La autopsia del suicida acredita la teoría del cómplice en el ataque antiisraelí
Sofia, AFP
La autopsia del cuerpo del autor del atentado suicida anti-israelí cometido el 18 de julio en Bulgaria permitió a los investigadores avanzar en su identificación y acreditar la hipótesis de que contó con un cómplice, tras las declaraciones de este domingo de Galina Mileva, médico participante en la autopsia.
En la televisión pública BNT, la doctora Mileva, proporcionó una descripción que no concuerda con la que se ha dado del individuo sospechoso que intentó alquilar un coche la víspera del atentado en el aeropuerto de Burgas, a orillas del mar Negro, y quien, según los testigos, tenía casi toda la cabeza rapada, el rostro moreno y "el aspecto de un árabe". El kamikaze tenía "la cara blanca, los ojos claros y el pelo castaño y muy espeso. Los huesos de la cabeza estaban rotos por la explosión", indicó.
Katia Kassabova, periodista de Burgas y responsable del sitio web besove.bg, que difundió las primeras imágenes del atentado, indicó este domingo "que no es seguro que el kamikaze fuera el hombre que intentó alquilar el automóvil. Esta persona debería ser un cómplice. Los ojos del muerto en la explosión son azules, según la autopsia, mientras que el que entró en la agencia de alquiler de automóviles tenía los ojos marrones", corroborando la hipótesis de un cómplice.
La periodista que, afirma apoyarse en informaciones proporcionadas por participantes en la autopsia, explica que "la cabeza, los brazos y las piernas se conservan, mientras que el cuerpo está completamente desgarrado. Sus cabellos son negros, de 10 cm de longitud, lacios. Llevaba una peluca que fue encontrada a 25 m del autobús" que transportaba a los turistas israelíes. "Su piel es blanca, sus ojos claros. Los rasgos de su cara parecen los de un europeo, pero podría ser también de origen árabe. Mide 1,82 metros".
"Los médicos búlgaros no han tocado la cabeza del autor del atentado. Fueron sus homólogos israelíes quienes trabajaron con ella por razones religiosas. Los búgaros analizaron muestras", según la periodista. Desde el 21 de julio, la hipótesis de un cómplice cobró fuerza en la investigación, habiendo podido detonar a distancia, a través de un teléfono móvil, el explosivo que llevaba el autor del atentado.
El atentado suicida antiisraelí, el primero de este tipo en Bulgaria, dejó seis muertos, cinco israelíes y un búlgaro de confesión musulmana, conductor del autobús en el que se encontraban los turistas israelíes, además del kamikaze.
El 20 de julio, el ministro del Interior anunció la identificaión del explosivo utilizado en el atentado: tres kilogramos de trotil, también llamado tolita. Fabricado con trinitrotolueno (TNT), es un explosivo de uso militar, pero también frecuentemente utilizado por los diferentes movimientos terroristas. Israel acusó a Irán de instigar el ataque, lo que Teherán niega con vehemencia, y al movimiento chiita libanés Hezbolá de ejecutarlo, lo que ambos desmintieron con firmeza
Imagen tomada de un vídeo del Ministerio del Interior de Bulgaria, difundida el pasado 19 de julio, que muestra al supuesto atacante suicida en el aeropuerto de Burgas.
La autopsia del cuerpo del autor del atentado suicida anti-israelí cometido el 18 de julio en Bulgaria permitió a los investigadores avanzar en su identificación y acreditar la hipótesis de que contó con un cómplice, tras las declaraciones de este domingo de Galina Mileva, médico participante en la autopsia.
En la televisión pública BNT, la doctora Mileva, proporcionó una descripción que no concuerda con la que se ha dado del individuo sospechoso que intentó alquilar un coche la víspera del atentado en el aeropuerto de Burgas, a orillas del mar Negro, y quien, según los testigos, tenía casi toda la cabeza rapada, el rostro moreno y "el aspecto de un árabe". El kamikaze tenía "la cara blanca, los ojos claros y el pelo castaño y muy espeso. Los huesos de la cabeza estaban rotos por la explosión", indicó.
Katia Kassabova, periodista de Burgas y responsable del sitio web besove.bg, que difundió las primeras imágenes del atentado, indicó este domingo "que no es seguro que el kamikaze fuera el hombre que intentó alquilar el automóvil. Esta persona debería ser un cómplice. Los ojos del muerto en la explosión son azules, según la autopsia, mientras que el que entró en la agencia de alquiler de automóviles tenía los ojos marrones", corroborando la hipótesis de un cómplice.
La periodista que, afirma apoyarse en informaciones proporcionadas por participantes en la autopsia, explica que "la cabeza, los brazos y las piernas se conservan, mientras que el cuerpo está completamente desgarrado. Sus cabellos son negros, de 10 cm de longitud, lacios. Llevaba una peluca que fue encontrada a 25 m del autobús" que transportaba a los turistas israelíes. "Su piel es blanca, sus ojos claros. Los rasgos de su cara parecen los de un europeo, pero podría ser también de origen árabe. Mide 1,82 metros".
"Los médicos búlgaros no han tocado la cabeza del autor del atentado. Fueron sus homólogos israelíes quienes trabajaron con ella por razones religiosas. Los búgaros analizaron muestras", según la periodista. Desde el 21 de julio, la hipótesis de un cómplice cobró fuerza en la investigación, habiendo podido detonar a distancia, a través de un teléfono móvil, el explosivo que llevaba el autor del atentado.
El atentado suicida antiisraelí, el primero de este tipo en Bulgaria, dejó seis muertos, cinco israelíes y un búlgaro de confesión musulmana, conductor del autobús en el que se encontraban los turistas israelíes, además del kamikaze.
El 20 de julio, el ministro del Interior anunció la identificaión del explosivo utilizado en el atentado: tres kilogramos de trotil, también llamado tolita. Fabricado con trinitrotolueno (TNT), es un explosivo de uso militar, pero también frecuentemente utilizado por los diferentes movimientos terroristas. Israel acusó a Irán de instigar el ataque, lo que Teherán niega con vehemencia, y al movimiento chiita libanés Hezbolá de ejecutarlo, lo que ambos desmintieron con firmeza
Imagen tomada de un vídeo del Ministerio del Interior de Bulgaria, difundida el pasado 19 de julio, que muestra al supuesto atacante suicida en el aeropuerto de Burgas.