Isaac amenaza la Convención republicana
La tormenta tropical podría convertirse en huracán al avanzar sobre las costas de Florida
Yolanda Monge
Washington, El País
Puede que nunca antes el Partido Republicano haya estado tan atento a las predicciones meteorológicas como desde que se conoce que la tormenta tropical Isaac se desplaza con rumbo oeste sobre el Océano Atlántico, amenazando la Convención Nacional Republicana en Tampa (Florida) de la semana próxima.
A pesar de que los expertos aseguran que es demasiado pronto para decir con certeza si la tormenta va a ganar impulso y convertirse en huracán –o si incluso tocara Tampa-, el alcalde de la ciudad, Bob Buckhorn, ha declarado que no le temblará la mano si tiene que firmar la orden de cancelación de un evento que congregará a partir del próximo lunes y hasta el jueves –día éste último en que se hace oficial la nominación de Mitt Romney como candidato republicano a la Casa Blanca- a más de 70.000 personas. “Si tuviéramos que cancelar, posponer o trasladar la Convención lo haríamos sabiendo que mi obligación y la obligación de la ciudad es proteger a los ciudadanos”, ha declarado el alcalde. “La política se cuida sola”, ha concluido Buckhorn.
Han pasado 90 años desde que un huracán de consideración azotase Tampa. Charley, un huracán de categoría 4 con vientos de más de 240 kilómetros hora, tocó la costa oeste de Florida el 13 de agosto de 2004. Wilma aterrizó en Florida en 2005. En 1992, Andrew –categoría 5- causó 26 muertos en el sur de Miami y miles de millones en pérdidas. De momento, las simulaciones por ordenador del Centro Nacional de Huracanes predicen que Isaac se convertirá en huracán en los próximos días y algunos modelos ya muestran la devastación que dejaría.
Según fuentes del Partido Republicano, existen planes de contingencia para el caso de que el huracán se abriese paso a través de Tampa, entre los que se incluye el peor de los escenarios: la evacuación de la ciudad y sus 70.000 habitantes.
El pasado mes de mayo ya se llevó a cabo un simulacro en el que se pretendía que una potente tormenta azotaba Tampa durante el segundo día de la Convención, lo que implicaba la cancelación inmediata del evento. Un huracán de importancia es cualquiera que alcance categoría 3 y tenga vientos de 170 kilómetros hora.
Yolanda Monge
Washington, El País
Puede que nunca antes el Partido Republicano haya estado tan atento a las predicciones meteorológicas como desde que se conoce que la tormenta tropical Isaac se desplaza con rumbo oeste sobre el Océano Atlántico, amenazando la Convención Nacional Republicana en Tampa (Florida) de la semana próxima.
A pesar de que los expertos aseguran que es demasiado pronto para decir con certeza si la tormenta va a ganar impulso y convertirse en huracán –o si incluso tocara Tampa-, el alcalde de la ciudad, Bob Buckhorn, ha declarado que no le temblará la mano si tiene que firmar la orden de cancelación de un evento que congregará a partir del próximo lunes y hasta el jueves –día éste último en que se hace oficial la nominación de Mitt Romney como candidato republicano a la Casa Blanca- a más de 70.000 personas. “Si tuviéramos que cancelar, posponer o trasladar la Convención lo haríamos sabiendo que mi obligación y la obligación de la ciudad es proteger a los ciudadanos”, ha declarado el alcalde. “La política se cuida sola”, ha concluido Buckhorn.
Han pasado 90 años desde que un huracán de consideración azotase Tampa. Charley, un huracán de categoría 4 con vientos de más de 240 kilómetros hora, tocó la costa oeste de Florida el 13 de agosto de 2004. Wilma aterrizó en Florida en 2005. En 1992, Andrew –categoría 5- causó 26 muertos en el sur de Miami y miles de millones en pérdidas. De momento, las simulaciones por ordenador del Centro Nacional de Huracanes predicen que Isaac se convertirá en huracán en los próximos días y algunos modelos ya muestran la devastación que dejaría.
Según fuentes del Partido Republicano, existen planes de contingencia para el caso de que el huracán se abriese paso a través de Tampa, entre los que se incluye el peor de los escenarios: la evacuación de la ciudad y sus 70.000 habitantes.
El pasado mes de mayo ya se llevó a cabo un simulacro en el que se pretendía que una potente tormenta azotaba Tampa durante el segundo día de la Convención, lo que implicaba la cancelación inmediata del evento. Un huracán de importancia es cualquiera que alcance categoría 3 y tenga vientos de 170 kilómetros hora.