El mariscal Tantawi seguirá siendo ministro de Defensa en Egipto
El Cairo, EP
El jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto, el mariscal de campo Mohamed Husein Tantawi, seguirá siendo ministro de Defensa en el nuevo Gobierno, según ha confirmado este jueves el primer ministro, Hisham Kandil. Tantawi ha sido ministro de Defensa desde 1991, con siete gobiernos diferentes.
Un año y medio después de que el presidente Hosni Mubarak fuera derrocado por una revolución popular y de que dejara la administración del país en manos del Ejército, los militares entregaron el poder oficialmente al nuevo jefe de Estado, Mohamed Mursi, a finales del pasado junio.
Sin embargo, los militares, a través del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, siguen controlando el poder y desempeñan un importante papel en el Gobierno civil de acuerdo con un decreto que promulgaron ellos mismos antes de que Mursi fuese elegido en las urnas.
Entre otras cosas, las Fuerzas Armadas tienen la capacidad de aprobar leyes, ya que el Parlamento, dominado por el partido de los Hermanos Musulmanes (al que pertenece Mursi), fue disuelto recientemente.
El nuevo Gobierno, cuyos miembros asumirán sus cargos este jueves, sustituye al encabezado por el primer ministro Kamal al Ganzuri, que ya ocupó ese cargo cuando gobernaba Mubarak y fue nombrado por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas a finales del año pasado.
Otros ministros que mantienen sus puestos son el de Asuntos Exteriores, Mohamed Kamel Amr, y el de Finanzas, Mumtaz al Said.
Kandil, un tecnócrata poco conocido que era ministro de Irrigación en el Ejecutivo de Al Ganzuri, fue designado por Mursi la semana pasada. El nuevo primer ministro ha adelantado que el próximo sábado se reunirá con miembros de su Gobierno para hablar sobre los próximos pasos que deben dar para solicitar un crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI).
"El sábado mantendremos un encuentro dirigido por mí para decidir los próximos pasos", ha declarado a los medios de comunicación en El Cairo. Un préstamo del FMI ayudaría a Egipto a evitar una crisis presupuestaria y en su balanza de pagos y a dar una mayor credibilidad a las reformas económicas.
El jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto, el mariscal de campo Mohamed Husein Tantawi, seguirá siendo ministro de Defensa en el nuevo Gobierno, según ha confirmado este jueves el primer ministro, Hisham Kandil. Tantawi ha sido ministro de Defensa desde 1991, con siete gobiernos diferentes.
Un año y medio después de que el presidente Hosni Mubarak fuera derrocado por una revolución popular y de que dejara la administración del país en manos del Ejército, los militares entregaron el poder oficialmente al nuevo jefe de Estado, Mohamed Mursi, a finales del pasado junio.
Sin embargo, los militares, a través del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, siguen controlando el poder y desempeñan un importante papel en el Gobierno civil de acuerdo con un decreto que promulgaron ellos mismos antes de que Mursi fuese elegido en las urnas.
Entre otras cosas, las Fuerzas Armadas tienen la capacidad de aprobar leyes, ya que el Parlamento, dominado por el partido de los Hermanos Musulmanes (al que pertenece Mursi), fue disuelto recientemente.
El nuevo Gobierno, cuyos miembros asumirán sus cargos este jueves, sustituye al encabezado por el primer ministro Kamal al Ganzuri, que ya ocupó ese cargo cuando gobernaba Mubarak y fue nombrado por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas a finales del año pasado.
Otros ministros que mantienen sus puestos son el de Asuntos Exteriores, Mohamed Kamel Amr, y el de Finanzas, Mumtaz al Said.
Kandil, un tecnócrata poco conocido que era ministro de Irrigación en el Ejecutivo de Al Ganzuri, fue designado por Mursi la semana pasada. El nuevo primer ministro ha adelantado que el próximo sábado se reunirá con miembros de su Gobierno para hablar sobre los próximos pasos que deben dar para solicitar un crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI).
"El sábado mantendremos un encuentro dirigido por mí para decidir los próximos pasos", ha declarado a los medios de comunicación en El Cairo. Un préstamo del FMI ayudaría a Egipto a evitar una crisis presupuestaria y en su balanza de pagos y a dar una mayor credibilidad a las reformas económicas.