Dalai Lama ve "indicios alentadores" cambio en China

Dharamsala, Reuters
Hay indicios alentadores de que la actitud de China hacia Tíbet está cambiando, dijo el Dalai Lama el miércoles, añadiendo que el exiliado liderazgo tibetano está preparado para nuevas conversaciones sobre su país si hay un verdadero cambio de opinión en Pekín.

El líder espiritual afirmó en una entrevista que era demasiado pronto para decir si el nuevo presidente de China -que casi seguro será Xi Jinping después del Congreso del Partido Comunista que se celebrará a finales de año- adoptará una nueva postura que podría romper décadas de estancamiento sobre Tíbet. Pero se tranquilizó por lo que había escuchado.

"No puedo confirmarlo, pero según muchos amigos chinos, dicen que el nuevo líder parece más indulgente", dijo a Reuters el Dalai Lama, de 77 años, en su sala de audiencias en la ciudad de Dharamsala, en el Himalaya indio.

"Si (...) para su propio interés están pensando de una forma más realista, estamos listo para una plena cooperación con ellos", agregó.

Sus comentarios fueron más optimistas que hace solo unas semanas cuando dijo que retomar las negociaciones formales -congeladas desde 2010- era inútil a menos que China tomase una actitud más realista en la mesa y que no tenía sentido intentar convencer a Pekín de que no busca la plena independencia del Tíbet.

El premio Nobel de la Paz dijo que había habido un flujo de visitantes chinos en Dharamsala, entre ellos personas que le dijeron que tenían conexiones con altos cargos del Partido Comunista.

"No sabemos quién es quién (...) todo es un secreto de Estado, así que es difícil de decir", apuntó añadiendo que algunos responsables chinos parecían estar de acuerdo ahora con los intelectuales que dicen que es necesaria una nueva aproximación a Tíbet.

"Esos son signos muy, muy alentadores", dijo. "No hay conversaciones formales pero sí una serie de señales entre los responsables chinos o altos líderes", agregó.

China ha gobernado Tíbet desde 1950, cuando entraron en él las tropas comunistas y anunciaron su "liberación pacífica".

El Dalai Lama, que huyó a India en 1959 después de un levantamiento fallido, ha acusado a China de "genocidio cultural". Pekín le considera un separatista y no cree en su insistencia de que solo busca mayor autonomía para su país natal en el Himalaya.

"LA FUERZA HA FALLADO"

Un aumento de las autoinmolaciones en China en protesta por su mandato sobre Tíbet ha aumentado las tensiones en los últimos meses.

Mientras el número de personas que se han prendido fuego alcanzaba las 50 personas esta semana, grupos de derechos humanos con sede en India informaron de una represión masiva en Tíbet y en las zonas tibetanas de China, y que en algunas instancias se golpeaba a los manifestantes incluso mientras ardían.

El Dalai Lama se ha abstenido a la hora de pedir que cesen las autoinmolaciones.

"No animaré esos actos, son acciones drásticas, pero es comprensible y de hecho es algo muy, muy triste", dijo. "El Gobierno chino debería investigar ahora cuáles son las causas. Pueden culparme a mí fácilmente o a algunos tibetanos, pero eso no ayudará a solucionar el problema", afirmó.

En junio, dos de los enviados del Dalai Lama para las negociaciones dimitieron alegando un empeoramiento de la situación dentro de Tíbet y la falta de una respuesta positiva de Pekín a sus propuestas para una autonomía real.

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