Crece éxodo sirio, aumenta presión para una zona segura
Ankara, Reuters
El éxodo de refugiados sirios se acelera y más de 200.000 personas podrían establecerse en Turquía si el conflicto armado empeora, advirtió el martes Naciones Unidas, aumentando la presión para crear una zona de seguridad dentro de Siria.
Turquía ha planteado la idea de crear una "zona de seguridad" para civiles bajo protección internacional mientras se intensifican los combates en el levantamiento contra el presidente Bashar al-Assad iniciado hace 17 meses.
Más de 5.000 refugiados han estado cruzando la frontera con Turquía diariamente durante las dos últimas semanas y el flujo de personas que llegó al campamento del norte de Jordania se ha duplicado, anunciando lo que podría ser un movimiento más importante, dijo la agencia de la ONU para los refugiados.
Aunque no hay señales de que las divididas potencias mundiales estén dispuestas a respaldar una zona de seguridad y exclusión aérea, como quieren los rebeldes y organizaciones de ayuda, se espera que los ministros de Relaciones Exteriores del Consejo de Seguridad de la ONU discutan la idea en una reunión el jueves.
Turquía podría en teoría crear una zona segura para los refugiados por sí misma, pero se ha dicho que es reacia a hacerlo en solitario.
Ankara, que ya acogió a más de 80.000 sirios, ha advertido que podría quedarse sin espacio si el número de desplazados supera los 100.000.
"Estamos potencialmente ante hasta 200.000 personas y estamos trabajando con el Gobierno turco para hacer los planes necesarios", dijo a Reuters en Ginebra Sybella Wilkes, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
"Estamos preparados para enviar suministros a muy corto plazo", agregó.
Turquía teme que la presencia de refugiados que huyen de un conflicto con una dimensión sectaria pueda empeorar sus propias tensiones, además de ocupar buena parte de sus recursos.
Ankara abrirá cuatro nuevos campos para acoger a los sirios la próxima semana, aumentando su capacidad hasta las 120.000 personas, dijo su departamento de gestión de crisis, pero miles de personas siguen atrapadas en el país.
"Vamos a pedir a Naciones Unidas ser más activos en términos de ayudar a los sirios en su lado de la frontera", dijo un responsable del Gobierno turco, que declinó ser identificado. Se lamentó de que, hasta el momento, su país hubiera recibido muy poca ayuda.
Las relaciones entre Turquía y Siria se han deteriorado considerablemente durante el levantamiento popular contra Assad. Damasco acusa a su vecino, que acoge fuerzas rebeldes, de respaldar la infiltración de "terroristas".
EMPEORA LA LUCHA
El número de exiliados crece mientras empeoran los choques en torno a la mayor ciudad de Siria, Aleppo, dividida entre los rebeldes y las fuerzas de Assad en una batalla calle a calle que dura semanas.
Los fuertes combates también volvieron a los distritos próximos a Damasco, un mes después de que los rebeldes saliesen del centro de la capital.
Doce personas fallecieron por la explosión de un coche bomba en un funeral oficiado el martes en la capital, dijo la televisión estatal. Según activistas, el objetivo del ataque eran partidarios del presidente Assad.
Al menos 18.000 personas han fallecido y 2,5 millones de sirios necesitan ayuda o asistencia, señala Naciones Unidas. Más de 200.000 refugiados se han registrado en países vecinos, aunque bastantes más han salido del país.
En el paso de Azaz-Kilis, la principal ruta hacia Turquía desde Aleppo, los sirios describen las terribles condiciones de los refugiados que siguen atrapados al otro lado de la frontera.
"Vimos a gente sentada en la carretera y durmiendo. No tienen baño. Es muy malo (...) No hay comida. Los niños están en la calle", dijo Juma'a Handawi poco después de pasar a Turquía.
Camionetas cargadas con personas, colchones, ropa y muebles de madera llevan a los refugiados hasta la frontera.
Combatientes rebeldes armados con cinturones con municiones y rifles automáticos vagan entre mujeres y niños a la espera de pasar al otro lado.
Turquía teme una afluencia masiva como la vivida en la guerra del Golfo de 1991, cuando medio millón de personas llegaron al país.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, que presidirá la reunión de la ONU el jueves, dijo el lunes que fijar una zona de exclusión aérea se convertiría en algo inevitable si sigue subiendo el número de refugiados.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo en Turquía este mes que todas las medidas, incluyendo ésta, estaban sobre la mesa.
Pero ningún miembro del Consejo de Seguridad de la ONU ha propuesto formalmente esta medida y hay obstáculos legales y prácticos para establecer esa zona, aseguran los diplomáticos, además de una fuerte oposición de Rusia y China.
El éxodo de refugiados sirios se acelera y más de 200.000 personas podrían establecerse en Turquía si el conflicto armado empeora, advirtió el martes Naciones Unidas, aumentando la presión para crear una zona de seguridad dentro de Siria.
Turquía ha planteado la idea de crear una "zona de seguridad" para civiles bajo protección internacional mientras se intensifican los combates en el levantamiento contra el presidente Bashar al-Assad iniciado hace 17 meses.
Más de 5.000 refugiados han estado cruzando la frontera con Turquía diariamente durante las dos últimas semanas y el flujo de personas que llegó al campamento del norte de Jordania se ha duplicado, anunciando lo que podría ser un movimiento más importante, dijo la agencia de la ONU para los refugiados.
Aunque no hay señales de que las divididas potencias mundiales estén dispuestas a respaldar una zona de seguridad y exclusión aérea, como quieren los rebeldes y organizaciones de ayuda, se espera que los ministros de Relaciones Exteriores del Consejo de Seguridad de la ONU discutan la idea en una reunión el jueves.
Turquía podría en teoría crear una zona segura para los refugiados por sí misma, pero se ha dicho que es reacia a hacerlo en solitario.
Ankara, que ya acogió a más de 80.000 sirios, ha advertido que podría quedarse sin espacio si el número de desplazados supera los 100.000.
"Estamos potencialmente ante hasta 200.000 personas y estamos trabajando con el Gobierno turco para hacer los planes necesarios", dijo a Reuters en Ginebra Sybella Wilkes, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
"Estamos preparados para enviar suministros a muy corto plazo", agregó.
Turquía teme que la presencia de refugiados que huyen de un conflicto con una dimensión sectaria pueda empeorar sus propias tensiones, además de ocupar buena parte de sus recursos.
Ankara abrirá cuatro nuevos campos para acoger a los sirios la próxima semana, aumentando su capacidad hasta las 120.000 personas, dijo su departamento de gestión de crisis, pero miles de personas siguen atrapadas en el país.
"Vamos a pedir a Naciones Unidas ser más activos en términos de ayudar a los sirios en su lado de la frontera", dijo un responsable del Gobierno turco, que declinó ser identificado. Se lamentó de que, hasta el momento, su país hubiera recibido muy poca ayuda.
Las relaciones entre Turquía y Siria se han deteriorado considerablemente durante el levantamiento popular contra Assad. Damasco acusa a su vecino, que acoge fuerzas rebeldes, de respaldar la infiltración de "terroristas".
EMPEORA LA LUCHA
El número de exiliados crece mientras empeoran los choques en torno a la mayor ciudad de Siria, Aleppo, dividida entre los rebeldes y las fuerzas de Assad en una batalla calle a calle que dura semanas.
Los fuertes combates también volvieron a los distritos próximos a Damasco, un mes después de que los rebeldes saliesen del centro de la capital.
Doce personas fallecieron por la explosión de un coche bomba en un funeral oficiado el martes en la capital, dijo la televisión estatal. Según activistas, el objetivo del ataque eran partidarios del presidente Assad.
Al menos 18.000 personas han fallecido y 2,5 millones de sirios necesitan ayuda o asistencia, señala Naciones Unidas. Más de 200.000 refugiados se han registrado en países vecinos, aunque bastantes más han salido del país.
En el paso de Azaz-Kilis, la principal ruta hacia Turquía desde Aleppo, los sirios describen las terribles condiciones de los refugiados que siguen atrapados al otro lado de la frontera.
"Vimos a gente sentada en la carretera y durmiendo. No tienen baño. Es muy malo (...) No hay comida. Los niños están en la calle", dijo Juma'a Handawi poco después de pasar a Turquía.
Camionetas cargadas con personas, colchones, ropa y muebles de madera llevan a los refugiados hasta la frontera.
Combatientes rebeldes armados con cinturones con municiones y rifles automáticos vagan entre mujeres y niños a la espera de pasar al otro lado.
Turquía teme una afluencia masiva como la vivida en la guerra del Golfo de 1991, cuando medio millón de personas llegaron al país.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, que presidirá la reunión de la ONU el jueves, dijo el lunes que fijar una zona de exclusión aérea se convertiría en algo inevitable si sigue subiendo el número de refugiados.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo en Turquía este mes que todas las medidas, incluyendo ésta, estaban sobre la mesa.
Pero ningún miembro del Consejo de Seguridad de la ONU ha propuesto formalmente esta medida y hay obstáculos legales y prácticos para establecer esa zona, aseguran los diplomáticos, además de una fuerte oposición de Rusia y China.