelve al inicio el proyecto”.
Polémica. El proyecto Conga prevé el secado de cuatro lagunas para extraer oro y cobre del fondo, y la empresa proyectaba construir reservorios de agua en la zona para asegurar la provisión del líquido a las poblaciones y para la actividad agrícola y ganadera.
Sin embargo, las obras afrontan la fuerte resistencia de comunidades locales, las cuales afirman que existe un gran riesgo de que puedan quedarse sin agua.
El proyecto había sido suspendido en noviembre del 2011 tras fuertes protestas, pero fue retomado en abril luego de una auditoría ambiental ordenada por el Gobierno justamente por el malestar social generado.
A raíz de un incremento de las manifestaciones en contra del proyecto, que dejaron un saldo de cinco muertos en julio anterior, el Ejecutivo peruano declaró el mes pasado un estado de emergencia y militarización en Cajamarca, que aún está vigente.
Perú, país donde la minería es el motor de la economía, es el quinto productor mundial de oro, y concentra 40% de la producción de América Latina.
El lunes, vecinos de Cajamarca se manifestaron en contra del proyecto, frente a la laguna Mamacocha.
“Hemos entrado en un escenario distinto, el proyecto ha entrado en una fase de suspensión que ya ha determinado la propia compañía y, por supuesto, a pedido del Gobierno”, expresó Jiménez.
El funcionario sostuvo que de esta forma el proyecto de Conga, perteneciente a la empresa Yanacocha, al cual se opone la población norandina de Cajamarca , es un asunto que queda fuera de la agenda inmediata del Gobierno.
“Es un tema que está absolutamente fuera de lugar”, afirmó.
El miércoles, el presidente Ollanta Humala dijo que la minera Yanacocha, controlada por la estadounidense Newmont, “tiene dos años de plazo para asegurar el agua a los cajamarquinos”.
“Hemos logrado de manera firme, sin ir a litigios internacionales, que la empresa se comprometa primero a defender el agua antes que los proyectos propiamente extractivos”, enfatizó Humala.
Desde Estados Unidos, en tanto, el presidente ejecutivo de Newmont, Richard O’Brien, declaró días atrás que se harían cambios significativos para crear un entorno que permita avanzar con el proyecto Conga, que tiene previsto una inversión de $4.800 millones.
“Tiene que haber un entorno consistente necesario para el buen desarrollo de la minería; en este momento no vemos ese ambiente en Conga. Tomará un tiempo significativo para que eso suceda”, declaró O’Brien a la agencia Dow Jones Newswires.
O’Brien estuvo la semana pasada en Lima donde mantuvo reuniones confidenciales con funcionarios del gobierno de Humala sobre el futuro de Conga.
Por su parte, el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, que lidera la oposición a Conga, manifestó en la víspera, al comentar las declaraciones de O’Brien, que la empresa “está reconociendo que no tiene la licencia social, lo que resulta un hecho grave, que devuelve al inicio el proyecto”.
Polémica. El proyecto Conga prevé el secado de cuatro lagunas para extraer oro y cobre del fondo, y la empresa proyectaba construir reservorios de agua en la zona para asegurar la provisión del líquido a las poblaciones y para la actividad agrícola y ganadera.
Sin embargo, las obras afrontan la fuerte resistencia de comunidades locales, las cuales afirman que existe un gran riesgo de que puedan quedarse sin agua.
El proyecto había sido suspendido en noviembre del 2011 tras fuertes protestas, pero fue retomado en abril luego de una auditoría ambiental ordenada por el Gobierno justamente por el malestar social generado.
A raíz de un incremento de las manifestaciones en contra del proyecto, que dejaron un saldo de cinco muertos en julio anterior, el Ejecutivo peruano declaró el mes pasado un estado de emergencia y militarización en Cajamarca, que aún está vigente.
Perú, país donde la minería es el motor de la economía, es el quinto productor mundial de oro, y concentra 40% de la producción de América Latina.