Países europeos del G7 dispuestos a responder "rápidamente" a la crisis
Bruselas, AFP
Los países europeos del G7 se comprometieron el martes a responder "rápidamente" a la crisis de la zona euro, tras una conferencia telefónica de los ministros de Finanzas de los siete países más industrializados (G7), indicó el ministro japonés de Finanzas.
"El lado europeo declaró que respondería rápidamente" a la crisis, dijo Jun Azumi, citado por la agencia Jiji Press, y añadió que los ministros del G7 (Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) "llegaron a un diagnóstico común sobre la crisis" de la zona euro.
Las potencias económicas del Grupo de los Siete (G7) habían iniciado a las 11H00 GMT su teleconferencia sobre el futuro de la Eurozona, con la participación de sus ministros de Finanzas y banqueros centrales.
El Tesoro de Estados Unidos -- que preside este año el G7 --confirmó en un lacónico comunicado que Europa centró el debate de la teleconferencia.
"Los ministros y gobernadores revisaron la situación de la economía global y de los mercados financieros, y las respuestas que deben proporcionarse, en especial los progresos hacia una unión financiera y presupuestaria en Europa", dice el texto.
Además, "acordaron vigilar de cerca la evolución de la situación antes de la cumbre del G20 en Los Cabos" (México), donde se reunirán los dirigentes de los países ricos y emergentes, los 18 y 19 de junio.
La Casa Blanca afirmó este martes que espera que la Unión Europea adopte "medidas rápidas" en las próximas semanas para luchar contra la crisis de la deuda en la zona euro, antes de la cumbre del G20 en México.
"Los dirigentes europeos parecen estar actuando con mayor premura y celebramos este hecho. Esperamos que se tomen medidas rápidas por parte de Europa en las próximas semanas" contra la crisis, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
"Una acción para fortalecer el sistema bancario europeo será de especial importancia en este periodo de tiempo", agregó.
Tras la reunión telefónica del G7, los ministros de Finanzas europeos del grupo prometieron responder "rápidamente" contra la crisis de la deuda que afecta al continente.
Carney habló un día antes de que la Comisión Europea entregue un nuevo plan para la banca, uno de los pilares para que la Unión Europea (UE) avance hacia una eurozona con una "integración bancaria".
La última respuesta a la crisis de la deuda y a los problemas de la banca es integrar los sistemas bancarios nacionales en un intento por evitar la huida de los inversores o que la salida de los depósitos de un país, por ejemplo España, arrastre a todo el sistema.
Además, un responsable de un país del G7 dijo que España estuvo "en el centro del debate", así como lo que "ocurrirá tras las elecciones (legislativas) griegas" del 17 de junio.
La mayoría de los países se habían mostrado discretos antes de la reunión, y ni siquiera se sabía si habría al cabo de ella una declaración.
Solamente el ministro canadiense, Jim Flaherty, explicó el lunes que la conferencia se centraría en la "verdadera preocupación" del momento: "Europa" y "la debilidad de algunos bancos".
Estados Unidos, que preside este año el G7, había pedido a los europeos adoptar "otras medidas" para resolver la crisis, ya que "los mercados siguen siendo escépticos".
"Esperamos que Europa actúe mas rápidamente en las próximas semanas", para "reforzar el sistema bancario europeo", declaró un responsable del Tesoro estadounidense.
Los bancos españoles centraron todas las preocupaciones, mientras la Unión Europea no consigue ponerse de acuerdo para hacer frente a esta situación.
Según algunos diarios alemanes, Berlín desearía que Madrid recurra al fondo de rescate financiero de la zona euro para resolver su crisis bancaria, ya que teme que España -- con grandes dificultades presupuestarias -- no pueda hacerlo por sí sola.
España, enfrentada a una brutal alza de las tasas de interés para captar dinero en los mercados, "no es rescatable, en el sentido técnico del término", afirmó el martes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en alusión a la dimensión del país, cuarta economía de la Eurozona.
"España no necesita esto, necesita más Europa, más mecanismos propios de la integración europea", sostuvo el ministro, dando a entender que un rescate de la economía española, sería demasiado onerosa para los demás países miembros de la región.
Además, el nivel récord de la prima de riesgo, el sobrecoste que paga España para financiarse respecto a Alemania, muestra que el país "no tiene abierta la puerta de los mercados", explicó Montoro.
Por otra parte, Madrid no quiere ser objeto de un rescate que implicaría negociar una dura cura de austeridad con la Unión Europea, y eventualmente con el Fondo monetario Internacional.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, espera que el fondo de rescate europeo recapitalice directamente a los bancos en dificultades, sin pasar por un rescate global al país, que pondría a España en situación de casi tutela, tal como fue el caso de Grecia, Portugal o Irlanda.
Este plan es apoyado por varios países, pero se enfrenta a las reticencias de Alemania.
Además, Rajoy aseguró este martes que Europa "necesita apoyar" a los países en dificultades.
En este contexto de crisis global, el gobierno chipriota reconoció el martes que existía una "seria posibilidad" de que Chipre necesite un plan de rescate de la Unión Europea por su sistema bancario, muy expuesto a la deuda griega.
Poco antes, la bolsa de Atenas se había hundido este martes, cayendo 5%, a pocos días de las cruciales e inciertas legislativas el 17 de junio que podrían provocar la salida de Grecia de la zona euro. La agencia Standar and Poor's evaluó el lunes esta hipótesis en "al menos una posibilidad sobre tres".
El ministro de Finanzas canadiense Jim Flaherty el 9 de septiembre de 2011 en Marseille, sur de Francia donde hubo una cumbre del G7.
Los países europeos del G7 se comprometieron el martes a responder "rápidamente" a la crisis de la zona euro, tras una conferencia telefónica de los ministros de Finanzas de los siete países más industrializados (G7), indicó el ministro japonés de Finanzas.
"El lado europeo declaró que respondería rápidamente" a la crisis, dijo Jun Azumi, citado por la agencia Jiji Press, y añadió que los ministros del G7 (Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) "llegaron a un diagnóstico común sobre la crisis" de la zona euro.
Las potencias económicas del Grupo de los Siete (G7) habían iniciado a las 11H00 GMT su teleconferencia sobre el futuro de la Eurozona, con la participación de sus ministros de Finanzas y banqueros centrales.
El Tesoro de Estados Unidos -- que preside este año el G7 --confirmó en un lacónico comunicado que Europa centró el debate de la teleconferencia.
"Los ministros y gobernadores revisaron la situación de la economía global y de los mercados financieros, y las respuestas que deben proporcionarse, en especial los progresos hacia una unión financiera y presupuestaria en Europa", dice el texto.
Además, "acordaron vigilar de cerca la evolución de la situación antes de la cumbre del G20 en Los Cabos" (México), donde se reunirán los dirigentes de los países ricos y emergentes, los 18 y 19 de junio.
La Casa Blanca afirmó este martes que espera que la Unión Europea adopte "medidas rápidas" en las próximas semanas para luchar contra la crisis de la deuda en la zona euro, antes de la cumbre del G20 en México.
"Los dirigentes europeos parecen estar actuando con mayor premura y celebramos este hecho. Esperamos que se tomen medidas rápidas por parte de Europa en las próximas semanas" contra la crisis, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
"Una acción para fortalecer el sistema bancario europeo será de especial importancia en este periodo de tiempo", agregó.
Tras la reunión telefónica del G7, los ministros de Finanzas europeos del grupo prometieron responder "rápidamente" contra la crisis de la deuda que afecta al continente.
Carney habló un día antes de que la Comisión Europea entregue un nuevo plan para la banca, uno de los pilares para que la Unión Europea (UE) avance hacia una eurozona con una "integración bancaria".
La última respuesta a la crisis de la deuda y a los problemas de la banca es integrar los sistemas bancarios nacionales en un intento por evitar la huida de los inversores o que la salida de los depósitos de un país, por ejemplo España, arrastre a todo el sistema.
Además, un responsable de un país del G7 dijo que España estuvo "en el centro del debate", así como lo que "ocurrirá tras las elecciones (legislativas) griegas" del 17 de junio.
La mayoría de los países se habían mostrado discretos antes de la reunión, y ni siquiera se sabía si habría al cabo de ella una declaración.
Solamente el ministro canadiense, Jim Flaherty, explicó el lunes que la conferencia se centraría en la "verdadera preocupación" del momento: "Europa" y "la debilidad de algunos bancos".
Estados Unidos, que preside este año el G7, había pedido a los europeos adoptar "otras medidas" para resolver la crisis, ya que "los mercados siguen siendo escépticos".
"Esperamos que Europa actúe mas rápidamente en las próximas semanas", para "reforzar el sistema bancario europeo", declaró un responsable del Tesoro estadounidense.
Los bancos españoles centraron todas las preocupaciones, mientras la Unión Europea no consigue ponerse de acuerdo para hacer frente a esta situación.
Según algunos diarios alemanes, Berlín desearía que Madrid recurra al fondo de rescate financiero de la zona euro para resolver su crisis bancaria, ya que teme que España -- con grandes dificultades presupuestarias -- no pueda hacerlo por sí sola.
España, enfrentada a una brutal alza de las tasas de interés para captar dinero en los mercados, "no es rescatable, en el sentido técnico del término", afirmó el martes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en alusión a la dimensión del país, cuarta economía de la Eurozona.
"España no necesita esto, necesita más Europa, más mecanismos propios de la integración europea", sostuvo el ministro, dando a entender que un rescate de la economía española, sería demasiado onerosa para los demás países miembros de la región.
Además, el nivel récord de la prima de riesgo, el sobrecoste que paga España para financiarse respecto a Alemania, muestra que el país "no tiene abierta la puerta de los mercados", explicó Montoro.
Por otra parte, Madrid no quiere ser objeto de un rescate que implicaría negociar una dura cura de austeridad con la Unión Europea, y eventualmente con el Fondo monetario Internacional.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, espera que el fondo de rescate europeo recapitalice directamente a los bancos en dificultades, sin pasar por un rescate global al país, que pondría a España en situación de casi tutela, tal como fue el caso de Grecia, Portugal o Irlanda.
Este plan es apoyado por varios países, pero se enfrenta a las reticencias de Alemania.
Además, Rajoy aseguró este martes que Europa "necesita apoyar" a los países en dificultades.
En este contexto de crisis global, el gobierno chipriota reconoció el martes que existía una "seria posibilidad" de que Chipre necesite un plan de rescate de la Unión Europea por su sistema bancario, muy expuesto a la deuda griega.
Poco antes, la bolsa de Atenas se había hundido este martes, cayendo 5%, a pocos días de las cruciales e inciertas legislativas el 17 de junio que podrían provocar la salida de Grecia de la zona euro. La agencia Standar and Poor's evaluó el lunes esta hipótesis en "al menos una posibilidad sobre tres".
El ministro de Finanzas canadiense Jim Flaherty el 9 de septiembre de 2011 en Marseille, sur de Francia donde hubo una cumbre del G7.