Japón y Corea del Sur, enfrentados por islas que abren heridas coloniales

SEÚL, AFP
Japón convocó este viernes al embajador surcoreano en Tokio y llamó al suyo en Seúl tras el anuncio de la llegada el mismo día del presidente surcoreano, Lee Myung-Bak, a islas reivindicadas por ambos países, en un contexto de relaciones bilaterales marcadas por viejas heridas coloniales.
'Nuestro ministerio de Relaciones Exteriores convocó al embajador tras la visita del presidente (surcoreano) a las islas Takeshima', indicó a AFP un responsable del ministerio.

El presidente surcoreano desembarcó este viernes en estas remotas islas volcánicas del Mar de Japón cuya soberanía es reclamada por el Gobierno japonés, en una visita sin precedentes, según la prensa nipona.
Según Jiji Press, que citó un funcionario del ministerio de Exteriores japonés, Lee desembarcó en una de las islas del grupo que Corea del Sur llama Dokdo y que Japón denomina Takeshima.
Las disputadas islas están integradas por dos islotes y unos 35 pequeños arrecifes de una superficie total de 18,7 hectáreas. Sus únicos habitantes son una pareja de personas mayores de edad.
Se trataría de la primera visita de un presidente surcoreano a esas islas, que durante décadas fueron motivo de tensión entre Seúl y la ex potencia colonial de Tokio. Corea del Sur posee un pequeño destacamento marítimo en esas islas desde 1954, que constituye la única población además del matrimonio de ancianos.
En Seúl, un portavoz presidencial no pudo confirmar si Lee había llegado a Dokdo. El presidente se encontraba el viernes visitando las islas surcoreanas de Ulleung y tenía previsto viajar a Dokdo en un helicóptero si las condiciones meteorológicas lo permitían.
En tanto, en Tokio, el ministro de Exteriores nipón, Koichiro Gemba, dijo que esa visita 'tendría un enorme impacto en las relaciones entre Corea del Sur y Japón', y añadió que el Gobierno japonés 'tendría que responder con firmeza'.
El viaje del presidente surcoreano se produce además a pocos días del aniversario de la capitulación de Japón, el 15 de agosto de 1945, que puso fin a 35 años de ocupación japonesa en Corea.
El pasado sigue siendo una espina clavada en las relaciones de los dos paises: en mayo pasado, Corea del Sur suspendió la firma de inéditos acuerdos de cooperación militar con Japón. Un responsable militar explicó esta suspensión por 'el sentimiento del público'.
El ministro surcoreano de Defensa Kim Kwan-jin debía también viajar a Tokio en mayo para firmar estos acuerdos, que eran los primeros en el ámbito militar desde el final de la ocupación japonesa en Corea del Sur, en 1945.
Pese a una estrecha cooperación económica, las relaciones entre los dos países siguen lastradas por la herencia de la era colonial.
Tokio rehusa, por ejemplo, compensar a las mujeres surcoreanas que se vieron reducidas al estado de esclavas sexuales en poder del ejército japonés durante la última guerra mundial.

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