Sanciones fuerzan a Irán a reducir flujo de campos petroleros
Londres, Reuters
Las sanciones impuestas por Occidente están forzando a Irán a tomar medidas drásticas y a cerrar pozos de sus vastos campos de petróleo, pasos que tienen como efecto una reducción de la producción a niveles vistos por última vez hace dos décadas y que cuestan al país miles de millones en ingresos perdidos.
Irán tuvo dificultades para vender su petróleo en la antesala de la entrada en vigencia del embargo de la Unión Europea el 1 de julio, aunque logró mantener los flujos de sus campos petroleros en tasas superiores a los 3 millones de barriles diarios (bpd) al acumular el crudo no deseado en tanques en el continente y en barcos en el Golfo Pérsico.
Sin embargo, ahora las ventas han caído a la mitad de los niveles vistos el año pasado y la capacidad de almacenamiento está por agotarse.
Como último recurso, Teherán está realizando un mantenimiento "impuesto" en sus reservorios añejos, dijeron fuentes iraníes y occidentales, lo que reduciría su producción a menos de 3 millones de bpd.
Es una situación que podría hacer ver a Teherán como cediendo frente a Occidente y dejar al país rezagado frente a su ex rival Irak en el ranking de los principales productores de petróleo. Y si un gran volumen de petróleo se cerrara ahora, será difícil para Irán reanudar la producción cuando sea necesario, sostienen expertos petroleros occidentales.
"Estamos ahora en una situación donde nos vemos obligados a reducir la producción, por lo que prolongaremos la rehabilitación de nuestros campos petroleros", dijo una fuente del sector petrolero iraní que pidió no ser identificada debido a la sensibilidad de la información.
"Pero es un error pensar que esto nos hará rendirnos. Irán no se rendirá", sostuvo.
Expertos occidentales de la industria petrolera sostienen que el bajo almacenamiento y el desplome de las ventas podrían haber obligado a Teherán a cerrar los grifos de los campos de petróleo en al menos varios cientos de miles de barriles diarios.
"Diría que las paralizaciones (de los campos petroleros) superarán el 25 por ciento muy pronto, si ya no lo han hecho", dijo un ejecutivo europeo que trabaja para una compañía con inversiones en Irán.
Para sumar complejidad, se están produciendo cambios en la cúpula de la empresa nacional de petróleo (NIOC). Tras apenas un año en el cargo, Mohsen Qamsari, jefe de asuntos internacionales, fue reemplazado por Mohammad Ali Khatibi, representante de Teherán en el grupo de gobierno de la OPEP.
"La presión definitivamente está, pero es difícil conocer los detalles. Lo que está claro es que la situación está extremadamente complicada y delicada, y las cosas no se están diciendo en público", dijo un alto ejecutivo occidental de la industria petrolera.
El mes pasado, Irán reconoció que las exportaciones habían caído fuertemente, entre un 20 y un 30 por ciento respecto de volúmenes normales de 2,2 millones de barriles diarios.
Un funcionario de la Compañía Nacional de Petróleo Iraní, Mohammad Ali Emadi, atribuyó la baja en la producción al mantenimiento de los campos petroleros y no a las sanciones impuestas al país por su programa nuclear.
Si bien algunos expertos dicen que el cierre de la producción es benéfico para los exhaustos reservorios iraníes, un cierre prolongado de altos volúmenes no es algo deseable.
"Cuanto más tiempo la producción esté paralizada, más difícil y más tiempo lleva reanudar la producción cuando se necesita", dijo Peter Wells, de la consultora en temas geológicos Neftex Petroleum.
Las sanciones impuestas por Occidente están forzando a Irán a tomar medidas drásticas y a cerrar pozos de sus vastos campos de petróleo, pasos que tienen como efecto una reducción de la producción a niveles vistos por última vez hace dos décadas y que cuestan al país miles de millones en ingresos perdidos.
Irán tuvo dificultades para vender su petróleo en la antesala de la entrada en vigencia del embargo de la Unión Europea el 1 de julio, aunque logró mantener los flujos de sus campos petroleros en tasas superiores a los 3 millones de barriles diarios (bpd) al acumular el crudo no deseado en tanques en el continente y en barcos en el Golfo Pérsico.
Sin embargo, ahora las ventas han caído a la mitad de los niveles vistos el año pasado y la capacidad de almacenamiento está por agotarse.
Como último recurso, Teherán está realizando un mantenimiento "impuesto" en sus reservorios añejos, dijeron fuentes iraníes y occidentales, lo que reduciría su producción a menos de 3 millones de bpd.
Es una situación que podría hacer ver a Teherán como cediendo frente a Occidente y dejar al país rezagado frente a su ex rival Irak en el ranking de los principales productores de petróleo. Y si un gran volumen de petróleo se cerrara ahora, será difícil para Irán reanudar la producción cuando sea necesario, sostienen expertos petroleros occidentales.
"Estamos ahora en una situación donde nos vemos obligados a reducir la producción, por lo que prolongaremos la rehabilitación de nuestros campos petroleros", dijo una fuente del sector petrolero iraní que pidió no ser identificada debido a la sensibilidad de la información.
"Pero es un error pensar que esto nos hará rendirnos. Irán no se rendirá", sostuvo.
Expertos occidentales de la industria petrolera sostienen que el bajo almacenamiento y el desplome de las ventas podrían haber obligado a Teherán a cerrar los grifos de los campos de petróleo en al menos varios cientos de miles de barriles diarios.
"Diría que las paralizaciones (de los campos petroleros) superarán el 25 por ciento muy pronto, si ya no lo han hecho", dijo un ejecutivo europeo que trabaja para una compañía con inversiones en Irán.
Para sumar complejidad, se están produciendo cambios en la cúpula de la empresa nacional de petróleo (NIOC). Tras apenas un año en el cargo, Mohsen Qamsari, jefe de asuntos internacionales, fue reemplazado por Mohammad Ali Khatibi, representante de Teherán en el grupo de gobierno de la OPEP.
"La presión definitivamente está, pero es difícil conocer los detalles. Lo que está claro es que la situación está extremadamente complicada y delicada, y las cosas no se están diciendo en público", dijo un alto ejecutivo occidental de la industria petrolera.
El mes pasado, Irán reconoció que las exportaciones habían caído fuertemente, entre un 20 y un 30 por ciento respecto de volúmenes normales de 2,2 millones de barriles diarios.
Un funcionario de la Compañía Nacional de Petróleo Iraní, Mohammad Ali Emadi, atribuyó la baja en la producción al mantenimiento de los campos petroleros y no a las sanciones impuestas al país por su programa nuclear.
Si bien algunos expertos dicen que el cierre de la producción es benéfico para los exhaustos reservorios iraníes, un cierre prolongado de altos volúmenes no es algo deseable.
"Cuanto más tiempo la producción esté paralizada, más difícil y más tiempo lleva reanudar la producción cuando se necesita", dijo Peter Wells, de la consultora en temas geológicos Neftex Petroleum.