Tokio protesta por la visita de Medvedev a las islas Kuriles, cuya soberanía se disputa con Rusia
Sajalín, EP
El Gobierno de Japón ha protestado este martes por la visita que ha realizado el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, a Kunashir, una isla del sur del archipiélago de las Kuriles cuya soberanía se disputan Rusia y Japón desde que concluyó la II Guerra Mundial, en 1945, según informaron las agencias de noticias rusas.
Medvedev ya visitó el sur de las Kuriles en noviembre de 2010 cuando era presidente de Rusia. Se trataba de la primera visita de un jefe de Estado ruso a las islas Kuriles Sur, tal como las conoce Rusia, o a los Territorios del Norte, como las denomina Japón.
Después de aquella visita, el entonces presidente prometió el envío de nuevo armamento moderno a una división de artillería desplegada en el archipiélago. Rusia está intentando incrementar su presencia en esta extensa pero escasamente poblada cadena insular con vistas a la próxima cumbre de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), prevista para septiembre en Vladivostok.
"Las islas de las Kuriles son (...) nuestro territorio y deben desarrollarse como el interior de nuestro país", ha señalado Medvedev a los reporteros antes de coger el avión hacia la isla de Kunashir. "Tenemos que desarrollar nuevos proyectos incluidos aquellos en los que participen empresas extranjeras", ha indicado.
Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores de Japón, Kenichiro Sasae, ha convocado este martes al embajador ruso en Japón, Yevgenni Afanasiyev, para protestar por la visita del presidente ruso. "Es un territorio inherente a Japón, por lo que las visitas de este tipo son inaceptables para Japón y deben ser rechazadas", ha añadido.
El Gobierno de Japón, que ha señalado que la visita "estropea" el buen clima de las relaciones entre Moscú y Tokio, prepara para este verano una visita de su ministro de Exteriores a Rusia para "reavivar" las conversaciones para acabar con la disputa territorial.
Esta visita se fraguó durante una reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, en el marco de la cumbre del G20 en México celebrada el pasado mes.
CONFLICTO DESDE 1945
Tal como recuerda este martes la agencia estatal rusa, RIA Novosti, Japón reclama las islas Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai, en el extremo suroeste del archipiélago, invocando el Tratado bilateral sobre comercio y fronteras de 1855.
Las islas se encuentran justo al sur de la península de Kamchatka, en el extremo este ruso, a unos 7.000 kilómetros de Moscú. Kunashir, en el extremo sur de la cadena de islas y en la que ha aterrizado este martes Medvedev, se encuentra a solo quince kilómetros de la isla de Hokkaido, en el norte de Japón.
Al término de la II Guerra Mundial, en 1945, las islas fueron entregadas a la desaparecida URSS en virtud de acuerdos internacionales. En su calidad de sucesora legal de la URSS, Rusia confirmó su soberanía sobre las islas en cumplimiento de un marco jurídico que Moscú considera legítimo desde todos los puntos de vista.
Tokio, a su vez, insiste en que las islas son "territorios del norte de Japón" y ha condicionado la firma del tratado de paz con Rusia, pendiente desde el final de la II Guerra Mundial, a la recuperación de las cuatro islas.
El Gobierno de Japón ha protestado este martes por la visita que ha realizado el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, a Kunashir, una isla del sur del archipiélago de las Kuriles cuya soberanía se disputan Rusia y Japón desde que concluyó la II Guerra Mundial, en 1945, según informaron las agencias de noticias rusas.
Medvedev ya visitó el sur de las Kuriles en noviembre de 2010 cuando era presidente de Rusia. Se trataba de la primera visita de un jefe de Estado ruso a las islas Kuriles Sur, tal como las conoce Rusia, o a los Territorios del Norte, como las denomina Japón.
Después de aquella visita, el entonces presidente prometió el envío de nuevo armamento moderno a una división de artillería desplegada en el archipiélago. Rusia está intentando incrementar su presencia en esta extensa pero escasamente poblada cadena insular con vistas a la próxima cumbre de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), prevista para septiembre en Vladivostok.
"Las islas de las Kuriles son (...) nuestro territorio y deben desarrollarse como el interior de nuestro país", ha señalado Medvedev a los reporteros antes de coger el avión hacia la isla de Kunashir. "Tenemos que desarrollar nuevos proyectos incluidos aquellos en los que participen empresas extranjeras", ha indicado.
Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores de Japón, Kenichiro Sasae, ha convocado este martes al embajador ruso en Japón, Yevgenni Afanasiyev, para protestar por la visita del presidente ruso. "Es un territorio inherente a Japón, por lo que las visitas de este tipo son inaceptables para Japón y deben ser rechazadas", ha añadido.
El Gobierno de Japón, que ha señalado que la visita "estropea" el buen clima de las relaciones entre Moscú y Tokio, prepara para este verano una visita de su ministro de Exteriores a Rusia para "reavivar" las conversaciones para acabar con la disputa territorial.
Esta visita se fraguó durante una reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, en el marco de la cumbre del G20 en México celebrada el pasado mes.
CONFLICTO DESDE 1945
Tal como recuerda este martes la agencia estatal rusa, RIA Novosti, Japón reclama las islas Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai, en el extremo suroeste del archipiélago, invocando el Tratado bilateral sobre comercio y fronteras de 1855.
Las islas se encuentran justo al sur de la península de Kamchatka, en el extremo este ruso, a unos 7.000 kilómetros de Moscú. Kunashir, en el extremo sur de la cadena de islas y en la que ha aterrizado este martes Medvedev, se encuentra a solo quince kilómetros de la isla de Hokkaido, en el norte de Japón.
Al término de la II Guerra Mundial, en 1945, las islas fueron entregadas a la desaparecida URSS en virtud de acuerdos internacionales. En su calidad de sucesora legal de la URSS, Rusia confirmó su soberanía sobre las islas en cumplimiento de un marco jurídico que Moscú considera legítimo desde todos los puntos de vista.
Tokio, a su vez, insiste en que las islas son "territorios del norte de Japón" y ha condicionado la firma del tratado de paz con Rusia, pendiente desde el final de la II Guerra Mundial, a la recuperación de las cuatro islas.