Siria se encuentra en guerra civil, afirma un responsable de la ONU
Damasco, AFP
El jefe de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, Hervé Ladsous, afirmó este martes que Siria se encuentra en una guerra civil, donde los combates entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes, y los bombardeos contra los bastiones rebeldes van en aumento.
Por octavo día consecutivo, las fuerzas del régimen bombardearon la ciudad de Hafa (noroeste), en la que se impidió entrar a los observadores de la ONU.
Cuando los periodistas le preguntaron si estimaba que Siria se encontraba en guerra civil, Ladsous contestó: "Sí, creo que podemos afirmarlo. Claramente lo que está sucediendo es que el gobierno de Siria perdió gran parte de su territorio, varias ciudades frente a la oposición, y quiere recobrar el control".
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), cientos de rebeldes del Ejército Sirio Libre (ESL, compuesto en su mayoría por desertores) se encuentran en Hafa, una localidad considerada estratégica por su proximidad a Qardaha, ciudad natal del presidente Bashar al Asad.
En ocho días de bombardeos y de combates entre rebeldes y las fuerzas gubernamentales, 120 personas, de los cuales 29 civiles, perdieron la vida, según el OSDH.
"Las fuerzas del régimen se preparan para atacar Hafa", estimó el presidente del OSDH Rami Abdel Rahman. Una activista en el lugar contó que había tanques "a las puertas de la ciudad", abandonada por la mayoría de sus 30.000 habitantes.
El lunes, Estados Unidos dijo temer que el régimen prepara una nueva matanza en Hafa, y el emisario internacional Kofi Annan y el secretario general de la ONU Ban Ki-moon pidieron que Naciones Unidas pueda acceder a la ciudad.
Una muchedumbre enfurecida contra los observadores
La Misión de Supervisión de la ONU en Siria afirmó que sus observadores no pudieron entrar en Hafa y fueron blanco de disparos.
Los observadores "tuvieron que enfrentarse a un multitud enfurecida (...) y volver atrás".
"Los observadores han dado marcha atrás. Tres de los vehículos de la ONU recibieron disparos cuando se dirigían hacia la región de Idlib", más al norte, añade el comunicado. "El origen de los disparos no se ha aclarado aún" y todos "están sanos y salvos", especifica.
El presidente del OSDH había afirmado antes que los habitantes de la aldea de Chir, que apoyan al régimen, habían impedido a los observadores llegar a Hafa "tumbándose en la carretera".
La agencia oficial Sana afirmó por su parte que los observadores habían atropellado a habitantes de Chir que querían "contarles sus sufrimientos provocados por grupos terroristas armados", e informó de tres heridos.
Desde el comienzo de la revuelta contra Bashar al Asad en marzo de 2011, el régimen se niega a reconocer el alcance de la contestación y atribuye la violencia a "terroristas" apoyados por el extranjero.
En esta línea, el ministerio de Relaciones Exteriores sirio acusó este martes a Washington de "animar a los grupos armados a cometer más matanzas, (actos de) terrorismo" en Siria.
La secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton consideró por su lado "muy difícil" prolongar más allá de julio la misión de la ONU en Siria "prevista en el plan del emisario Kofi Annan-- debido a la ausencia de progresos sobre el terreno.
De hecho este martes la violencia se cobró la vida de otras 36 personas, incluidos 24 civiles.
El jefe de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, Hervé Ladsous, afirmó este martes que Siria se encuentra en una guerra civil, donde los combates entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes, y los bombardeos contra los bastiones rebeldes van en aumento.
Por octavo día consecutivo, las fuerzas del régimen bombardearon la ciudad de Hafa (noroeste), en la que se impidió entrar a los observadores de la ONU.
Cuando los periodistas le preguntaron si estimaba que Siria se encontraba en guerra civil, Ladsous contestó: "Sí, creo que podemos afirmarlo. Claramente lo que está sucediendo es que el gobierno de Siria perdió gran parte de su territorio, varias ciudades frente a la oposición, y quiere recobrar el control".
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), cientos de rebeldes del Ejército Sirio Libre (ESL, compuesto en su mayoría por desertores) se encuentran en Hafa, una localidad considerada estratégica por su proximidad a Qardaha, ciudad natal del presidente Bashar al Asad.
En ocho días de bombardeos y de combates entre rebeldes y las fuerzas gubernamentales, 120 personas, de los cuales 29 civiles, perdieron la vida, según el OSDH.
"Las fuerzas del régimen se preparan para atacar Hafa", estimó el presidente del OSDH Rami Abdel Rahman. Una activista en el lugar contó que había tanques "a las puertas de la ciudad", abandonada por la mayoría de sus 30.000 habitantes.
El lunes, Estados Unidos dijo temer que el régimen prepara una nueva matanza en Hafa, y el emisario internacional Kofi Annan y el secretario general de la ONU Ban Ki-moon pidieron que Naciones Unidas pueda acceder a la ciudad.
Una muchedumbre enfurecida contra los observadores
La Misión de Supervisión de la ONU en Siria afirmó que sus observadores no pudieron entrar en Hafa y fueron blanco de disparos.
Los observadores "tuvieron que enfrentarse a un multitud enfurecida (...) y volver atrás".
"Los observadores han dado marcha atrás. Tres de los vehículos de la ONU recibieron disparos cuando se dirigían hacia la región de Idlib", más al norte, añade el comunicado. "El origen de los disparos no se ha aclarado aún" y todos "están sanos y salvos", especifica.
El presidente del OSDH había afirmado antes que los habitantes de la aldea de Chir, que apoyan al régimen, habían impedido a los observadores llegar a Hafa "tumbándose en la carretera".
La agencia oficial Sana afirmó por su parte que los observadores habían atropellado a habitantes de Chir que querían "contarles sus sufrimientos provocados por grupos terroristas armados", e informó de tres heridos.
Desde el comienzo de la revuelta contra Bashar al Asad en marzo de 2011, el régimen se niega a reconocer el alcance de la contestación y atribuye la violencia a "terroristas" apoyados por el extranjero.
En esta línea, el ministerio de Relaciones Exteriores sirio acusó este martes a Washington de "animar a los grupos armados a cometer más matanzas, (actos de) terrorismo" en Siria.
La secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton consideró por su lado "muy difícil" prolongar más allá de julio la misión de la ONU en Siria "prevista en el plan del emisario Kofi Annan-- debido a la ausencia de progresos sobre el terreno.
De hecho este martes la violencia se cobró la vida de otras 36 personas, incluidos 24 civiles.