El régimen sirio contraataca en Damasco, nuevo frente en Alepo
Damasco, AFP
Las tropas sirias lanzaron el viernes una contraofensiva en barrios de Damasco y participaba en combates sin precedentes en Alepo, segunda ciudad de Siria, en una espiral de violencia que dejó decenas de muertos.
Al día siguiente de la jornada más sangrienta desde el comienzo de la revuelta en marzo de 2011, con más de 300 muertos según una organización no gubernamental siria, el Consejo de Seguridad de la ONU prolongó por un "último periodo de 30 días" la misión de los 300 observadores en Siria.
Luego de la "batalla para la liberación" de Damasco, anunciada el martes por los rebeldes, el ejército lanzó una contraofensiva para retomar el control de los barrios "adonde se habían infiltrado terroristas", según una fuente de seguridad. Utilizando tanques "limpió" el barrio Midan, cerca del centro de la capital, al cabo de violentos enfrentamientos.
A bordo de los blindados del régimen, el ejército llevó a periodistas a este barrio fantasma en donde se podían ver casquillos de todos los calibres en las calles, el alminar de la mezquita Al Majid agujereado por un obús y las fachadas de los edificios completamente baleadas.
Tras comenzar la víspera las operaciones en el barrio Qabun (este), el ejército ingresó por la mañana en los barrios de Jobar (este) y Kafar Suse (suroeste), según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Además de Midan, una fuente de seguridad indicó a la AFP que el ejército controla Tadamun (sur), Qabun y Barzé (este). En cambio los violentos enfrentamientos continuaban en Jobar, Ruknedin (norte) y sobre todo en los "campos de Mazé", Kafar Suse y Daraya, en el sur y al oeste.
En Alepo, capital económica de Siria, violentos enfrentamientos estallaron en varios barrios, los primeros en su tipo, un segundo frente que parece abrirse en este conflicto descrito como una "guerra civil" por varias capitales e instituciones internacionales.
Al menos 128 personas murieron el viernes en todo el país, 85 civiles, 26 soldados y 17 rebeldes, según el OSDH.
Frenta a la escalada de violencia, "más de 18.000 personas" huyeron hacia El Líbano los últimos dos días, indicó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), "entre 8.500 y 30.000" personas huyeron en las últimas 48 horas.
Otro vecino de Siria, Irak, anunció que no puede recibir nuevos refugiados debido a la situación de seguridad en el país.
Entre estos refugiados una gran cantidad viene de Damasco y su región, en donde el miércoles un atentado terminó con la vida de cuatro altos responsables del primer círculo del presidente Bashar al Asad.
Los funerales oficiales de tres de los responsables, entre ellos el cuñado del presidente sirio, el general Asef Shawkat, tuvieron lugar este viernes con la ausencia del presidente.
El jueves los rebeldes habían asestado nuevos golpes al régimen al tomar el control de puestos fronterizos con Irak, según Bagdad, y un puesto fronterizo con Turquía.
El principal paso fronterizo con Irak, Boukamal, estaba este viernes por la noche bajo un violento bombardeo del ejército sirio, según fuentes locales en Irak.
En tanto, las deserciones continúan. Un diplomático turco anunció a la AFP la deserción de tres generales sirios, refugiados en Turquía desde el jueves por la noche.
El jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición, Abdel Baset Sayda, intentó tranquilizar a las minorías, en especial cristianas y alauitas, sobre las consecuencias de una eventual caída de Asad.
"Ya adoptamos un documento que garantiza los derechos de todas las minorías", declaró este kurdo a la radiotelevisión alemana Deutsche Welle.
Las tropas sirias lanzaron el viernes una contraofensiva en barrios de Damasco y participaba en combates sin precedentes en Alepo, segunda ciudad de Siria, en una espiral de violencia que dejó decenas de muertos.
Al día siguiente de la jornada más sangrienta desde el comienzo de la revuelta en marzo de 2011, con más de 300 muertos según una organización no gubernamental siria, el Consejo de Seguridad de la ONU prolongó por un "último periodo de 30 días" la misión de los 300 observadores en Siria.
Luego de la "batalla para la liberación" de Damasco, anunciada el martes por los rebeldes, el ejército lanzó una contraofensiva para retomar el control de los barrios "adonde se habían infiltrado terroristas", según una fuente de seguridad. Utilizando tanques "limpió" el barrio Midan, cerca del centro de la capital, al cabo de violentos enfrentamientos.
A bordo de los blindados del régimen, el ejército llevó a periodistas a este barrio fantasma en donde se podían ver casquillos de todos los calibres en las calles, el alminar de la mezquita Al Majid agujereado por un obús y las fachadas de los edificios completamente baleadas.
Tras comenzar la víspera las operaciones en el barrio Qabun (este), el ejército ingresó por la mañana en los barrios de Jobar (este) y Kafar Suse (suroeste), según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Además de Midan, una fuente de seguridad indicó a la AFP que el ejército controla Tadamun (sur), Qabun y Barzé (este). En cambio los violentos enfrentamientos continuaban en Jobar, Ruknedin (norte) y sobre todo en los "campos de Mazé", Kafar Suse y Daraya, en el sur y al oeste.
En Alepo, capital económica de Siria, violentos enfrentamientos estallaron en varios barrios, los primeros en su tipo, un segundo frente que parece abrirse en este conflicto descrito como una "guerra civil" por varias capitales e instituciones internacionales.
Al menos 128 personas murieron el viernes en todo el país, 85 civiles, 26 soldados y 17 rebeldes, según el OSDH.
Frenta a la escalada de violencia, "más de 18.000 personas" huyeron hacia El Líbano los últimos dos días, indicó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), "entre 8.500 y 30.000" personas huyeron en las últimas 48 horas.
Otro vecino de Siria, Irak, anunció que no puede recibir nuevos refugiados debido a la situación de seguridad en el país.
Entre estos refugiados una gran cantidad viene de Damasco y su región, en donde el miércoles un atentado terminó con la vida de cuatro altos responsables del primer círculo del presidente Bashar al Asad.
Los funerales oficiales de tres de los responsables, entre ellos el cuñado del presidente sirio, el general Asef Shawkat, tuvieron lugar este viernes con la ausencia del presidente.
El jueves los rebeldes habían asestado nuevos golpes al régimen al tomar el control de puestos fronterizos con Irak, según Bagdad, y un puesto fronterizo con Turquía.
El principal paso fronterizo con Irak, Boukamal, estaba este viernes por la noche bajo un violento bombardeo del ejército sirio, según fuentes locales en Irak.
En tanto, las deserciones continúan. Un diplomático turco anunció a la AFP la deserción de tres generales sirios, refugiados en Turquía desde el jueves por la noche.
El jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición, Abdel Baset Sayda, intentó tranquilizar a las minorías, en especial cristianas y alauitas, sobre las consecuencias de una eventual caída de Asad.
"Ya adoptamos un documento que garantiza los derechos de todas las minorías", declaró este kurdo a la radiotelevisión alemana Deutsche Welle.