Suu Kyi participa por primera vez en una sesión del Parlamento birmano
Naypyitaw, EP
La líder de la oposición birmana, Aung San Suu Kyi, quien estuvo 15 años bajo arresto domiciliario hasta 2010, ha asistido a la sesión del nuevo Parlamento, con lo que inicia su paso por el Poder Legislativo, después de haber tomado formalmente el juramento del cargo en mayo pasado.
La ganadora del premio Nobel de la Paz ha podido llevar a su partido Liga Nacional Democrática (LND) al Congreso, con el compromiso de trabajar con los reformistas de la antigua junta militar que ahora dirigen el país como civiles.
"Las cosas van a ir de acuerdo con la agenda", ha declarado a los periodistas al entrar en la sede del Parlamento en la capital, Naypyitaw. "Ya he dicho que haré mi mejor esfuerzo", ha agregado Suu Kyi, quien ha sido siempre subestimada por el papel que podría desempeñar en los próximos debates, que abordarán las leyes sobre inversión extranjera, medios de comunicación y zonas económicas especiales.
Entre los temas discutidos este lunes se incluyen la educación y la presentación de un proyecto de ley sobre energía eléctrica, un tema crítico en un país donde el 75 por ciento de las personas no tiene acceso regular a la electricidad.
La sesión comenzó la semana pasada, pero Suu Kyi retrasó su llegada, al parecer agotada después de una larga gira por Europa, su primera visita a ese continente desde que regresó a Birmania en 1988.
Se espera que los legisladores voten esta semana por un nuevo vicepresidente, tras la dimisión de Tin Aung Myint Oo, antiguo miembro de línea dura de la junta militar.
La participación de Suu Kyi, de 67 años, podría dar más legitimidad a un Parlamento que fue recibido con escepticismo cuando se convocó en enero de 2011, después de unas elecciones generales realizadas dos meses antes, consideradas ampliamente como amañadas a favor del Partido para el Desarrollo y la Solidaridad de Birmania (USDP), que es respaldado por los militares.
La disidente fue elegida diputada en las elecciones parciales del pasado 1 de abril, en las que se disputaban 43 escaños. Su llegada al Parlamento fue posible gracias a las reformas políticas iniciadas por el antiguo general y actual presidente, Thein Sein, que incluyen la liberación de presos políticos, la libertad de prensa y el diálogo con los grupos armados de base étnica.
La opositora se comprometió a promover las enmiendas a la Constitución para reducir el papel político de los militares, pero afirma que quiere trabajar en estrecha colaboración con los delegados de las Fuerzas Armadas en el Parlamento.
Suu Kyi, hija del héroe de la independencia birmana Aung San, fue detenida por primera vez en 1989, un año después de llegar a su país para cuidar a su moribunda madre, Jin Kyi, una antigua embajadora de India en Nepal.
En 1990, obtuvo una amplia victoria en las elecciones para la Asamblea Constituyente al frente de la LND, pero los militares ignoraron los resultados y dieron un golpe de Estado que dio pie a dos décadas de dictadura militar.
La opositora pasó 15 de los 21 años transcurridos entre 1989 y 2010 en régimen de arresto domiciliario. Fue finalmente liberada en noviembre de 2010.
La líder de la oposición birmana, Aung San Suu Kyi, quien estuvo 15 años bajo arresto domiciliario hasta 2010, ha asistido a la sesión del nuevo Parlamento, con lo que inicia su paso por el Poder Legislativo, después de haber tomado formalmente el juramento del cargo en mayo pasado.
La ganadora del premio Nobel de la Paz ha podido llevar a su partido Liga Nacional Democrática (LND) al Congreso, con el compromiso de trabajar con los reformistas de la antigua junta militar que ahora dirigen el país como civiles.
"Las cosas van a ir de acuerdo con la agenda", ha declarado a los periodistas al entrar en la sede del Parlamento en la capital, Naypyitaw. "Ya he dicho que haré mi mejor esfuerzo", ha agregado Suu Kyi, quien ha sido siempre subestimada por el papel que podría desempeñar en los próximos debates, que abordarán las leyes sobre inversión extranjera, medios de comunicación y zonas económicas especiales.
Entre los temas discutidos este lunes se incluyen la educación y la presentación de un proyecto de ley sobre energía eléctrica, un tema crítico en un país donde el 75 por ciento de las personas no tiene acceso regular a la electricidad.
La sesión comenzó la semana pasada, pero Suu Kyi retrasó su llegada, al parecer agotada después de una larga gira por Europa, su primera visita a ese continente desde que regresó a Birmania en 1988.
Se espera que los legisladores voten esta semana por un nuevo vicepresidente, tras la dimisión de Tin Aung Myint Oo, antiguo miembro de línea dura de la junta militar.
La participación de Suu Kyi, de 67 años, podría dar más legitimidad a un Parlamento que fue recibido con escepticismo cuando se convocó en enero de 2011, después de unas elecciones generales realizadas dos meses antes, consideradas ampliamente como amañadas a favor del Partido para el Desarrollo y la Solidaridad de Birmania (USDP), que es respaldado por los militares.
La disidente fue elegida diputada en las elecciones parciales del pasado 1 de abril, en las que se disputaban 43 escaños. Su llegada al Parlamento fue posible gracias a las reformas políticas iniciadas por el antiguo general y actual presidente, Thein Sein, que incluyen la liberación de presos políticos, la libertad de prensa y el diálogo con los grupos armados de base étnica.
La opositora se comprometió a promover las enmiendas a la Constitución para reducir el papel político de los militares, pero afirma que quiere trabajar en estrecha colaboración con los delegados de las Fuerzas Armadas en el Parlamento.
Suu Kyi, hija del héroe de la independencia birmana Aung San, fue detenida por primera vez en 1989, un año después de llegar a su país para cuidar a su moribunda madre, Jin Kyi, una antigua embajadora de India en Nepal.
En 1990, obtuvo una amplia victoria en las elecciones para la Asamblea Constituyente al frente de la LND, pero los militares ignoraron los resultados y dieron un golpe de Estado que dio pie a dos décadas de dictadura militar.
La opositora pasó 15 de los 21 años transcurridos entre 1989 y 2010 en régimen de arresto domiciliario. Fue finalmente liberada en noviembre de 2010.