Ben Alí, condenado a cadena perpetua por la muerte de manifestantes
Túnez, EP
Un tribunal militar tunecino ha condenado en rebeldía a cadena perpetua al expresidente Zine al Abidine Ben Alí por su responsabilidad en la muerte de 43 manifestantes durante la revuelta popular que concluyó con su renuncia el 14 de enero de 2011.
El expresidente Ben Alí reside en Arabia Saudí con su familia desde que decidió abandonar el poder y el país por la presión de las manifestaciones populares en enero del pasado año. Las autoridades tunecinas son partidarias de que Arabia Saudía le extradite, aunque Riad no ha dado por el momento ningún paso en esa dirección.
El tribunal castrense ha condenado a quince años de cárcel al entonces ministro del Interior, Rafik Belhaj Kacem, mientras que el jefe de la Seguridad presidencial, Alí Seriati, ha sido sentenciado a 20 años por la muerte de manifestantes en la capital, Túnez, y en las localidades de Sousse, Nabeul, Bizerte y Zaghouan. En total, el tribunal castrense ha condenado a un tota de 40 altos cargos del antiguo régimen a penas que suman como máximo 20 años de cárcel.
Ahmed Friaa, quien fue designado ministro del Interior poco antes de la huida de Ben Alí, figura entre los tres altos cargos que han sido absueltos.
Muchos de los responsables enjuiciados ya habían sido condenados a penas de cárcel por varios delitos vinculados con la revolución del año pasado, que derrocó a Ben Alí e inspiró levantamientos en Libia, Egipto y otros países del mundo árabe.
La sentencia ha generado protestas en la sala del tribunal, donde las familias de las víctimas han enfurecido por estimar que las penas han sido menores de las que merecían, mientras que los allegados de los condenados han rechazado el fallo por considerarlos políticos e injustos.
Leila Haddad, abogada de las víctimas, ha afirmado que recurrirán las sentencias por considerar que son demasiado laxas. El Gobierno tunecino está afrontando críticas por no haber logrado convencer a Arabia Saudí para que entregue a Ben Alí y a su esposa, Leila Trabelsi, para que sean sometidos a juicio.
El expresidente ya había sido condenado a décadas de prisión por delitos que van desde la muerte de manifestantes hasta corrupción, pero muchos tunecinos temen que nunca será encarcelado pero mantienen la esperanza de que sus lugartenientes reciban las condenas más duras posibles.
En junio pasado, otro tribunal tunecino sentenció al ministro del Interior de Ben Ali y a siete de los altos cargos de Seguridad a penas de hasta quince años de cárcel por el asesinato de cientos de manifestantes en ciudades centrales del país, donde se inició la 'Primavera Árabe'.
Un tribunal militar tunecino ha condenado en rebeldía a cadena perpetua al expresidente Zine al Abidine Ben Alí por su responsabilidad en la muerte de 43 manifestantes durante la revuelta popular que concluyó con su renuncia el 14 de enero de 2011.
El expresidente Ben Alí reside en Arabia Saudí con su familia desde que decidió abandonar el poder y el país por la presión de las manifestaciones populares en enero del pasado año. Las autoridades tunecinas son partidarias de que Arabia Saudía le extradite, aunque Riad no ha dado por el momento ningún paso en esa dirección.
El tribunal castrense ha condenado a quince años de cárcel al entonces ministro del Interior, Rafik Belhaj Kacem, mientras que el jefe de la Seguridad presidencial, Alí Seriati, ha sido sentenciado a 20 años por la muerte de manifestantes en la capital, Túnez, y en las localidades de Sousse, Nabeul, Bizerte y Zaghouan. En total, el tribunal castrense ha condenado a un tota de 40 altos cargos del antiguo régimen a penas que suman como máximo 20 años de cárcel.
Ahmed Friaa, quien fue designado ministro del Interior poco antes de la huida de Ben Alí, figura entre los tres altos cargos que han sido absueltos.
Muchos de los responsables enjuiciados ya habían sido condenados a penas de cárcel por varios delitos vinculados con la revolución del año pasado, que derrocó a Ben Alí e inspiró levantamientos en Libia, Egipto y otros países del mundo árabe.
La sentencia ha generado protestas en la sala del tribunal, donde las familias de las víctimas han enfurecido por estimar que las penas han sido menores de las que merecían, mientras que los allegados de los condenados han rechazado el fallo por considerarlos políticos e injustos.
Leila Haddad, abogada de las víctimas, ha afirmado que recurrirán las sentencias por considerar que son demasiado laxas. El Gobierno tunecino está afrontando críticas por no haber logrado convencer a Arabia Saudí para que entregue a Ben Alí y a su esposa, Leila Trabelsi, para que sean sometidos a juicio.
El expresidente ya había sido condenado a décadas de prisión por delitos que van desde la muerte de manifestantes hasta corrupción, pero muchos tunecinos temen que nunca será encarcelado pero mantienen la esperanza de que sus lugartenientes reciban las condenas más duras posibles.
En junio pasado, otro tribunal tunecino sentenció al ministro del Interior de Ben Ali y a siete de los altos cargos de Seguridad a penas de hasta quince años de cárcel por el asesinato de cientos de manifestantes en ciudades centrales del país, donde se inició la 'Primavera Árabe'.