El primer ministro sirio se suma a la rebelión y denuncia un "genocidio"
El Cairo, AFP
El primer ministro sirio, Riad Hijab, se sumó este lunes a la rebelión y acusó al presidente Bashar al Asad de "genocidio", en uno de los mayores golpes que sufre el régimen tras casi 17 meses de insurrección.
El ejército sirio bombardeó el lunes los barrios rebeldes de Alepo (norte) y también se registraron combates entre tropas leales y rebeldes en otras resgiones del país. En total murieron 137 personas, de los cuales 82 civiles, 39 soldados y 16 rebeldes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El primer ministro tomó su decisión debido a los "crímenes de guerra y el genocidio" cometidos por el régimen de Asad, afirmó su portavoz Mohamed Otri.
Hijab, que desertó en la madrugada del lunes en Jordania, partirá pronto de este país rumbo a Catar, indicó Otri a la AFP.
"Hijab irá a Doha, en donde están basados los medios internacionales. Viajará mañana, pasado mañana o en pocos días", declaró Otri, sin dar más detalles.
El jefe del Consejo Nacional Sirio, la principal coalición de la oposición, fundada en Estambul, calificó la deserción de signo de "descomposición" del régimen.
La deserción del primer ministro muestra que Asad ha perdido el control de su país, y que su pueblo cree que sus días en el gobierno están contados, declaró por su parte a la AFP un portavoz del gobierno estadounidense.
El ministro de Información sirio reconoció implícitamente que Hijab había abandonado el país, al indicar que "las defecciones de personalidades, sea cual sea su jerarquía, no modifican en lo más mínimo la política del Estado".
La televisión del Estado había indicado que Hijab había sido "destituido de su cargo" y que Omar Ghalawanji, viceprimer ministro y ministro de la Administración Local, había sido designado para "despachar temporalmente los asuntos corrientes".
En la calle, la sorpresa domina. "Es una pérdida para el país", estimó en Damasco Rana, una empleada de 45 años. Para Mohamed, un comerciante de la capital, "el régimen se disgrega". "Habrá otras deserciones", predijo.
Según un miembro del CNS, Jaled Zein el Abidin, la deserción de Hijab fue coordinada por la oposición, "el Ejército Sirio Libre (ESL) los ayudó a pasar la frontera".
Se trata de la deserción de mayor rango de un dirigente sirio tras casi 17 meses de movilización contra el régimen de Asad, que han dejado más de 21.000 muertos, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.
Allegados del régimen, diplomáticos y numerosos generales desertaron los últimos meses.
Un general del ejército, acompañado por cinco oficiales y unos treinta soldados llegaron a Turquía para unirse a la oposición, según la agencia Anatolia, lo que lleva a 31 la cantidad de generales que huyeron a ese país.
Este lunes un atentado sacudió la sede de la radiotelevisión oficial causando tres heridos, aunque no perturbó la transmisión de los programas.
Ese ataque tiene un fuerte alcance simbólico, dado que tomó como blanco la principal arma de información del régimen, en un zona ultraprotegida de la capital. Dos días antes del atentado el ejército afirmó que controlaba la totalidad de la capital.
Pero según el OSDH los combates continuaban en Rujnedin, en el norte de Damasco, así como en la localidad de Harasta, en la provincia de Damasco.
Una brigada de la rebelión armada que reivindicó el secuestro de 48 iraníes el sábado en Siria afirmó que tres de los rehenes murieron en bombardeo en la provincia de Damasco.
En Alepo, pulmón económico del país, se registraron nuevos bombardeos con artillería pesada, según el OSDH con sede en Gran Bretala. También había combates en los barrios de Shaar y Hanana.
También se registraron bombardeos en la provincia de Idleb (noroeste).
El jefe de la misión de observadores de la ONU en Siria, el general Babacar Gaye, se declaró "extremadamente preocupado" y pidió a los beligerantes que protegieran a los civiles de Alepo y que respetaran las leyes humanitarias.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, el 15 de agosto a Jordania y luego a otros países de la región.
Unas niñas sirias refugiadas en el campamento de Zaatri, en la ciudad jordana de Mafraq, fronteriza con Siria, este lunes, cuando el primer ministro sirio, Riad Hijab, se sumó a la rebelión y acusó al presidente del país, Bashar Al Asad de "genocidio".
El primer ministro sirio, Riad Hijab, cuando era ministro de Agricultura, el 24 de noviembre de 2008 en la localidad siria de Quneitra. Hijab se ha sumado a la rebelión, según su portavoz.
Esquema de la situación al 0608
Los daños provocados en una sala en la sede de la televisión pública siria, en Damasco, tras el estallido de un artefacto, en una fotografía tomada este lunes.
El primer ministro sirio, Riad Hijab, se sumó este lunes a la rebelión y acusó al presidente Bashar al Asad de "genocidio", en uno de los mayores golpes que sufre el régimen tras casi 17 meses de insurrección.
El ejército sirio bombardeó el lunes los barrios rebeldes de Alepo (norte) y también se registraron combates entre tropas leales y rebeldes en otras resgiones del país. En total murieron 137 personas, de los cuales 82 civiles, 39 soldados y 16 rebeldes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El primer ministro tomó su decisión debido a los "crímenes de guerra y el genocidio" cometidos por el régimen de Asad, afirmó su portavoz Mohamed Otri.
Hijab, que desertó en la madrugada del lunes en Jordania, partirá pronto de este país rumbo a Catar, indicó Otri a la AFP.
"Hijab irá a Doha, en donde están basados los medios internacionales. Viajará mañana, pasado mañana o en pocos días", declaró Otri, sin dar más detalles.
El jefe del Consejo Nacional Sirio, la principal coalición de la oposición, fundada en Estambul, calificó la deserción de signo de "descomposición" del régimen.
La deserción del primer ministro muestra que Asad ha perdido el control de su país, y que su pueblo cree que sus días en el gobierno están contados, declaró por su parte a la AFP un portavoz del gobierno estadounidense.
El ministro de Información sirio reconoció implícitamente que Hijab había abandonado el país, al indicar que "las defecciones de personalidades, sea cual sea su jerarquía, no modifican en lo más mínimo la política del Estado".
La televisión del Estado había indicado que Hijab había sido "destituido de su cargo" y que Omar Ghalawanji, viceprimer ministro y ministro de la Administración Local, había sido designado para "despachar temporalmente los asuntos corrientes".
En la calle, la sorpresa domina. "Es una pérdida para el país", estimó en Damasco Rana, una empleada de 45 años. Para Mohamed, un comerciante de la capital, "el régimen se disgrega". "Habrá otras deserciones", predijo.
Según un miembro del CNS, Jaled Zein el Abidin, la deserción de Hijab fue coordinada por la oposición, "el Ejército Sirio Libre (ESL) los ayudó a pasar la frontera".
Se trata de la deserción de mayor rango de un dirigente sirio tras casi 17 meses de movilización contra el régimen de Asad, que han dejado más de 21.000 muertos, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.
Allegados del régimen, diplomáticos y numerosos generales desertaron los últimos meses.
Un general del ejército, acompañado por cinco oficiales y unos treinta soldados llegaron a Turquía para unirse a la oposición, según la agencia Anatolia, lo que lleva a 31 la cantidad de generales que huyeron a ese país.
Este lunes un atentado sacudió la sede de la radiotelevisión oficial causando tres heridos, aunque no perturbó la transmisión de los programas.
Ese ataque tiene un fuerte alcance simbólico, dado que tomó como blanco la principal arma de información del régimen, en un zona ultraprotegida de la capital. Dos días antes del atentado el ejército afirmó que controlaba la totalidad de la capital.
Pero según el OSDH los combates continuaban en Rujnedin, en el norte de Damasco, así como en la localidad de Harasta, en la provincia de Damasco.
Una brigada de la rebelión armada que reivindicó el secuestro de 48 iraníes el sábado en Siria afirmó que tres de los rehenes murieron en bombardeo en la provincia de Damasco.
En Alepo, pulmón económico del país, se registraron nuevos bombardeos con artillería pesada, según el OSDH con sede en Gran Bretala. También había combates en los barrios de Shaar y Hanana.
También se registraron bombardeos en la provincia de Idleb (noroeste).
El jefe de la misión de observadores de la ONU en Siria, el general Babacar Gaye, se declaró "extremadamente preocupado" y pidió a los beligerantes que protegieran a los civiles de Alepo y que respetaran las leyes humanitarias.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, el 15 de agosto a Jordania y luego a otros países de la región.
Unas niñas sirias refugiadas en el campamento de Zaatri, en la ciudad jordana de Mafraq, fronteriza con Siria, este lunes, cuando el primer ministro sirio, Riad Hijab, se sumó a la rebelión y acusó al presidente del país, Bashar Al Asad de "genocidio".
El primer ministro sirio, Riad Hijab, cuando era ministro de Agricultura, el 24 de noviembre de 2008 en la localidad siria de Quneitra. Hijab se ha sumado a la rebelión, según su portavoz.
Esquema de la situación al 0608
Los daños provocados en una sala en la sede de la televisión pública siria, en Damasco, tras el estallido de un artefacto, en una fotografía tomada este lunes.