Las fuerzas de Al Assad y los grupos rebeldes se disputan dos áreas clave de Alepo
Alepo, EP
Los helicópteros y la artillería del Ejército sirio han bombardeado este martes dos áreas clave de la ciudad de Alepo, en una nueva jornada de enfrentamientos entre fuerzas leales al Gobierno de Bashar al Assad y rebeldes opositores en la segunda ciudad más poblada del país, según han informado testigos.
Los disparos de artillería sacudieron este martes por la mañana el distrito de Salaheddine, en la zona suroeste del país y cercano a una importante carretera, mientras que los helicópteros han atacado barrios del este que, hasta ahora, permanecían al margen de la violencia.
El Ejército dijo hace dos días que se había hecho con el control de Salaheddine, pero la televisión siria ha aclarado este martes que aún quedan vestigios de grupos "terroristas", por lo que mantienen las operaciones en la zona para tomarla por completo. Los rebeldes, por su parte, niegan que hayan perdido posiciones y un portavoz de los opositores ha apuntado que siguen avanzando hacia el centro de la ciudad, un objetivo que confían en alcanzar "en días, no en semanas".
"El régimen ha intentado durante tres días recuperar Salaheddine, pero sus intentos han fracasado y han sufrido importantes pérdidas en vidas humanas, armas y tanques, y sus fuerzas se han retirado", ha explicado el coronel Abdel Jabbar al Oqaidi, máximo responsable del Consejo Militar Conjunto, uno de los múltiples grupos rebeldes que permanece activo en Alepo. Las facciones opositoras al régimen de Al Assad mantienen el control de áreas del este y el suroeste de esta ciudad estratégica.
Según Al Oqaidi, los rebeldes cuentan con unos 3.000 efectivos en la ciudad, escenario de una batalla clave para el futuro del conflicto sirio y donde vivían, antes de los combates, unos 2,5 millones de personas. "Apenas tenemos electricidad y agua, nuestras mujeres y niños nos han dejado aquí para vigilar la casa y se han ido a sitios más seguros", ha explicado Jumaa, un empleado musulmán de 45 años.
La ONU calcula que más de 200.000 personas han huido de la violencia en Alepo, de donde apenas existen datos exactos. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha cifrado por encima del centenar el número de personas fallecidas en Siria el lunes y ha alertado de que 73 de estas víctimas eran civiles.
Los helicópteros y la artillería del Ejército sirio han bombardeado este martes dos áreas clave de la ciudad de Alepo, en una nueva jornada de enfrentamientos entre fuerzas leales al Gobierno de Bashar al Assad y rebeldes opositores en la segunda ciudad más poblada del país, según han informado testigos.
Los disparos de artillería sacudieron este martes por la mañana el distrito de Salaheddine, en la zona suroeste del país y cercano a una importante carretera, mientras que los helicópteros han atacado barrios del este que, hasta ahora, permanecían al margen de la violencia.
El Ejército dijo hace dos días que se había hecho con el control de Salaheddine, pero la televisión siria ha aclarado este martes que aún quedan vestigios de grupos "terroristas", por lo que mantienen las operaciones en la zona para tomarla por completo. Los rebeldes, por su parte, niegan que hayan perdido posiciones y un portavoz de los opositores ha apuntado que siguen avanzando hacia el centro de la ciudad, un objetivo que confían en alcanzar "en días, no en semanas".
"El régimen ha intentado durante tres días recuperar Salaheddine, pero sus intentos han fracasado y han sufrido importantes pérdidas en vidas humanas, armas y tanques, y sus fuerzas se han retirado", ha explicado el coronel Abdel Jabbar al Oqaidi, máximo responsable del Consejo Militar Conjunto, uno de los múltiples grupos rebeldes que permanece activo en Alepo. Las facciones opositoras al régimen de Al Assad mantienen el control de áreas del este y el suroeste de esta ciudad estratégica.
Según Al Oqaidi, los rebeldes cuentan con unos 3.000 efectivos en la ciudad, escenario de una batalla clave para el futuro del conflicto sirio y donde vivían, antes de los combates, unos 2,5 millones de personas. "Apenas tenemos electricidad y agua, nuestras mujeres y niños nos han dejado aquí para vigilar la casa y se han ido a sitios más seguros", ha explicado Jumaa, un empleado musulmán de 45 años.
La ONU calcula que más de 200.000 personas han huido de la violencia en Alepo, de donde apenas existen datos exactos. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha cifrado por encima del centenar el número de personas fallecidas en Siria el lunes y ha alertado de que 73 de estas víctimas eran civiles.