Columna blindada siria rodea ciudad de Aleppo

Azaz, Reuters
El Ejército sirio envió sus fuerzas a Aleppo el miércoles, ordenando a una columna blindada que avance sobre la segunda mayor ciudad del país y ataque a los combatientes rebeldes con artillería y helicópteros, dijeron activistas de la oposición.

A medida que las hostilidades se intensificaban cerca de la frontera turca, Turquía dijo que estaba cerrando sus puestos fronterizos, aunque Naciones Unidas indicó que los refugiados que huyan de Siria podrían ingresar al país.

En el poblado sirio de Azaz, a pocos kilómetros al sur de la frontera con Turquía, los rebeldes parecían estar en control tras fuertes enfrentamientos en el último mes, en los que lograron expulsar a fuerzas del Gobierno, dejando al lugar como un pueblo fantasma lleno de escombros.

Los embajadores de Siria ante los Emiratos Arabes Unidos y Chipre -una pareja de marido y mujer- desertaron de sus cargos, con lo que se convirtieron en los más recientes funcionarios en abandonar al Gobierno de Damasco, dijeron rebeldes.

La revuelta de 16 meses contra el presidente Bashar al-Assad se ha transformado desde una insurgencia en provincias remotas hacia una batalla por el control de las dos principales ciudades, Aleppo y la capital Damasco, donde los enfrentamientos explotaron la semana pasada.

Las fuerzas de Assad han lanzado masivos contraataques en ambas ciudades. La ofensiva parece haber forzado la retirada de rebeldes de vecindarios de la capital y ahora se dirige hacia Aleppo, un centro comercial en el norte del país.

Las fuerzas sirias dispararon el miércoles artillería y misiles hacia al-Tel, un suburbio ubicado al norte de Damasco, en un intento por recuperarlo de manos de los rebeldes, provocando pánico y forzando a cientos de familias a huir, dijeron residentes y activistas de la oposición.

"Helicópteros del Ejército están volando sobre el pueblo. La gente se despertó por el ruido de las explosiones y está huyendo", dijo Rafe Alam, uno de los activistas, por teléfono desde una colina cercana a Tel. "La electricidad y las líneas telefónicas han sido cortadas", agregó.

Fuentes de la oposición también reportaron el ataque con helicópteros y ametralladoras contra el vecindario de Hajar al-Aswad. El humilde barrio se ubica en las afueras de la capital hacia el sur y ha sido un bastión de los rebeldes que llegan a Damasco desde los suburbios.

En el norte, activistas de la oposición dijeron que miles de tropas se habían retirado con sus tanques y vehículos blindados desde la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía, y que se dirigían a Aleppo.

Rebeldes atacaron la retaguardia de las tropas que se retiraban desde el norte, dijo el activista Abdelrahman Bakran.

ESTRATEGIA

La televisión estatal siria pintó un panorama más favorable, afirmando que las tropas gubernamentales estaban imponiendo seguridad y estabilidad en Aleppo y sus alrededores.

"Los terroristas están sufriendo pérdidas terribles. Algunos grupos están tirando sus armas y rindiéndose. Otros están huyendo a la frontera con Turquía", aseguró la televisión.

Expertos militares creen que el Ejército sirio se está retirando para concentrarse en combatir a los insurgentes en Aleppo y Damasco, centros de poder importantes para el Gobierno, mientras deja zonas periféricas en manos de los rebeldes.

En Aleppo, se vieron helicópteros disparando misiles todo el martes, dijeron residentes. Los rebeldes estaban combatiendo a fuerzas del Gobierno en la puerta de la antigua ciudad histórica. Los soldados lanzaron morteros contra los rebeldes armados con rifles y ametralladoras.

"Escuché al menos el disparo de 20 misiles, creo que desde helicópteros y también mucho fuego de ametralladoras", dijo por teléfono un residente de una de las áreas bombardeadas, que pidió ser identificado sólo por su nombre, Omar.

El levantamiento ha ingresado en una fase nueva y más violenta en los últimos 10 días desde que los rebeldes ingresaron a Damasco en grandes números.

Hace una semana, una explosión acabó con la vida de cuatro miembros del círculo interno de Assad dentro del cuartel de seguridad, un golpe que eliminó a buena parte del principal escalafón de su estructura de comando militar y destruyó la reputación de invulnerabilidad de su familia desde que su padre tomó el poder en 1970.

Las potencias occidentales han estado pidiendo la renuncia de Assad durante meses y ahora dicen que sus días están contados. Pero temen que luchará hasta el final, elevando el riesgo de que se extienda una guerra sectaria por una de las regiones más inestables del mundo.

MAS DESERCIONES

Mientras la revuelta contra Assad se intensifica, altos funcionarios sirios han comenzado a abandonar sus puestos.

El embajador sirio en Emiratos Arabes Unidos, Abdelatif al-Dabbagh, y su esposa, la enviada de Damasco en Chipre, Lamia al-Hariri, han desertado y ahora están en Qatar, dijo el miércoles el opositor Consejo Nacional Sirio.

El brigadier general Manaf Tlas, un miembro del círculo íntimo de Assad que huyó de Siria el mes pasado, apareció en televisión en sus primeros comentarios públicos desde su deserción y pidió a los soldados que abandonen al Gobierno.

En otras partes del país, activistas dijeron que soldados del Gobierno y la milicia pro-Assad conocida como shabbiha habían atacado una mezquita en un pueblo ubicado al noroeste de la ciudad de Hama, dejando al menos 15 muertos.

El relato, como otros de activistas, no pudo ser confirmado porque Siria restringe el acceso a los periodistas internacionales.

Al menos nueve personas murieron en enfrentamientos en al-Herak, una ciudad al sur de Derá, mientras que activistas en Damasco dijeron que encontraron los cuerpos de 11 hombres ejecutados por fuerzas del Gobierno en el distrito de Qaboun.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Inglaterra y que compila informes de activistas, afirmó que 1.261 personas han muerto desde que los combates se intensificaron en Damasco el 15 de julio, en un levantamiento que, según activistas, ha dejado más de 18.000 muertos.

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