El palacio presidencial de Gadafi será derruido
Madrid, EP
El cuartel militar y residencia del exlíder libio Muamar Gadafi, Bab al Aziziya, ubicado en la capital del país, Trípoli, será totalmente derribado para construir en su lugar un parque público y una biblioteca, según ha informado el diario 'The Libya Herald'.
El exprimer ministro Abderrahim al Kib ha visitado la zona para supervisar los trabajos que están llevando a cabo los buldóceres, apenas un año después de que se lograra la toma de la ciudad por parte de las fuerzas rebeldes.
Desde entonces, el lugar ha sido utilizado como vertedero improvisado, aunque hay informes que apuntan a que varias familias se han asentado en Bab al Aziziya al no poder hacer frente a los costes de los pisos en el centro de la capital. Durante el gobierno de Gadafi la vivienda era considerada un derecho básico y las autoridades entregaban alrededor de 50.000 dólares (casi 40.000 euros) a cada nuevo matrimonio para la compra de una casa, mientras que la electricidad era gratuita.
Varios de los presentes durante los trabajos de destrucción han valorado la transformación del palacio presidencial en un espacio público como un paso simbólico en la transformación del país hacia la democracia.
El cuartel militar y residencia del exlíder libio Muamar Gadafi, Bab al Aziziya, ubicado en la capital del país, Trípoli, será totalmente derribado para construir en su lugar un parque público y una biblioteca, según ha informado el diario 'The Libya Herald'.
El exprimer ministro Abderrahim al Kib ha visitado la zona para supervisar los trabajos que están llevando a cabo los buldóceres, apenas un año después de que se lograra la toma de la ciudad por parte de las fuerzas rebeldes.
Desde entonces, el lugar ha sido utilizado como vertedero improvisado, aunque hay informes que apuntan a que varias familias se han asentado en Bab al Aziziya al no poder hacer frente a los costes de los pisos en el centro de la capital. Durante el gobierno de Gadafi la vivienda era considerada un derecho básico y las autoridades entregaban alrededor de 50.000 dólares (casi 40.000 euros) a cada nuevo matrimonio para la compra de una casa, mientras que la electricidad era gratuita.
Varios de los presentes durante los trabajos de destrucción han valorado la transformación del palacio presidencial en un espacio público como un paso simbólico en la transformación del país hacia la democracia.