La policía sudafricana mata a más 36 trabajadores de una mina de platino
MARIKANA, AFP
Al menos 36 personas murieron el jueves después de que la policía sudafricana abriera fuego contra unos trabajadores en huelga en la mina de platino Marikana, según el sindicato de mineros NUM, en la más sangrienta intervención policial en Sudáfrica desde la caída del régimen del apartheid, en 1994.
El poderoso sindicato de mineros NUM denunció este viernes que el número de víctimas asciende a 36 trabajadores, al tiempo que el ministro de la Policía admitió a una radio local que había 'más de 30' muertos y un elevado número de heridos.
Al menos 36 personas murieron el jueves después de que la policía sudafricana abriera fuego contra unos trabajadores en huelga en la mina de platino Marikana, según el sindicato de mineros NUM, en la más sangrienta intervención policial en Sudáfrica desde la caída del régimen del apartheid, en 1994.
El poderoso sindicato de mineros NUM denunció este viernes que el número de víctimas asciende a 36 trabajadores, al tiempo que el ministro de la Policía admitió a una radio local que había 'más de 30' muertos y un elevado número de heridos.
El episodio ha provocado una conmoción mundial, ya que numerosas cámaras de televisión se encontraban cubriendo las negociaciones con los huelguistas en la mina cuando se inició la operación y las imágenes muestran a los agentes abriendo fuego contra los manifestantes, que caen abatidos en medio de una nube de polvo.
El presidente sudafricano, Jacob Zuma, deploró lo ocurrido: 'he dado instrucciones a los responsables de las fuerzas del orden para que hagan lo posible para retomar el control de la situación y para que los responsables de la violencia sean llevados a la justicia'. 'Creemos que hay suficiente espacio en nuestro sistema democrático para que las diferencias sean resueltas mediante el diálogo, sin violación de la ley y sin violencia', añadió el jefe de Estado.
El jueves por la mañana, varios cientos de mineros armados con porras, barras de hierro y machetes se agruparon fuera de la mina de la empresa Lonmin. Los huelguistas reclaman importantes aumentos de salario.
Durante la jornada, la dirección de la mina los intimó a reanudar el trabajo este viernes, amenazando con despedir a los que se negaran a hacerlo.
Ante la negativa de los mineros a dispersarse, la policía lanzó gases lacrimógenos y les disparó balas de goma. No queda claro en qué circunstancias la policía pasó a usar balas reales.
En unas declaraciones a una radio local, el ministro de la Policía, Nathi Mthethwa, dijo 'muchas personas están heridas y los números no cesan de aumentar'.
El ministro deploró emocionadamente la explosión de violencia y recordó que la policía había negociado durante tres días con los grupos huelguistas. 'Esto no debería haber ocurrido. Habíamos insistido en que hay leyes en el país, que permiten que las personas hagan huelga, reunirse o manifestarse, pero pensamos que nadie debe ignorar los pilares de nuestro sistema', dijo el ministro, para añadir que se trataba de 'una situación terrible para todos'.
Poco antes, un portavoz de la policía había afirmado que los agentes abrieron fuego porque no tenían otra opción. 'La policía fue atacada salvajemente por el grupo, que tenía varias armas e incluso armas de fuego. Para protegerse, y en legítima defensa, los agentes tuvieron que responder con la fuerza', dijo.
'Que yo recuerde, nunca hemos visto algo de esta magnitud' desde la caída del apartheid, dijo a la AFP el analista Daniel Silke. 'Pienso que es una señal de una gran tensión social en Sudáfrica'.
El pasado domingo, unos violentos choques entre sindicatos adversarios ya habían dejado un saldo de 10 personas muertas, incluyendo dos policías, en la misma mina.
Para Silke, el agravamiento de la violencia nació del enfrentamiento entre el todopoderoso sindicado de mineros NUM y un gremio disidente, AMCU, que impulsó el movimiento del huelga con la consigna de conseguir triplicar el salario de los trabajadores. 'Ha habido muy poca mejora en la vida de las personas durante décadas y el gobierno es aún incapaz de hacer frente a esta frustración', dijo Silke.
En la noche del jueves, Roger Phillipmore, presidente de Lonmin, rechazó cualquier responsabilidad en lo ocurrido. 'La policía sudafricana era responsable de mantener el orden y la seguridad en el lugar desde el inicio de la violencia entre sindicatos rivales durante el fin de semana', afirmó en una nota oficial.
Lonmin afirma que la huelga ya le ha costado seis días de producción en Marikana. La empresa estima ahora improbable alcanzar su meta de producción anual de 750.000 onzas de platino.