Cameron, Rogge e Isabel II ultiman los preparativos olímpicos
Londres, AFP
Londres estaba totalmente en modo olímpico a cuatro días de los Juegos este lunes, con la contribución a los últimos preparativos del primer ministro David Cameron, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Jacques Rogge e incluso de la reina Isabel II.
El jefe del gobierno británico presidió la primera de una serie de reuniones a puerta cerrada del Comité Cobra, convocado cada vez que está en juego la seguridad del país. Tradicionalmente reúne a los ministros concernidos y a responsables de la policía, del ejército o de los servicios de inteligencia.
Jacques Rogge visitó con la Comisión Ejecutiva y la Comisión de Atletas del COI la Villa Olímpica donde se alojarán la mayoría de los 10.500 deportistas que participarán en Londres 2012, y guardó un minuto de silencio en memoria de las 11 víctimas israelíes de la sangrienta toma de rehenes de Múnich 1972.
"Quiero rendir homenaje a los 11 atletas israelíes que compartían la idea de la tregua olímpica, que pensaban que la Villa Olímpica era un lugar que reunía a la gente", dijo antes de guardar el minuto de silencio por el atentado ocurrido hace 40 años en la ciudad bávara.
Este gesto simbólico no será sin embargo suficiente para las viudas de un atleta y de un entrenador que abogan para que haya un minuto de silencio en la ceremonia de inauguración del viernes, a lo que hasta ahora el COI se opone alegando que el ambiente festivo no se presta a este tipo de conmemoraciones.
Por la tarde, Rogge y el resto de la directiva del COI debían efectuar una visita más protocolaria al palacio de Buckingham, invitados por la reina Isabel II, que tendrá el honor de declarar abiertos los terceros Juegos Olímpicos organizados en esta capital después de los de 1908 y 1948.
Rogge volvió a tener una intervención tranquilizadora tras la avalancha de informaciones alarmistas sobre el fiasco de seguridad que obligó a movilizar en el último momento a 3.500 soldados más para completar el dispositivo excepcional de unos 40.000 hombres tras el fiasco de una empresa privada de seguridad.
"Tenemos total confianza en que la seguridad será muy, muy buena", declaró a la BBC el presidente del COI, para quien los soldados tendrán un perfil bajo y no irán "corriendo por todos lados armados de fusiles automáticos".
El siempre entusiasta alcalde de Londres, Boris Johnson, tildó de "autodenigración patológica" las críticas sobre los transportes y el coste de los Juegos comparado con las esperanzas de beneficios a largo plazo.
Sin embargo, miles de usuarios del metro padecieron el lunes importantes trastornos en la hora punta, tras una cadena de incidentes en las principales líneas que sirven la estación olímpica de Stratford.
Al mismo tiempo, 2.000 empleados terminaban la señalización a lo largo de los 175 kilómetros del "Olympic Route Network" (ORN), la red viaria que conecta las diferentes sedes olímpicas.
Este dispositivo se suma a los 48 kilómetros de polémicos carriles reservados a la familia olímpica, que los londinenses temen que agraven los embotellamientos.
La lista de VIP's que los utilizarán se alargó este lunes con el anuncio de la presencia de la Primera Dama estadounidense, Michelle Obama, en la ceremonia de apertura.
Mientras tanto, la antorcha continuó su recorrido por la capital, con un paso por la hierba de Wimbledon y otro por Walford, un barrio ficticio de Londres que sirve como escenario a "EastEnders", la telenovela más popular de la BBC desde hace 27 años.
Por último el lunes, el triple campeón olímpico jamaicano Usain Bolt, o más exactamente su figura de cera, entró en el célebre Museo Tussaud. A la espera de "entrar en la leyenda" como prometió el de carne y hueso a sus seguidores el atleta en pos de reeditar sus tres oros (100m, 200m y 4x100m) de Pekín.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, frente a los aros olímpicos durante su visita a la villa olímpica con el comité ejecutivo del COI el 23 de julio de 2012 en Londres. Londres estaba totalmente en modo olímpico a cuatro días de los Juegos este lunes, con la contribución a los últimos preparativos del primer ministro David Cameron, Rogge e incluso de la reina Isabel II.
Londres estaba totalmente en modo olímpico a cuatro días de los Juegos este lunes, con la contribución a los últimos preparativos del primer ministro David Cameron, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Jacques Rogge e incluso de la reina Isabel II.
El jefe del gobierno británico presidió la primera de una serie de reuniones a puerta cerrada del Comité Cobra, convocado cada vez que está en juego la seguridad del país. Tradicionalmente reúne a los ministros concernidos y a responsables de la policía, del ejército o de los servicios de inteligencia.
Jacques Rogge visitó con la Comisión Ejecutiva y la Comisión de Atletas del COI la Villa Olímpica donde se alojarán la mayoría de los 10.500 deportistas que participarán en Londres 2012, y guardó un minuto de silencio en memoria de las 11 víctimas israelíes de la sangrienta toma de rehenes de Múnich 1972.
"Quiero rendir homenaje a los 11 atletas israelíes que compartían la idea de la tregua olímpica, que pensaban que la Villa Olímpica era un lugar que reunía a la gente", dijo antes de guardar el minuto de silencio por el atentado ocurrido hace 40 años en la ciudad bávara.
Este gesto simbólico no será sin embargo suficiente para las viudas de un atleta y de un entrenador que abogan para que haya un minuto de silencio en la ceremonia de inauguración del viernes, a lo que hasta ahora el COI se opone alegando que el ambiente festivo no se presta a este tipo de conmemoraciones.
Por la tarde, Rogge y el resto de la directiva del COI debían efectuar una visita más protocolaria al palacio de Buckingham, invitados por la reina Isabel II, que tendrá el honor de declarar abiertos los terceros Juegos Olímpicos organizados en esta capital después de los de 1908 y 1948.
Rogge volvió a tener una intervención tranquilizadora tras la avalancha de informaciones alarmistas sobre el fiasco de seguridad que obligó a movilizar en el último momento a 3.500 soldados más para completar el dispositivo excepcional de unos 40.000 hombres tras el fiasco de una empresa privada de seguridad.
"Tenemos total confianza en que la seguridad será muy, muy buena", declaró a la BBC el presidente del COI, para quien los soldados tendrán un perfil bajo y no irán "corriendo por todos lados armados de fusiles automáticos".
El siempre entusiasta alcalde de Londres, Boris Johnson, tildó de "autodenigración patológica" las críticas sobre los transportes y el coste de los Juegos comparado con las esperanzas de beneficios a largo plazo.
Sin embargo, miles de usuarios del metro padecieron el lunes importantes trastornos en la hora punta, tras una cadena de incidentes en las principales líneas que sirven la estación olímpica de Stratford.
Al mismo tiempo, 2.000 empleados terminaban la señalización a lo largo de los 175 kilómetros del "Olympic Route Network" (ORN), la red viaria que conecta las diferentes sedes olímpicas.
Este dispositivo se suma a los 48 kilómetros de polémicos carriles reservados a la familia olímpica, que los londinenses temen que agraven los embotellamientos.
La lista de VIP's que los utilizarán se alargó este lunes con el anuncio de la presencia de la Primera Dama estadounidense, Michelle Obama, en la ceremonia de apertura.
Mientras tanto, la antorcha continuó su recorrido por la capital, con un paso por la hierba de Wimbledon y otro por Walford, un barrio ficticio de Londres que sirve como escenario a "EastEnders", la telenovela más popular de la BBC desde hace 27 años.
Por último el lunes, el triple campeón olímpico jamaicano Usain Bolt, o más exactamente su figura de cera, entró en el célebre Museo Tussaud. A la espera de "entrar en la leyenda" como prometió el de carne y hueso a sus seguidores el atleta en pos de reeditar sus tres oros (100m, 200m y 4x100m) de Pekín.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, frente a los aros olímpicos durante su visita a la villa olímpica con el comité ejecutivo del COI el 23 de julio de 2012 en Londres. Londres estaba totalmente en modo olímpico a cuatro días de los Juegos este lunes, con la contribución a los últimos preparativos del primer ministro David Cameron, Rogge e incluso de la reina Isabel II.