Informe en EEUU fustiga a responsables de operación de armas en México
Washington, AFP
Legisladores estadounidenses exigieron más supervisión del Departamento de Justicia y de una agencia encargada del manejo de las armas, en un informe divulgado este martes que critica a varios funcionarios ligados a la operación que permitió la entrada de armas a México.
El voluminoso informe de 2.400 páginas "presenta evidencia que detalla numerosos errores y decisiones de funcionarios de ATF (la agencia que controla las armas) y la oficina del fiscal general de Arizona (fronterizo con México) que dieron pie a serios problemas", resumió un comunicado de la comisión de la Cámara de Representantes a cargo de supervisar al gobierno.
Tanto la ATF como la oficina del fiscal de Arizona "no tomaron en cuenta ni protegieron la seguridad de los estadounidenses, mexicanos y de sus colegas", dijo Darrell Issa, el jefe de esa comisión, quien ha liderado la investigación sobre esa operación de armas, llamada "Rápido y Furioso".
La operación permitió la entrada de más de 2.000 armas a México entre 2009 y 2010, con la finalidad de conocer rutas de tráfico y rastrearlas hasta importante líderes del crimen organizado, pero a muchas de ellas se les perdió la pista.
El escándalo, destapado luego de que dos armas relacionadas a la operación fueron halladas en la escena del crimen de un agente estadounidense, causó irritación en México, donde la violencia relacionada con el tráfico de drogas ha dejado más de 50.000 muertos en los últimos seis años.
"ATF malgastó tiempo, dinero y recursos en escuchas y puso a agentes en peligro para tratar de conocer cosas que ya otras agencias conocían", dijo el senador republicano Chuck Grassley, en referencia a fallos de comunicación entre ATF, la policía federal FBI y la DEA (agencia antidrogas), detalla el informe.
"Evidentemente, ATF necesita empezar a tener un mejor comportamiento y el Departamento de Justicia debe asegurarse que este tipo de programas no ocurran nunca más", dijo Grassley.
Según el informe, dos personas ligadas al programa y que debieron haberlo supervisado, siguen trabajando en ATF.
Por este escándalo, el director de la ATF fue retirado de su cargo y también hubo dimisiones de autoridades policiales en el estado de Arizona, principal afectado por esta problemática.
El fiscal general estadounidense, Eric Holder, rehusó entregar al Congreso documentos relacionados con "Rápido y Furioso", por lo que fue declarado en desacato en junio pasado.
Este es el primero de varios informes que los legisladores divulgarán.
Jòvenes observan desde encima de un colgante contra el tráfico de armas a un hombre manipulando un fusil automático el Museo de la Memoria y Tolerancia en Ciudad de México, el 21 de febrero de 2012.
Legisladores estadounidenses exigieron más supervisión del Departamento de Justicia y de una agencia encargada del manejo de las armas, en un informe divulgado este martes que critica a varios funcionarios ligados a la operación que permitió la entrada de armas a México.
El voluminoso informe de 2.400 páginas "presenta evidencia que detalla numerosos errores y decisiones de funcionarios de ATF (la agencia que controla las armas) y la oficina del fiscal general de Arizona (fronterizo con México) que dieron pie a serios problemas", resumió un comunicado de la comisión de la Cámara de Representantes a cargo de supervisar al gobierno.
Tanto la ATF como la oficina del fiscal de Arizona "no tomaron en cuenta ni protegieron la seguridad de los estadounidenses, mexicanos y de sus colegas", dijo Darrell Issa, el jefe de esa comisión, quien ha liderado la investigación sobre esa operación de armas, llamada "Rápido y Furioso".
La operación permitió la entrada de más de 2.000 armas a México entre 2009 y 2010, con la finalidad de conocer rutas de tráfico y rastrearlas hasta importante líderes del crimen organizado, pero a muchas de ellas se les perdió la pista.
El escándalo, destapado luego de que dos armas relacionadas a la operación fueron halladas en la escena del crimen de un agente estadounidense, causó irritación en México, donde la violencia relacionada con el tráfico de drogas ha dejado más de 50.000 muertos en los últimos seis años.
"ATF malgastó tiempo, dinero y recursos en escuchas y puso a agentes en peligro para tratar de conocer cosas que ya otras agencias conocían", dijo el senador republicano Chuck Grassley, en referencia a fallos de comunicación entre ATF, la policía federal FBI y la DEA (agencia antidrogas), detalla el informe.
"Evidentemente, ATF necesita empezar a tener un mejor comportamiento y el Departamento de Justicia debe asegurarse que este tipo de programas no ocurran nunca más", dijo Grassley.
Según el informe, dos personas ligadas al programa y que debieron haberlo supervisado, siguen trabajando en ATF.
Por este escándalo, el director de la ATF fue retirado de su cargo y también hubo dimisiones de autoridades policiales en el estado de Arizona, principal afectado por esta problemática.
El fiscal general estadounidense, Eric Holder, rehusó entregar al Congreso documentos relacionados con "Rápido y Furioso", por lo que fue declarado en desacato en junio pasado.
Este es el primero de varios informes que los legisladores divulgarán.
Jòvenes observan desde encima de un colgante contra el tráfico de armas a un hombre manipulando un fusil automático el Museo de la Memoria y Tolerancia en Ciudad de México, el 21 de febrero de 2012.