Obama llama a respaldar a bomberos que combaten incendio en Colorado
Washington, AFP
El presidente de Estados Unidos Barack Obama llamó el sábado a sus conciudadanos a respaldar a los bomberos que luchan contra un incendio devastador en el estado de Colorado (oeste), cuyas autoridades destacaron los progresos realizados en el combate a las llamas.
El siniestro, que causó dos muertos y destruyó casi 350 viviendas, ha sido controlado en 30%, contra 25% el viernes, mientras que la superficie quemada, de 6.830 hectáreas, se mantenía invariable, según el comandante de los bomberos Rich Harvey.
Sin embargo, las elevadas temperaturas y la escasa humedad ambiente en la ciudad de Colorado Springs dificultaban las tareas de los 1.300 soldados del fuego, ayudados por aviones especializados.
"Debemos recordar lo que hacen todos los días y continuar demostrando apoyo a nuestros socorristas, a nuestros equipos del servicio de gestión de catástrofes, nuestros bomberos, nuestros militares, a todos aquellos que contribuyen todos los días a nuestra libertad y nuestra seguridad", dijo Obama en su alocución semanal por radio e internet.
Obama formuló esa decalaración un día después de haber visitado Colorado Springs, donde comprobó, con "el corazón destrozado", los daños provocados por el gigantesco incendio: edificios aún humeantes, filas de vehículos y viviendas calcinadas.
"Estamos satisfechos por el difícil trabajo realizado", pero "el de hoy será un día de examen", comentó el director del servicio de aguas y bosques Jeri Marr.
"Hemos escuchado decir que las condiciones meteorológicas no van en el buen sentido: más calor, más sequedad, vientos que pueden cambiar de dirección", señaló Rich Harvey.
Las operaciones de búsqueda se mantenían entretanto para intentar hallar eventuales nuevas víctimas entre las ruinas de las viviendas destruidas en la periferia de la ciudad.
El incendio, que se inició el 23 de junio, es ya el mayor registrado en la historia de Colorado en cuanto a daños causados.
Además de las dos personas muertas, el siniestro destruyó 347 viviendas y provocó que 36.000 personas fueran evacuadas.
En su mensaje, el presidente dijo haber visto a bomberos luchando contra el fuego 18 horas por día.
"Nunca se sabe cuándo le tocará a nuestra comunidad, por lo cual siempre tenemos que estar con ellos" (los bomberos), dijo Obama.
El presidente de Estados Unidos Barack Obama llamó el sábado a sus conciudadanos a respaldar a los bomberos que luchan contra un incendio devastador en el estado de Colorado (oeste), cuyas autoridades destacaron los progresos realizados en el combate a las llamas.
El siniestro, que causó dos muertos y destruyó casi 350 viviendas, ha sido controlado en 30%, contra 25% el viernes, mientras que la superficie quemada, de 6.830 hectáreas, se mantenía invariable, según el comandante de los bomberos Rich Harvey.
Sin embargo, las elevadas temperaturas y la escasa humedad ambiente en la ciudad de Colorado Springs dificultaban las tareas de los 1.300 soldados del fuego, ayudados por aviones especializados.
"Debemos recordar lo que hacen todos los días y continuar demostrando apoyo a nuestros socorristas, a nuestros equipos del servicio de gestión de catástrofes, nuestros bomberos, nuestros militares, a todos aquellos que contribuyen todos los días a nuestra libertad y nuestra seguridad", dijo Obama en su alocución semanal por radio e internet.
Obama formuló esa decalaración un día después de haber visitado Colorado Springs, donde comprobó, con "el corazón destrozado", los daños provocados por el gigantesco incendio: edificios aún humeantes, filas de vehículos y viviendas calcinadas.
"Estamos satisfechos por el difícil trabajo realizado", pero "el de hoy será un día de examen", comentó el director del servicio de aguas y bosques Jeri Marr.
"Hemos escuchado decir que las condiciones meteorológicas no van en el buen sentido: más calor, más sequedad, vientos que pueden cambiar de dirección", señaló Rich Harvey.
Las operaciones de búsqueda se mantenían entretanto para intentar hallar eventuales nuevas víctimas entre las ruinas de las viviendas destruidas en la periferia de la ciudad.
El incendio, que se inició el 23 de junio, es ya el mayor registrado en la historia de Colorado en cuanto a daños causados.
Además de las dos personas muertas, el siniestro destruyó 347 viviendas y provocó que 36.000 personas fueran evacuadas.
En su mensaje, el presidente dijo haber visto a bomberos luchando contra el fuego 18 horas por día.
"Nunca se sabe cuándo le tocará a nuestra comunidad, por lo cual siempre tenemos que estar con ellos" (los bomberos), dijo Obama.