Obama ante el desafío de removilizar el voto juvenil que fue crucial en 2008
Washington, AFP
El presidente Barack Obama, electo en 2008 gracias en parte a la movilización de los más jóvenes, debe este año afrontar el desafío de remotivar a esta franja del electorado, duramente afectada por la crisis económica.
Al menos 66% de los electores de entre 18 y 30 años prefirieron al candidato demócrata en las pasadas elecciones presidenciales, cuando se enfrentó al senador republicano John McCain, desmintiendo además el tópico según el cual los jóvenes estadounidenses votan menos que la media de la población.
Seducidos por el mensaje de "cambio" y "esperanza" que promovía el entonces senador por el estado de Illinois (norte), así como por su astuta utilización de las redes sociales en internet, los más jóvenes participaron masivamente en aquel proceso electoral.
Pero este año esa franja parece haber dejado un poco de lado al candidato demócrata, aun si Obama conserva en ella un margen considerable de distancia sobre su rival republicano Mitt Romney: 56% contra 37%, según un reciente sondeo de CNN.
Consciente del desafío, el equipo de campaña de Obama hizo que el candidato recorriera tres ciudades universitarias ubicadas en estados considerados clave para la elección del 6 de noviembre: Iowa (centro), Colorado (oeste) y Virginia (este), mientras en Tampa (Florida, sudeste) se desarrollaba la convención republicana
Si la elección se presentara reñida, el "voto joven" podría inclinar la balanza en favor de Obama.
"Hay cínicos que no cesan de decirles que el cambio no es posible, que ustedes no pueden pesar, que no son capaces de colmar la brecha entre vuestras aspiraciones y la realidad", dijo Obama el miércoles ante 7.500 personas reunidas en la ciudad universitaria de Charlottesville, en Virginia.
Esa misma noche, Paul Ryan, compañero de Romney en la fórmula republicana, se dirigió directamente a los jóvenes desde la tribuna de la convención de Tampa: "los diplomados universitarios no deberían seguir contemplando amarillentos pósters de Obama en las paredes de sus habitaciones infantiles y continuar preguntándose cuándo podrán comenzar su propia vida", dijo.
Más allá de la retórica, los argumentos republicanos acerca de una "generación perdida" de jóvenes crecidos bajo la presidencia de Obama podrían encontrar cierto eco: 89% de los estadounidenses de entre 18 y 29 años piensan que la crisis económica ha tenido repercusiones sobre su vida cotidiana, según un estudio del grupo de reflexión independiente Generation Opportunity.
El informe indica que en julio pasado 12,7% de los jóvenes de esa franja de edad estaban sin trabajo, cuando el desempleo global alcanza al 8,3%. Más de tres cuartas partes de los ciudadanos de 18 a 29 tienen intención de votar y "no sienten fidelidad por partido alguno", apuntó el presidente de Generation Opportunity, Paul Conway.
Peter Levine, director de CIRCLE, otro grupo de reflexión sobre la juventud, observa a su vez que Romney y Ryan tienen ante sí una oportunidad única de debilitar el peso de Obama entre estos 20 millones de electores.
Los partidarios de Obama aceptan sin embargo el argumento del presidente de que las líneas de acción gubernamentales seguidas hasta ahora deben ser mantenidas.
"No creo que el presidente tenga la culpa" de la situación económica que vive el país. "Controla parte pero no todos" los resortes de la política, sostiene Keith Abel, una estudiante de 20 años en ingeniería industrial entrevistada por la AFP al margen de un mitin de Obama en la universidad estatal de Iowa.
"Tiene un plan (económico) y necesita más tiempo" para llevarlo a cabo", subrayó.
El presidente de EEUU Barack Obama saluda a simpatizantes en Charlotteville el 29 de agosto. Obama, electo en 2008 gracias en parte a la movilización de los más jóvenes, debe este año afrontar el desafío de remotivar a esta franja del electorado, duramente afectada por la crisis económica.
El presidente Barack Obama, electo en 2008 gracias en parte a la movilización de los más jóvenes, debe este año afrontar el desafío de remotivar a esta franja del electorado, duramente afectada por la crisis económica.
Al menos 66% de los electores de entre 18 y 30 años prefirieron al candidato demócrata en las pasadas elecciones presidenciales, cuando se enfrentó al senador republicano John McCain, desmintiendo además el tópico según el cual los jóvenes estadounidenses votan menos que la media de la población.
Seducidos por el mensaje de "cambio" y "esperanza" que promovía el entonces senador por el estado de Illinois (norte), así como por su astuta utilización de las redes sociales en internet, los más jóvenes participaron masivamente en aquel proceso electoral.
Pero este año esa franja parece haber dejado un poco de lado al candidato demócrata, aun si Obama conserva en ella un margen considerable de distancia sobre su rival republicano Mitt Romney: 56% contra 37%, según un reciente sondeo de CNN.
Consciente del desafío, el equipo de campaña de Obama hizo que el candidato recorriera tres ciudades universitarias ubicadas en estados considerados clave para la elección del 6 de noviembre: Iowa (centro), Colorado (oeste) y Virginia (este), mientras en Tampa (Florida, sudeste) se desarrollaba la convención republicana
Si la elección se presentara reñida, el "voto joven" podría inclinar la balanza en favor de Obama.
"Hay cínicos que no cesan de decirles que el cambio no es posible, que ustedes no pueden pesar, que no son capaces de colmar la brecha entre vuestras aspiraciones y la realidad", dijo Obama el miércoles ante 7.500 personas reunidas en la ciudad universitaria de Charlottesville, en Virginia.
Esa misma noche, Paul Ryan, compañero de Romney en la fórmula republicana, se dirigió directamente a los jóvenes desde la tribuna de la convención de Tampa: "los diplomados universitarios no deberían seguir contemplando amarillentos pósters de Obama en las paredes de sus habitaciones infantiles y continuar preguntándose cuándo podrán comenzar su propia vida", dijo.
Más allá de la retórica, los argumentos republicanos acerca de una "generación perdida" de jóvenes crecidos bajo la presidencia de Obama podrían encontrar cierto eco: 89% de los estadounidenses de entre 18 y 29 años piensan que la crisis económica ha tenido repercusiones sobre su vida cotidiana, según un estudio del grupo de reflexión independiente Generation Opportunity.
El informe indica que en julio pasado 12,7% de los jóvenes de esa franja de edad estaban sin trabajo, cuando el desempleo global alcanza al 8,3%. Más de tres cuartas partes de los ciudadanos de 18 a 29 tienen intención de votar y "no sienten fidelidad por partido alguno", apuntó el presidente de Generation Opportunity, Paul Conway.
Peter Levine, director de CIRCLE, otro grupo de reflexión sobre la juventud, observa a su vez que Romney y Ryan tienen ante sí una oportunidad única de debilitar el peso de Obama entre estos 20 millones de electores.
Los partidarios de Obama aceptan sin embargo el argumento del presidente de que las líneas de acción gubernamentales seguidas hasta ahora deben ser mantenidas.
"No creo que el presidente tenga la culpa" de la situación económica que vive el país. "Controla parte pero no todos" los resortes de la política, sostiene Keith Abel, una estudiante de 20 años en ingeniería industrial entrevistada por la AFP al margen de un mitin de Obama en la universidad estatal de Iowa.
"Tiene un plan (económico) y necesita más tiempo" para llevarlo a cabo", subrayó.
El presidente de EEUU Barack Obama saluda a simpatizantes en Charlotteville el 29 de agosto. Obama, electo en 2008 gracias en parte a la movilización de los más jóvenes, debe este año afrontar el desafío de remotivar a esta franja del electorado, duramente afectada por la crisis económica.