El espionaje israelí asegura que El Asad traslada tropas del Golán hacia la capital
El jefe del espionaje israelí, Aviv Kochavi, da al régimen sirio entre dos meses y dos años de supervivencia
Ana Carbajosa
Jerusalén, El País
Entre dos meses y dos años. Ese es el tiempo de vida que el general israelí Aviv Kochavi concede al régimen sirio. El jefe del espionaje militar israelí ha comparecido este martes ante el Parlamento, al que ha ofrecido su análisis sustentado en imágenes de satélite sobre la situación en Siria, y que dibuja un panorama algo sombrío en el norte de Israel.
Kochavi sostiene que las probabilidades de que haya una guerra entre Israel y Siria son muy pequeñas. Ha dicho que el Gobierno de Bachar el Asad ha movilizado buena parte de los soldados que hasta hace poco patrullaban los altos del Golán —junto al límite de la zona ocupada desde hace 39 años por Israel— y los ha enviado a las zonas en las que se libra el conflicto civil, sobre todo alrededor de Damasco. Pero también ha dicho que la presencia de grupos yihadistas va en aumento en Siria y que el Golán podría convertirse en un lugar desde el que el régimen podría lanzar ataques contra Israel en momentos de desesperación previos a su caída.
A pesar de que parte de los altos de Golán son una zona ocupada por Israel y que la anexión carece de reconocimiento internacional, la frontera entre ambos países permanece fuertemente militarizada y en calma desde hace décadas, desde que terminó la guerra de Yom Kipur, en 1973.
más información
La batalla de Damasco se libra calle a calle
Rusia y la ONU analizan posibles soluciones para el conflicto en Siria
Más de 112.000 sirios se han refugiado en Líbano, Turquía, Jordania e Irak
EE UU y Francia alertan sobre el uso de armas químicas en Siria
El general ha comparado el futuro próximo del Golán con los acontecimientos que se suceden en la península del Sinaí durante su alocución ante la comisión de Relaciones Exteriores y de Defensa de la Kneset, que recogen las ediciones digitales de los medios israelíes citando a fuentes parlamentarias.
A Israel le preocupa la volatilidad de la región fronteriza con Egipto, otro de sus vecinos. Tras la caída de Hosni Mubarak, el Sinaí se ha convertido en el “salvaje Oeste”, según lo describen en los despachos oficiales israelíes. Allí, sostienen, operan grupos armados islamistas que comercian con armas, personas y drogas. Y desde allí, podría lanzarse un ataque a gran escala en contra de Israel. Por eso, dicen que es necesario evitar a toda costa que ese escenario se repita también en su frontera norte, la que comparten con Siria.
El general ha asegurado que el Ejército israelí ha logrado frustrar la articulación de 10 células terroristas en el Sinaí y que mantiene bajo vigilancia a muchas otras potenciales infraestructuras criminales. En el último año y medio ha habido más de una docena de ataques al gasoducto empleado para suministrar gas a Israel desde Egipto.
Kochavi ha hablado también de Hezbolá y de Irán, dos archienemigos israelíes. Ha afirmado que el partido-milicia chií y el régimen de los ayatolás se preparan ya para el día después; para el día posterior a la caída de su gran aliado, Bachar el Asad. No ha albergado ninguna duda Kochavi de que el régimen terminará por caer.
Ana Carbajosa
Jerusalén, El País
Entre dos meses y dos años. Ese es el tiempo de vida que el general israelí Aviv Kochavi concede al régimen sirio. El jefe del espionaje militar israelí ha comparecido este martes ante el Parlamento, al que ha ofrecido su análisis sustentado en imágenes de satélite sobre la situación en Siria, y que dibuja un panorama algo sombrío en el norte de Israel.
Kochavi sostiene que las probabilidades de que haya una guerra entre Israel y Siria son muy pequeñas. Ha dicho que el Gobierno de Bachar el Asad ha movilizado buena parte de los soldados que hasta hace poco patrullaban los altos del Golán —junto al límite de la zona ocupada desde hace 39 años por Israel— y los ha enviado a las zonas en las que se libra el conflicto civil, sobre todo alrededor de Damasco. Pero también ha dicho que la presencia de grupos yihadistas va en aumento en Siria y que el Golán podría convertirse en un lugar desde el que el régimen podría lanzar ataques contra Israel en momentos de desesperación previos a su caída.
A pesar de que parte de los altos de Golán son una zona ocupada por Israel y que la anexión carece de reconocimiento internacional, la frontera entre ambos países permanece fuertemente militarizada y en calma desde hace décadas, desde que terminó la guerra de Yom Kipur, en 1973.
más información
La batalla de Damasco se libra calle a calle
Rusia y la ONU analizan posibles soluciones para el conflicto en Siria
Más de 112.000 sirios se han refugiado en Líbano, Turquía, Jordania e Irak
EE UU y Francia alertan sobre el uso de armas químicas en Siria
El general ha comparado el futuro próximo del Golán con los acontecimientos que se suceden en la península del Sinaí durante su alocución ante la comisión de Relaciones Exteriores y de Defensa de la Kneset, que recogen las ediciones digitales de los medios israelíes citando a fuentes parlamentarias.
A Israel le preocupa la volatilidad de la región fronteriza con Egipto, otro de sus vecinos. Tras la caída de Hosni Mubarak, el Sinaí se ha convertido en el “salvaje Oeste”, según lo describen en los despachos oficiales israelíes. Allí, sostienen, operan grupos armados islamistas que comercian con armas, personas y drogas. Y desde allí, podría lanzarse un ataque a gran escala en contra de Israel. Por eso, dicen que es necesario evitar a toda costa que ese escenario se repita también en su frontera norte, la que comparten con Siria.
El general ha asegurado que el Ejército israelí ha logrado frustrar la articulación de 10 células terroristas en el Sinaí y que mantiene bajo vigilancia a muchas otras potenciales infraestructuras criminales. En el último año y medio ha habido más de una docena de ataques al gasoducto empleado para suministrar gas a Israel desde Egipto.
Kochavi ha hablado también de Hezbolá y de Irán, dos archienemigos israelíes. Ha afirmado que el partido-milicia chií y el régimen de los ayatolás se preparan ya para el día después; para el día posterior a la caída de su gran aliado, Bachar el Asad. No ha albergado ninguna duda Kochavi de que el régimen terminará por caer.