Pakistán condena ataques aviones no tripulados EEUU
Islamabad, Reuters
Pakistán condenó en duros términos el lunes un aumento de los ataques con aviones no tripulados estadounidenses en su territorio, con un lenguaje que podría elevar las tensiones entre los aliados estratégicos, que ya están en disputa por las rutas de abastecimiento de la OTAN cerradas por Islamabad.
Tres ataques en tres días contra supuestos militantes han dejado 27 muertos, según funcionarios de inteligencia pakistaníes.
Estados Unidos y Pakistán están estancados en difíciles negociaciones para la reapertura de las rutas de suministro de la OTAN a sus fuerzas en Afganistán.
Islamabad bloqueó las rutas en noviembre del 2011 después de que 24 soldados pakistaníes murieron en un ataque con "fuego amigo" transfronterizo de aviones de la OTAN.
Las líneas de suministro a través de Pakistán son consideradas vitales para la planeada retirada de la mayoría de las tropas de combate desde Afganistán antes del fin del 2014.
El ataque de la OTAN hundió el vínculo estratégico, que se deterioró a mínimos históricos, y provocó que los líderes paquistaníes reclamaran una revisión de las relaciones.
El Parlamento pakistaní llamó al fin de los ataques de aviones no tripulados y el ministro de Relaciones Exteriores dijo a Reuters en una entrevista en abril que Estados Unidos estaba ignorando las demandas de Islamabad para que pusiera fin a las operaciones.
Públicamente, las autoridades pakistaníes condenan el uso de las aviones, diciendo que violan la soberanía, y advierten a los estadounidenses que están irritando a los ciudadanos y empujándolos a la militancia armada.
Pero los analistas dicen que los ataques exitosos, sobre todo aquellos que matan a las figuras más destacadas, no serían posibles sin la ayuda de las agencias de inteligencia pakistaní.
No está claro cuánta inteligencia han compartido los dos aliados en los últimos meses.
Los recientes ataques se produjeron en el área tribal de Waziristán del Norte, cercana a la frontera con Afganistán. Las autoridades estadounidenses creen que los miembros de la red Haqqani, uno de los grupos insurgentes afganos más peligrosos, están basados allí.
La inestable región también aloja a integrantes de Al Qaeda.
Washington dice que los ataque de aviones controlados remotamente son altamente efectivos y representan un arma importante en la guerra contra la militancia.
El Gobierno de Barack Obama ha incrementado su uso y los ha clasificado como legales bajo la ley internacional.
La campaña aérea es uno de los tantos puntos de fricción en las negociaciones para reparar las relaciones, que se han deteriorado seriamente luego de una serie de incidentes, como el ataque secreto en el que fuerzas estadounidenses mataron a Osama bin Laden en Pakistán el año pasado.
Pakistán condenó en duros términos el lunes un aumento de los ataques con aviones no tripulados estadounidenses en su territorio, con un lenguaje que podría elevar las tensiones entre los aliados estratégicos, que ya están en disputa por las rutas de abastecimiento de la OTAN cerradas por Islamabad.
Tres ataques en tres días contra supuestos militantes han dejado 27 muertos, según funcionarios de inteligencia pakistaníes.
Estados Unidos y Pakistán están estancados en difíciles negociaciones para la reapertura de las rutas de suministro de la OTAN a sus fuerzas en Afganistán.
Islamabad bloqueó las rutas en noviembre del 2011 después de que 24 soldados pakistaníes murieron en un ataque con "fuego amigo" transfronterizo de aviones de la OTAN.
Las líneas de suministro a través de Pakistán son consideradas vitales para la planeada retirada de la mayoría de las tropas de combate desde Afganistán antes del fin del 2014.
El ataque de la OTAN hundió el vínculo estratégico, que se deterioró a mínimos históricos, y provocó que los líderes paquistaníes reclamaran una revisión de las relaciones.
El Parlamento pakistaní llamó al fin de los ataques de aviones no tripulados y el ministro de Relaciones Exteriores dijo a Reuters en una entrevista en abril que Estados Unidos estaba ignorando las demandas de Islamabad para que pusiera fin a las operaciones.
Públicamente, las autoridades pakistaníes condenan el uso de las aviones, diciendo que violan la soberanía, y advierten a los estadounidenses que están irritando a los ciudadanos y empujándolos a la militancia armada.
Pero los analistas dicen que los ataques exitosos, sobre todo aquellos que matan a las figuras más destacadas, no serían posibles sin la ayuda de las agencias de inteligencia pakistaní.
No está claro cuánta inteligencia han compartido los dos aliados en los últimos meses.
Los recientes ataques se produjeron en el área tribal de Waziristán del Norte, cercana a la frontera con Afganistán. Las autoridades estadounidenses creen que los miembros de la red Haqqani, uno de los grupos insurgentes afganos más peligrosos, están basados allí.
La inestable región también aloja a integrantes de Al Qaeda.
Washington dice que los ataque de aviones controlados remotamente son altamente efectivos y representan un arma importante en la guerra contra la militancia.
El Gobierno de Barack Obama ha incrementado su uso y los ha clasificado como legales bajo la ley internacional.
La campaña aérea es uno de los tantos puntos de fricción en las negociaciones para reparar las relaciones, que se han deteriorado seriamente luego de una serie de incidentes, como el ataque secreto en el que fuerzas estadounidenses mataron a Osama bin Laden en Pakistán el año pasado.