Paraguay: Bolivia presidió difícil reunión del Consejo Permanente de la OEA
Washington, ANF
La Organización de Estados Americanos (OEA) pospuso una decisión sobre la destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo, en una tensa sesión del Consejo Permanente de la institución celebrada este martes en Washington bajo la presidencia del representante boliviano.
El embajador boliviano Diego Pari tuvo la responsabilidad de conducir el debate después de la presentación del informe del secretario general de la OEA, el chileno Miguel Insulza, sobre la misión de alto nivel que recogió la semana pasada información en Asunción sobre la destitución del presidente Lugo.
La mayoría de los embajadores del brazo político de la OEA respaldaron el análisis del informe de Insulza y muy pocos se decantaron por la convocatoria a una reunión extraordinaria de cancilleres.
El informe de Insulza resume las opiniones de los distintos actores políticos paraguayos (gobierno y oposición), instituciones como los militares, sindicatos, organizaciones sociales, Iglesia y complementa con iniciativas que proponen una búsqueda de solución en base al fortalecimiento de la democracia paraguaya.
El intenso debate de casi tres horas en la sede de la OEA estuvo presidido por Pari, quien asumió la presidencia temporal del Consejo (de tres meses) en su calidad de vicepresidente ante la ausencia del titular de Jamaica.
Después de escuchar todas las argumentaciones de los diplomáticos, Pari puso fin a la reunión sin que se hubiera decidido cuándo volverá a convocarse al Consejo para continuar con el análisis de la crisis paraguaya, así como tampoco si es o no conveniente la convocatoria a los cancilleres para una sesión extraordinaria.
El embajador paraguayo, Hugo Saquier, dijo que el proceso que culminó con la destitución de Lugo y fue “apegado a las normas constitucionales” y rechazó toda “injerencia” externa en los asuntos internos y lamentó que los países de Unasur hayan excluido a Paraguay de forma “ilegal”.
En oposición, el embajador venezolano, Roy Shaberton, insistió en el calificativo de “golpe de Estado” y reiteró sobre la responsabilidad de las naciones miembros de la OEA de aplicar las sanciones previstas en la Carta Democrática en caso de un quebrantamiento del orden constitucional.
En defensa del trabajo cumplido en Asunción, Insulza dijo que ahora el caso convoca al debate y recordó que desde la vigencia de la Carta Democrática de la OEA fueron derrocados 17 gobiernos sin que el foro de la OEA haya tenido oportunidad para la defensa de la democracia y en ese sentido recordó golpes como los que destituyeron a Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa en Bolivia.
Estados Unidos, Canadá, los países insulares del Caricón, los centroamericanos -a excepción de Nicaragua- e incluso Brasil y Argentina, se pronunciaron a favor de que las cancillerías analicen el informe de Insulza y hagan proposiciones, sin mencionar la querer que esta situación quede clara”.
Hubo coincidencia en dar prioridad al análisis y pronunciamiento de los gobiernos, petición a la que se sumó Saquier, quien dijo “los paraguayos somos los primeros en necesidad de la convocatoria a una reunión extraordinaria de cancilleres”.
Es posible que el próximo viernes se convoque a una nueva reunión extraordinaria del Consejo que también será presidida por Pari, mientras Jamaica no nombre otro embajador.
La Organización de Estados Americanos (OEA) pospuso una decisión sobre la destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo, en una tensa sesión del Consejo Permanente de la institución celebrada este martes en Washington bajo la presidencia del representante boliviano.
El embajador boliviano Diego Pari tuvo la responsabilidad de conducir el debate después de la presentación del informe del secretario general de la OEA, el chileno Miguel Insulza, sobre la misión de alto nivel que recogió la semana pasada información en Asunción sobre la destitución del presidente Lugo.
La mayoría de los embajadores del brazo político de la OEA respaldaron el análisis del informe de Insulza y muy pocos se decantaron por la convocatoria a una reunión extraordinaria de cancilleres.
El informe de Insulza resume las opiniones de los distintos actores políticos paraguayos (gobierno y oposición), instituciones como los militares, sindicatos, organizaciones sociales, Iglesia y complementa con iniciativas que proponen una búsqueda de solución en base al fortalecimiento de la democracia paraguaya.
El intenso debate de casi tres horas en la sede de la OEA estuvo presidido por Pari, quien asumió la presidencia temporal del Consejo (de tres meses) en su calidad de vicepresidente ante la ausencia del titular de Jamaica.
Después de escuchar todas las argumentaciones de los diplomáticos, Pari puso fin a la reunión sin que se hubiera decidido cuándo volverá a convocarse al Consejo para continuar con el análisis de la crisis paraguaya, así como tampoco si es o no conveniente la convocatoria a los cancilleres para una sesión extraordinaria.
El embajador paraguayo, Hugo Saquier, dijo que el proceso que culminó con la destitución de Lugo y fue “apegado a las normas constitucionales” y rechazó toda “injerencia” externa en los asuntos internos y lamentó que los países de Unasur hayan excluido a Paraguay de forma “ilegal”.
En oposición, el embajador venezolano, Roy Shaberton, insistió en el calificativo de “golpe de Estado” y reiteró sobre la responsabilidad de las naciones miembros de la OEA de aplicar las sanciones previstas en la Carta Democrática en caso de un quebrantamiento del orden constitucional.
En defensa del trabajo cumplido en Asunción, Insulza dijo que ahora el caso convoca al debate y recordó que desde la vigencia de la Carta Democrática de la OEA fueron derrocados 17 gobiernos sin que el foro de la OEA haya tenido oportunidad para la defensa de la democracia y en ese sentido recordó golpes como los que destituyeron a Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa en Bolivia.
Estados Unidos, Canadá, los países insulares del Caricón, los centroamericanos -a excepción de Nicaragua- e incluso Brasil y Argentina, se pronunciaron a favor de que las cancillerías analicen el informe de Insulza y hagan proposiciones, sin mencionar la querer que esta situación quede clara”.
Hubo coincidencia en dar prioridad al análisis y pronunciamiento de los gobiernos, petición a la que se sumó Saquier, quien dijo “los paraguayos somos los primeros en necesidad de la convocatoria a una reunión extraordinaria de cancilleres”.
Es posible que el próximo viernes se convoque a una nueva reunión extraordinaria del Consejo que también será presidida por Pari, mientras Jamaica no nombre otro embajador.