Doce muertos en atentado cerca de Damasco, bombardeo de bastiones rebeldes
Damasco, AFP
Un coche bomba explotó este martes durante un funeral en una zona de las afueras de Damasco favorable al régimen causando 12 muertos, en momentos en que el ejército bombardeaba barrios de la capital y las ciudades de Alepo e Idleb para intentar acabar con la resistencia rebelde.
Frente al recrudecimiento de la violencia, el número de sirios que huye a países vecinos continúa aumentando y la comunidad internacional trata de buscar la manera de ayudarles, ante la falta de consenso sobre una solución al conflicto que desangra Siria desde hace más de 17 meses.
En esta guerra, los combatientes no parecen dispuestos a ceder: el régimen de Bashar al Asad está decidido a terminar con los rebeldes calificados "de terroristas a sueldo del extranjero" y la oposición exige la marcha de Asad del poder.
Sobre el terreno, los civiles están atrapados entre dos fuegos.
Según la televisión estatal, doce personas murieron y 48 resultaron heridas en un atentado con coche bomba durante unos funerales en Jaramana, en las afueras de Damasco (sudeste).
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) recalcó que se trataba de los funerales de dos partidarios del régimen y que los habitantes de Jaramana apoyaban mayoritariamente el poder.
El ejército, apoyado por tanques y helicópteros, bombardeó territorios situados al este de Damasco, donde permanecen las brigadas de élite del Ejército Sirio Libre (ESL, rebeldes), según un comandante insurgente en Damasco.
En el otro gran frente sirio, el de la ciudad de Alepo (norte), continuaban los intensos bombardeos contra los barrios donde están los rebeldes, sumidos desde hace más de un mes en una batalla crucial por esta metrópoli comercial.
El martes, al menos 97 personas murieron en la violencia que afecta al país, entre ellas 62 civiles, 11 rebeldes y 24 soldados, según un balance provisional de el OSDH, que no tiene en cuenta los 12 muertos del atentado.
Para el vicepresidente sirio Faruk al Shareh, aparecido por primera vez en público tras un mes de especulaciones sobre su posible muerte, la solución pasa por "un fin de la violencia de todas las partes" para permitir "un diálogo nacional"
Estas declaraciones se produjeron después de que el jefe de la diplomacia siria, Walid Muallem, dijera que no habría ninguna negociación hasta que país no hubiera sido "purgado" de rebeldes.
Por su parte, la oposición exige la marcha de Bashar al Asad, al tiempo que juzgó prematuro en Berlín formar un gobierno sirio de transición "si no es reconocido por toda la comunidad internacional de manera unánime", declaró Afra Jalabi, miembro de la Declaración de Damasco y del Consejo Nacional Sirio (CNS).
Unos veinte partidos y movimientos políticos surgidos de la oposición no violenta al régimen de Bashar al Asad afirmaron el martes en Damasco que quieren establecer un régimen democrático sin recurrir a las armas, para evitar que Siria se transforme en un país devastado.
"Estamos confrontados a dos partes que utilizan la violencia, pero el uso de las armas conduce al bloqueo" de la situación, declaró Raja al-Nasser, coordinador del encuentro nacional, en conferencia de prensa en la sede de una de las formaciones toleradas por el régimen.
Opuestos tanto al régimen como a la oposición armada, estos veinte partidos y movimientos políticos tienen la intención de organizar una conferencia el 12 de septiembre en Damasco bajo la consigna "Por un cambio democrático que mantenga la unidad y la soberanía de la patria y preserve la paz civil".
Desde el inicio en marzo de 2011 de la revuelta que se transformó en guerra civil por la represión llevada a cabo por el régimen, la violencia causó más de 25.000 muertos, según el OSDH.
La violencia empujó al éxodo a centenares de miles de sirios que encontraron refugio en los países vecinos.
Turquía, que acoge 80.000 refugiados sirios, trata de detener la marea. El martes, al menos 10.000 personas dispuestas a dejar Siria esperaban a lo largo de la frontera.
Según el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU, el número de total de personas refugiadas en Jordania alcanza las 214.000.
El jefe del Estado Mayor del ejército ruso, Nikolai Makarov, indicó que Moscú no tenía intención de retirar a sus asesores militares de Siria y que continuaría con sus actividades, a pesar de la escalada de violencia, según las agencias rusas.
Suiza, por su parte, propuso al Consejo de Derechos Humanos de la ONU la incorporación a la Comisión de investigación sobre Siria, de la exfiscal del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, Carla del Ponte, reputada por su persecución a los criminales de guerra, según informó Tilman Renz, portavoz del Departamento Federal de Asuntos Exteriores (DFAE) en una entrevista a la cadena de televisión SF.
Una ambulancia llega a un hospital con el cuerpo de un combatiente rebelde el 28 de agosto. El martes, al menos 97 personas murieron en la violencia de Siria entre ellas 62 civiles, 11 rebeldes y 24 soldados, según un balance provisional de el OSDH, que no tiene en cuenta los 12 muertos de un atentado en Damasco.
Varios sirios inspeccionan los daños causados en el lugar en el que este martes explotó un coche bomba en Jaramana, en la periferia sudeste de Damasco y de población mayoritariamente cristiana y drusa.
Localización de las principales masacres perpetradas en Siria desde el comienzo del conflicto, en marzo de 2011, que de momento se salda con 25.000 muertos.
Dos mujeres que caminan por una calle de Alepo (norte de Siria) pasan junto al cuerpo sin vida de un soldado del Ejército Sirio Libre, cubierto sobre una camilla a las puertas de un hospital, este martes.
Un coche bomba explotó este martes durante un funeral en una zona de las afueras de Damasco favorable al régimen causando 12 muertos, en momentos en que el ejército bombardeaba barrios de la capital y las ciudades de Alepo e Idleb para intentar acabar con la resistencia rebelde.
Frente al recrudecimiento de la violencia, el número de sirios que huye a países vecinos continúa aumentando y la comunidad internacional trata de buscar la manera de ayudarles, ante la falta de consenso sobre una solución al conflicto que desangra Siria desde hace más de 17 meses.
En esta guerra, los combatientes no parecen dispuestos a ceder: el régimen de Bashar al Asad está decidido a terminar con los rebeldes calificados "de terroristas a sueldo del extranjero" y la oposición exige la marcha de Asad del poder.
Sobre el terreno, los civiles están atrapados entre dos fuegos.
Según la televisión estatal, doce personas murieron y 48 resultaron heridas en un atentado con coche bomba durante unos funerales en Jaramana, en las afueras de Damasco (sudeste).
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) recalcó que se trataba de los funerales de dos partidarios del régimen y que los habitantes de Jaramana apoyaban mayoritariamente el poder.
El ejército, apoyado por tanques y helicópteros, bombardeó territorios situados al este de Damasco, donde permanecen las brigadas de élite del Ejército Sirio Libre (ESL, rebeldes), según un comandante insurgente en Damasco.
En el otro gran frente sirio, el de la ciudad de Alepo (norte), continuaban los intensos bombardeos contra los barrios donde están los rebeldes, sumidos desde hace más de un mes en una batalla crucial por esta metrópoli comercial.
El martes, al menos 97 personas murieron en la violencia que afecta al país, entre ellas 62 civiles, 11 rebeldes y 24 soldados, según un balance provisional de el OSDH, que no tiene en cuenta los 12 muertos del atentado.
Para el vicepresidente sirio Faruk al Shareh, aparecido por primera vez en público tras un mes de especulaciones sobre su posible muerte, la solución pasa por "un fin de la violencia de todas las partes" para permitir "un diálogo nacional"
Estas declaraciones se produjeron después de que el jefe de la diplomacia siria, Walid Muallem, dijera que no habría ninguna negociación hasta que país no hubiera sido "purgado" de rebeldes.
Por su parte, la oposición exige la marcha de Bashar al Asad, al tiempo que juzgó prematuro en Berlín formar un gobierno sirio de transición "si no es reconocido por toda la comunidad internacional de manera unánime", declaró Afra Jalabi, miembro de la Declaración de Damasco y del Consejo Nacional Sirio (CNS).
Unos veinte partidos y movimientos políticos surgidos de la oposición no violenta al régimen de Bashar al Asad afirmaron el martes en Damasco que quieren establecer un régimen democrático sin recurrir a las armas, para evitar que Siria se transforme en un país devastado.
"Estamos confrontados a dos partes que utilizan la violencia, pero el uso de las armas conduce al bloqueo" de la situación, declaró Raja al-Nasser, coordinador del encuentro nacional, en conferencia de prensa en la sede de una de las formaciones toleradas por el régimen.
Opuestos tanto al régimen como a la oposición armada, estos veinte partidos y movimientos políticos tienen la intención de organizar una conferencia el 12 de septiembre en Damasco bajo la consigna "Por un cambio democrático que mantenga la unidad y la soberanía de la patria y preserve la paz civil".
Desde el inicio en marzo de 2011 de la revuelta que se transformó en guerra civil por la represión llevada a cabo por el régimen, la violencia causó más de 25.000 muertos, según el OSDH.
La violencia empujó al éxodo a centenares de miles de sirios que encontraron refugio en los países vecinos.
Turquía, que acoge 80.000 refugiados sirios, trata de detener la marea. El martes, al menos 10.000 personas dispuestas a dejar Siria esperaban a lo largo de la frontera.
Según el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU, el número de total de personas refugiadas en Jordania alcanza las 214.000.
El jefe del Estado Mayor del ejército ruso, Nikolai Makarov, indicó que Moscú no tenía intención de retirar a sus asesores militares de Siria y que continuaría con sus actividades, a pesar de la escalada de violencia, según las agencias rusas.
Suiza, por su parte, propuso al Consejo de Derechos Humanos de la ONU la incorporación a la Comisión de investigación sobre Siria, de la exfiscal del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, Carla del Ponte, reputada por su persecución a los criminales de guerra, según informó Tilman Renz, portavoz del Departamento Federal de Asuntos Exteriores (DFAE) en una entrevista a la cadena de televisión SF.
Una ambulancia llega a un hospital con el cuerpo de un combatiente rebelde el 28 de agosto. El martes, al menos 97 personas murieron en la violencia de Siria entre ellas 62 civiles, 11 rebeldes y 24 soldados, según un balance provisional de el OSDH, que no tiene en cuenta los 12 muertos de un atentado en Damasco.
Varios sirios inspeccionan los daños causados en el lugar en el que este martes explotó un coche bomba en Jaramana, en la periferia sudeste de Damasco y de población mayoritariamente cristiana y drusa.
Localización de las principales masacres perpetradas en Siria desde el comienzo del conflicto, en marzo de 2011, que de momento se salda con 25.000 muertos.
Dos mujeres que caminan por una calle de Alepo (norte de Siria) pasan junto al cuerpo sin vida de un soldado del Ejército Sirio Libre, cubierto sobre una camilla a las puertas de un hospital, este martes.