Violentos combates en Alepo, rebeldes sirios reclaman armas y reunión de ONU
Aleppo, AFP
Violentos combates tenían lugar el domingo en Alepo, en el segundo día de la ofensiva del ejército sirio contra varios barrios de esta ciudad donde los rebeldes siguen atrincherados y reclaman armas para hacer frente a los tanques y a la aviación del régimen de Bashar al Asad.
El sábado, los bombardeos desde los helicópteros y de la artillería pesada echaron a las rutas a miles de habitantes de Alepo, que buscaban refugio en los sectores de la ciudad relativamente al margen de los combates o en las aldeas controladas por la rebelión.
El mediador internacional para Siria, Kofi Annan, se declaró inquieto por las informaciones sobre la "concentración de tropas y de armas pesadas en torno a Alepo", y pidió a los beligerantes que trabajen en una solución política del conflicto que afecta al país desde hace 16 meses.
De visita en Irán, uno de los escasos aliados de Damasco, el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Muallem, aseguró que los rebeldes serían "sin duda vencidos" por el ejército sirio y acusó a "Catar, Arabia Saudita, Turquía y los países extranjeros" de apoyar a los insurgentes entregándoles armas.
Teherán advirtió esta semana que no toleraría un "cambio de régimen" en Siria.
Según los militantes de la oposición, después de una pausa los combates se reanudaron el domingo por la mañana en Alepo, la segunda ciudad del país, ubicada a 355 km al norte de Damasco, donde los rebeldes atrincherados en varios barrios resisten al asalto de las tropas regulares apoyadas por tanques y helicópteros.
En la madrugada, las tropas del régimen apoyadas por blindados trataron de tomar el barrio de Salahedín, un bastión insurgente, pero fueron rechazados por los combatientes del Ejército Sirio Libre (ESL), integrado por desertores y civiles armados, que consiguieron destruir un tanque, indicó un militante.
También hubo violentos combates en los barrios de Bab al Jadid, Zahraa y Arkuba, en las inmediaciones de la ciudad vieja de Alepo, que integra la lista del patrimonio mundial de la Humanidad de la UNESCO, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
"Se escucharon explosiones cuando la aviación sobrevolaba la ciudad", agregó esta organización no gubernamental (ONG) con sede en Londres, que obtiene información de una red de militantes en Siria.
El sábado, los insurgentes habían conseguido detener los primeros ataques del ejército contra Salahedín, según un corresponsal de la AFP. El ejército perdió tanques, afirmaron los rebeldes.
El jefe del consejo militar insurgente de Alepo llamó a Occidente a instaurar una zona de exclusión aérea en el norte de Siria y acusó al régimen de preparar "una matanza" en esa ciudad.
"Sólo le pedimos a Occidente una zona de exclusión aérea", para impedir los bombardeos aéreos, dijo.
Estamos dispuestos a hacer caer este régimen", afirmó el coronel Abdel Jabar al Oqaidi en una entrevista otorgada a la AFP en el norte de Siria.
El coronel Oqaidi afirmó que el ejército regular había "tratado de atacar Salahedín con su tanques, pero el ESL resistió y les provocó importantes pérdidas".
Según el cotidiano oficial sirio Al Watan,"el ejército sirio comenzó una operación muy delicada en Alepo para (...) hacer reinar la autoridad de la ley y liberar a los habitantes de los terroristas enviados de diferentes regiones del mundo para hacer caer al Estado, sembrar el caos y matar el máximo posible de sirios".
El régimen califica de "terrorismo" al movimiento de constestación iniciado en marzo de 2011.
El frente en Alepo se abrió el 20 de julio y el asalto empezó con bombardeos a partir de helicópteros y con artillería pesada, después de la llegada de refuerzos.
Varios países occidentales y la ONU expresaron su preocupación frente a la perspectiva de este ataque.
Después de la ofensiva lanzada contra Alepo, el presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal coalición de la oposición, Abdel Basset Sayda, pidió a los países "hermanos" y "amigos" que armen a los miembros del ESL que combaten "con armas viejas".
"Queremos armas que nos permitan detener a los tanques y los aviones de combate", dijo desde Abu Dhabi, agregando que "el régimen planificó grandes matanzas" en Alepo, por lo que la rebelión necesita apoyo para operar "un cambio significativo" en la revuelta.
Este domingo en un comunicado, el CNS reclamó una reunión "urgente" del Consejo de Seguridad de la ONU para impedir las matanzas de civiles que según él se dispone a cometer el régimen en Alepo.
El papa Benedicto XVI lanzó un "llamado urgente" para que cese "el derramamiento de sangre" y pidió a la comunidad internacional no escatimar "ningún esfuerzo" para lograr "una solución política justa para el conflicto".
Según el OSDH, más de 20.000 personas han muerto desde que comenzó la sublevación, entre ellas 14.000 civiles.
Ciudadanos sirios protestan contra las fuerzas del régimen durante un funeral en Alepo (norte de Siria), el pasado viernes. Violentos combates tenían lugar el domingo en Alepo, en el segundo día de la ofensiva del ejército sirio contra varios barrios de esta ciudad donde los rebeldes siguen atrincherados y reclaman armas para hacer frente a los tanques y a la aviación del régimen de Bashar al Asad.
Localización de los principales combates en Siria y en la ciudad de Alepo. Los helicópteros del régimen ametrallaron el viernes varios barrios de la segunda ciudad del país, como preámbulo de la ofensiva definitiva de este sábado.
Imagen obtenida el sábado 29 de julio de un vídeo publicado en el portal de internet YouTube de una multitud saludando a unos rebeldes que desfilan en lo alto de un tanque en Al-Bab, en la provincia de Alepo, en el norte de Siria.
Una familia siria huye del barrio de Shaar, en la ciudad de Alepo, blanco de una contraofensiva de las fuerzas del régimen de Bashar Al Asad, el viernes 27 de julio.
Violentos combates tenían lugar el domingo en Alepo, en el segundo día de la ofensiva del ejército sirio contra varios barrios de esta ciudad donde los rebeldes siguen atrincherados y reclaman armas para hacer frente a los tanques y a la aviación del régimen de Bashar al Asad.
El sábado, los bombardeos desde los helicópteros y de la artillería pesada echaron a las rutas a miles de habitantes de Alepo, que buscaban refugio en los sectores de la ciudad relativamente al margen de los combates o en las aldeas controladas por la rebelión.
El mediador internacional para Siria, Kofi Annan, se declaró inquieto por las informaciones sobre la "concentración de tropas y de armas pesadas en torno a Alepo", y pidió a los beligerantes que trabajen en una solución política del conflicto que afecta al país desde hace 16 meses.
De visita en Irán, uno de los escasos aliados de Damasco, el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Muallem, aseguró que los rebeldes serían "sin duda vencidos" por el ejército sirio y acusó a "Catar, Arabia Saudita, Turquía y los países extranjeros" de apoyar a los insurgentes entregándoles armas.
Teherán advirtió esta semana que no toleraría un "cambio de régimen" en Siria.
Según los militantes de la oposición, después de una pausa los combates se reanudaron el domingo por la mañana en Alepo, la segunda ciudad del país, ubicada a 355 km al norte de Damasco, donde los rebeldes atrincherados en varios barrios resisten al asalto de las tropas regulares apoyadas por tanques y helicópteros.
En la madrugada, las tropas del régimen apoyadas por blindados trataron de tomar el barrio de Salahedín, un bastión insurgente, pero fueron rechazados por los combatientes del Ejército Sirio Libre (ESL), integrado por desertores y civiles armados, que consiguieron destruir un tanque, indicó un militante.
También hubo violentos combates en los barrios de Bab al Jadid, Zahraa y Arkuba, en las inmediaciones de la ciudad vieja de Alepo, que integra la lista del patrimonio mundial de la Humanidad de la UNESCO, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
"Se escucharon explosiones cuando la aviación sobrevolaba la ciudad", agregó esta organización no gubernamental (ONG) con sede en Londres, que obtiene información de una red de militantes en Siria.
El sábado, los insurgentes habían conseguido detener los primeros ataques del ejército contra Salahedín, según un corresponsal de la AFP. El ejército perdió tanques, afirmaron los rebeldes.
El jefe del consejo militar insurgente de Alepo llamó a Occidente a instaurar una zona de exclusión aérea en el norte de Siria y acusó al régimen de preparar "una matanza" en esa ciudad.
"Sólo le pedimos a Occidente una zona de exclusión aérea", para impedir los bombardeos aéreos, dijo.
Estamos dispuestos a hacer caer este régimen", afirmó el coronel Abdel Jabar al Oqaidi en una entrevista otorgada a la AFP en el norte de Siria.
El coronel Oqaidi afirmó que el ejército regular había "tratado de atacar Salahedín con su tanques, pero el ESL resistió y les provocó importantes pérdidas".
Según el cotidiano oficial sirio Al Watan,"el ejército sirio comenzó una operación muy delicada en Alepo para (...) hacer reinar la autoridad de la ley y liberar a los habitantes de los terroristas enviados de diferentes regiones del mundo para hacer caer al Estado, sembrar el caos y matar el máximo posible de sirios".
El régimen califica de "terrorismo" al movimiento de constestación iniciado en marzo de 2011.
El frente en Alepo se abrió el 20 de julio y el asalto empezó con bombardeos a partir de helicópteros y con artillería pesada, después de la llegada de refuerzos.
Varios países occidentales y la ONU expresaron su preocupación frente a la perspectiva de este ataque.
Después de la ofensiva lanzada contra Alepo, el presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal coalición de la oposición, Abdel Basset Sayda, pidió a los países "hermanos" y "amigos" que armen a los miembros del ESL que combaten "con armas viejas".
"Queremos armas que nos permitan detener a los tanques y los aviones de combate", dijo desde Abu Dhabi, agregando que "el régimen planificó grandes matanzas" en Alepo, por lo que la rebelión necesita apoyo para operar "un cambio significativo" en la revuelta.
Este domingo en un comunicado, el CNS reclamó una reunión "urgente" del Consejo de Seguridad de la ONU para impedir las matanzas de civiles que según él se dispone a cometer el régimen en Alepo.
El papa Benedicto XVI lanzó un "llamado urgente" para que cese "el derramamiento de sangre" y pidió a la comunidad internacional no escatimar "ningún esfuerzo" para lograr "una solución política justa para el conflicto".
Según el OSDH, más de 20.000 personas han muerto desde que comenzó la sublevación, entre ellas 14.000 civiles.
Ciudadanos sirios protestan contra las fuerzas del régimen durante un funeral en Alepo (norte de Siria), el pasado viernes. Violentos combates tenían lugar el domingo en Alepo, en el segundo día de la ofensiva del ejército sirio contra varios barrios de esta ciudad donde los rebeldes siguen atrincherados y reclaman armas para hacer frente a los tanques y a la aviación del régimen de Bashar al Asad.
Localización de los principales combates en Siria y en la ciudad de Alepo. Los helicópteros del régimen ametrallaron el viernes varios barrios de la segunda ciudad del país, como preámbulo de la ofensiva definitiva de este sábado.
Imagen obtenida el sábado 29 de julio de un vídeo publicado en el portal de internet YouTube de una multitud saludando a unos rebeldes que desfilan en lo alto de un tanque en Al-Bab, en la provincia de Alepo, en el norte de Siria.
Una familia siria huye del barrio de Shaar, en la ciudad de Alepo, blanco de una contraofensiva de las fuerzas del régimen de Bashar Al Asad, el viernes 27 de julio.