Aumenta a 39 la cantidad de fallecidos por explosión en refinería
Caracas, AFP
El incendio provocado por una devastadora explosión en la principal refinería de Venezuela seguía activo hoy por la mañana, más de 30 horas después de que se desencandenara el accidente que se cobró 39 vidas, constataron periodistas de la AFP.
Las llamas, de unos 100 metros de ancho y más de 50 metros de alto, podían apreciarse claramente desde varios kilómetros de distancia en la refinería de Amuay, gestionada por la estatal PDVSA y situada en el estado noroccidental de Falcón.
Las fuerzas del orden mantenían acordonada la zona a unos 300 metros de las instalaciones, comprobó la AFP.
"Vamos a continuar batallando toda la noche hasta lograr" apagar las llamas, había asegurado el sábado el vicepresidente Elías Jaua, reiterando no obstante que el fuego está bajo control.
Hasta la mañana de hoy, las autoridades no habían dado ningún nuevo parte sobre la situación en la refinería, donde el sábado de madrugada se produjo una fuga de gas en el patio de tanques de almacenamiento.
El presidente Hugo Chávez, que decretó tres días de duelo nacional, ordenó la apertura de una investigación para esclarecer las causas de la fuga de gas.
El accidente, el peor registrado en un complejo de PDVSA, se cobró la vida de 39 personas, 18 de ellas efectivos de la militar Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que custodiaban el complejo y habitaban en las inmediaciones de la refinería, así como de 15 de sus familiares. Otros seis cadáveres estaban por identificar.
El sábado por la noche, una quincena de personas seguían hospitalizadas, sin que por el momento se conozca su estado de gravedad.
La refinería se encuentra en una zona residencial y comercial donde viven trabajadores del complejo con sus allegados, así como familias pobres que se instalaron en barriadas de los alrededores. Más de 200 casas quedaron afectadas por la onda expansiva.
El incendio provocado por una devastadora explosión en la principal refinería de Venezuela seguía activo hoy por la mañana, más de 30 horas después de que se desencandenara el accidente que se cobró 39 vidas, constataron periodistas de la AFP.
Las llamas, de unos 100 metros de ancho y más de 50 metros de alto, podían apreciarse claramente desde varios kilómetros de distancia en la refinería de Amuay, gestionada por la estatal PDVSA y situada en el estado noroccidental de Falcón.
Las fuerzas del orden mantenían acordonada la zona a unos 300 metros de las instalaciones, comprobó la AFP.
"Vamos a continuar batallando toda la noche hasta lograr" apagar las llamas, había asegurado el sábado el vicepresidente Elías Jaua, reiterando no obstante que el fuego está bajo control.
Hasta la mañana de hoy, las autoridades no habían dado ningún nuevo parte sobre la situación en la refinería, donde el sábado de madrugada se produjo una fuga de gas en el patio de tanques de almacenamiento.
El presidente Hugo Chávez, que decretó tres días de duelo nacional, ordenó la apertura de una investigación para esclarecer las causas de la fuga de gas.
El accidente, el peor registrado en un complejo de PDVSA, se cobró la vida de 39 personas, 18 de ellas efectivos de la militar Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que custodiaban el complejo y habitaban en las inmediaciones de la refinería, así como de 15 de sus familiares. Otros seis cadáveres estaban por identificar.
El sábado por la noche, una quincena de personas seguían hospitalizadas, sin que por el momento se conozca su estado de gravedad.
La refinería se encuentra en una zona residencial y comercial donde viven trabajadores del complejo con sus allegados, así como familias pobres que se instalaron en barriadas de los alrededores. Más de 200 casas quedaron afectadas por la onda expansiva.